Donald Trump aprobó bajó provisión de emergencia, la venta de armas a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, entre otros países. La información fue brindada por el Secretario de Estado, Mike Pompeo, al Congreso de los Estados Unidos.

Acorde a lo publicado por The Washington Post, los acuerdos tienen un valor aproximado de 8 mil millones de dólares, donde Estados Unidos proveerá bombas mortero, misiles, aviones no tripulados, además de servicios de reparación, mantenimiento y municiones de precisión.

La venta de armas bajo la provisión de emergencia se produce en medio del rechazo de los legisladores a aprobar dicha venta, puesto que los mismos consideraron que Arabia Saudita pudiera usar las armas para apoyar al presidente Abdu Rabbo Mansour Hadi en la guerra civil de Yemen.

El presidente recibió duras críticas por su accionar. El senador Robert Menéndez alegó que “al tratar de explicar su decisión, la administración [Trump] ni siquiera identificó qué mecanismo legal cree que está utilizando”, el presidente, “no identificó realmente lo que constituye una emergencia hoy, ni tampoco explicó cómo estos sistemas, de los cuales muchos tardarán años en ponerse en servicio y a disposición, beneficiarán de inmediato a los Estados Unidos o a nuestros aliados”, en conclusión, “no especificó porque mereció una acción tan rápida”, concluyó Menéndez.

Foto de portada: UPI News

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1 COMENTARIO

  1. Está claro que el presidente norteamericano propone y dispone a su gusto y parecer de la política exterior de EE.UU en una magnitud nunca vista, incluso ni siquiera durante el gobierno de Bush Jr., años en que su accionar estuvo relativamente justificado por el emprendimiento de la guerra contra el terrorismo internacional. El presidente estadounidense recurre al congreso cuando necesita respaldar su visión política, como en el caso de Turquía, y ni lo tiene en cuenta en el caso de Arabia Saudita, su principal aliado en la zona del Golfo Pérsico (junto a los Emiratos Árabes Unidos). No hace falta ni siquiera recordar la manera en que se ha desempeñado el reino saudí en su conducta en la crisis yemení ni en el asesinato de un periodista opositor a su régimen en la embajada saudita en Estambul, todos hechos recientes, que han obligado a algunos países como Alemania a interrumpir sus exportaciones de armas (incluso con contratos vigentes) por tales conductas. El ejecutivo estadounidense considera que el fortalecimiento militar de sus naciones aliadas en la conflictiva zona del Golfo Pérsico, ante la posible escalada bélica con Irán, a quien hay que disuadir de actuar, es más importante que cualquier forma de ecuanimidad política en la región, por ejemplo con Turquía. Arabia Saudita es pasible de contemplaciones aún a costa de actuar a espaldas del congreso. Ante Turquía hay que mostrar firmeza hasta sus últimas consecuencias para castigarla por sus “errores políticos”, y para ello es necesario actuar según las leyes, es decir, respetar las decisiones del congreso norteamericano.

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