El personal de formación de defensa aérea del 41° Ejército Central de Armas del Distrito Militar ruso, logró con éxito el rechazo de un ataque simulado contra el sistema de misiles Buk-M1.
El simulacro constaba de detectar el aterrizaje de un equipo simulado de operaciones especiales del enemigo, en el área cercana donde estaban estacionados los sistemas de misiles Buk-M1. En el simulacro, el equipo “enemigo” intentó explotar el dispositivo de lanzamiento del sistema. Seguidamente, la alarma se disparó y unidades de guardia fueron puestas en alerta donde entraron en acción, eliminando al enemigo simulado. Posteriormente, un equipo de búsqueda de minas examinó escondites y minas terrestres colocadas por el escuadrón enemigo.
Del simulacro participaron más de 300 militares y más de 90 vehículos militares.