Se espera que una versión mejorada del paquete de misiles aire-tierra del Ejército de los Estados Unidos y de la Infantería de Marina estadounidense planeado para reemplazar el antiguo misil Hellfire, alcance la producción a plena velocidad a finales de este año.
Una publicación en el sitio web de negocios del gobierno federal, fbo.gov, anunció esta semana un requisito de adquisición de hasta 3.000 misiles conjuntos aire-tierra, o JAGM, en el año fiscal 2020 y otro pedido máximo de 1.500 en el siguiente año fiscal 2021.
El año pasado, la publicación hermana de Military Times, Defense News, informó que el programa había alcanzado una “producción inicial de baja tasa” y que Lockheed Martin tenía previsto entregar 2.631 JAGM según ese contrato.
El misil aire-tierra conjunto del Ejército de los Estados Unidos está listo para la producción, pasando por una fase de desarrollo de ingeniería y fabricación de 24 meses.
El JAGM combinará los aspectos de varios misiles para mejorar la puntería y la letalidad de las plataformas que lo dispararán, como los helicópteros de ataque AH-64E Apache y AH-1Z Viper, en los que se probó y calificó, según Defence News.
El misil también se utilizará en varios sistemas de aviones no tripulados.
En última instancia, el JAGM reemplazará al BGM-71 TOW, al AGM-114 Hellfire y al AGM-65 Maverick.
El movimiento se produce en medio de las preocupaciones sobre la efectividad de los misiles de corto alcance contra los nuevos sistemas de blindaje que las fuerzas militares rusas y chinas están produciendo.
El nuevo sistema permitirá a los pilotos disparar a distancias más largas, protegiéndolos de las defensas de misiles de fuego de distancia cada vez más precisas.
Las primeras pruebas en el JAGM mostraron algunos problemas para resolver, incluidas las vulnerabilidades cibernéticas.
Cuatro de los 18 misiles lanzados con ojivas en vivo no detonaron en las primeras pruebas, informó el servicio de noticias de Defensa. Y el misil falló al menos dos objetivos por completo durante las fases iniciales.
Posteriormente, el US Army confirmó que los problemas descubiertos en esas pruebas se habían solucionado.