El Gobierno brasileño informó que se llevará a cabo un recorte del 43% del presupuesto en Defensa para este año. Fue el mismo Ministro de Defensa, General Fernando Azevedo e Silva, quién se encargó de comunicar sobre el recorte. El porcentaje trasladado en cifras representa unos R 5.8 mil millones.
Se cree que el recorte se verá afectado en los gastos de alimentación, y combustible para misiones consideradas patrióticas, entre otros. Por otro lado, quedó afuera del recorte unos R1.6 mil millones previstos para ser utilizados durante este 2019 en control del tráfico aéreo, actividad que se desempeña las 24 horas del día, en beneficio de la aviación civil y militar. Este sector no sufrió el recorte, puesto que el Ministerio lo considera como un gasto obligatorio.
La mayor parte del presupuesto del Ministerio de Defensa es para cubrir gastos de personal, que corresponden al 75% de los fondos. Otro 13% va para gastos corrientes, como el mantenimiento de los cuarteles, y el 2% están destinados al pago de deudas. Sobra menos del 10% para inversiones. El corte alcanza justamente esa cifra del 10%.
Con dicho recorte, se están afectando programas como la construcción de submarinos por la Marina y hasta el sistema de vigilancia y protección de las fronteras montado por el Ejército.
Uno de los programas que sufre mayor recorte es el FX-2, con la adquisición de 36 cazas SAAB Gripen que tuvo R 447 millones bloqueados de un total de R 1.346 mil millones.
Otro proyecto afectado es el HX-Br (H-225M), destinado a reforzar a las Fuerzas Armadas con 50 helicópteros. El mismo debería haber finalizado en 2018, sin embargo, sin recursos, el proyecto fue pospuesto más de una decena de veces.
La decisión del gobierno brasileño forma parte de una estrategia del sector económico del gobierno para cumplir con el decreto que establece un contingentamiento de cerca de R 30 mil millones.
Fotos: Ministerio de Defensa de Brasil
Y los milicos brasileños habràn creido que con Bolsonaro se terminarban sus problemas de presupuesto, pues NO, por lo visto que no.
La verdad señores, es que si no entendemos que USA necesita una Latinoamérica débil para sus propósitos, volvamos a estudiar los viejos manuales de geopolítica, saludos