Unos dos años atrás en una breve columna se mencionaba que la Argentina venia siendo una fabrica de expectativas en función de su industria de defensa. Era clara la idea de que tras décadas de exposiciones, mock-ups y discursos trillados de industria nacional, el resultado para el sector militar decantaba en falsas expectativas y la sensación de tiempo y recursos perdidos. La desconfianza y el hastío sobre esta situación ha llevado a que en el ultimo tiempo prime en la gestión del material a incorporar la lista de supermercado.

Uno de los errores propios que ha predominado en nuestra concepción de la industria de defensa parece basarse en la excesiva centralidad o la extrema desconcentración para abordar proyectos de interés estratégico para el país. Por un lado, proyectos como el IA-100, el SARA, entre otros, que han caído presas de una excesiva arrogancia departamental y pretensiones despampanantes que han llevado al practico cierre de sus esfuerzos de producción. Por otro lado, una constante tendencia de las distintas unidades de diseño, ciencia y tecnologia que tienen las fuerzas armadas ademas del Ministerio de Defensa de trabajar como compartimientos estancos. Parece mantenerse como regla que el esfuerzo de desarrollo del sector militar debe estructurarse a raiz de cada una de las fuerzas y no tomar en cuenta las fortalezas que posee el sector privado, entre pymes, universidades y demás fuerzas productivas de la Nación.

La política, no parece mostrarse como un facilitador entre Universidades y empresas con el instrumento militar, descartando de esta forma convertirse en un promotor de desarrollo, no solo para nuestro pequeño complejo industrial-militar, sino para el propio poder militar de nuestro país.

“¡Y claro!”, diría algún sector de las fuerzas cansado de atrasos, proyectos truncos o ingentes gastos de recursos en sistemas que no terminan de entrar en producción, mientras negocia la incorporación de un sistema de armas en el exterior que se encuentra en alto grado de desarrollo en nuestro país, pero que por cuestiones malditas de la burocracia no entra en cadena de producción.

Es importante aclarar que el desarrollo nacional de sistemas de armas, fuera de comentarios trillados, es decisivo no solamente para generar cadenas de valor y posicionamiento comercial en un mercado mundial millonario, sino que se presenta como una verdadera capacidad disruptiva frente a situaciones de crisis y conflicto (de baja o alta intensidad). La concepción, investigación, desarrollo y producción de material para la defensa son instrumentos que verdaderamente le otorgan capacidad de maniobra a la política estratégica de una Nación, tal como lo vienen haciendo los grandes dentro del concierto de naciones.

En épocas de listas de supermercados, donde el debate parece recortarse en una opción por lo ruso o estadounidense, la Argentina se debe una mirada a su propia y rica historia militar, la cual se apoya en un paulatino esfuerzo para ganar capacidades estratégicas con el apalancamiento de un Estado otrora dirigista y estratégico. Si bien estos términos juntos suenan a siglo XX, no han perdido vigencia para las principales potencias del mundo.

Argentina muestra que busca repensar el “para que” de las Fuerzas Armadas, un debate critico que todavía parece no haber sido definido. Cuando lleguemos al “con que” va a ser fundamental considerar el valor de lo que nosotros podemos pensar, diseñar y fabricar. Para entonces será importante observar si desde el poder político se pudo congeniar un ámbito en donde la estrategia de ciencia y tecnologia militar englobe a todos los actores importantes del país que puedan contribuir al esfuerzo de desarrollo, o si, por el contrario, mantendremos la inercia de los esfuerzos individuales, la disociación estructural que tiene el Ministerio de Defensa para con sus proyectos de desarrollo militar, la actual desconfianza de las fuerzas a los proyectos autónomos y una fastidiosa persistencia de la industria del prototipo.

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7 COMENTARIOS

  1. Por desgracia la industria de defensa de la Argentina, a quedado relegada en el contexto de Latinoamerica y principalmente con países vecinos. Hoy Brasil, Chile y el Perú dictan en la materia. La Argentina es el 8vo país más grande del mundo con miles de kilómetros terrestres como fluviales y marítimos a resguardar. Y la otrora Fabricaciones Militares era la encargada de suministrar casi el 60% de los sistemas de armas y equipos a las Fuerzas Armadas y de seguridad. Como también de abastecer las necesidades de diferentes países del mundo. Luego los “illuminatum politicus argentum” decidieron que la industria de la defensa en la Argentina no era de importancia nacional y decidieron vender, demoler o dejar librada a su suerte toda la logística de la defensa de la otrora gran República Argentina. Hoy se está tratando de reconstruir lo destruido y es donde la industria privada debe participar activamente en la industria de defensa.Ya que hay industrias con la tecnología suficiente que pueden reconvertir su ingeniería a las necesidades de nuestras fuerzas armadas. Pero todo esto tiene un inconveniente político, social y económico si los políticos no entienden la importancia que tiene la industria de la defensa, si de nuestras Universidades salen cada vez menos ingenieros calificados y si el estado no da el apoyo económico necesario. Todo esto es inviable y el ejemplo es la cantidad de proyectos que llegaron a concretarse pero no a producirse y otros que quedaron solo en ideas y nuestros políticos son cuasi analfabetos funcionales en estas cuestiones y piensan mas en sus arcas que en la patria.

  2. LAMENTABLEMENTE DE TENER TODO DESDE 1920 FADEA , ASTILLEROS EN SU MOMENTO RIÓ SANTIAGO EL MAS GRANDE AMÉRICA LATINA , FABRICAS MILITARES , TAM , MISILES UNOS DE LOS PAÍSES PIONEROS EN ESTE TIPO DE IND. A NO TENER NADA Y HOY ATRASADOS Y INDEFENSOS CON RELACIÓN A LOS VECINOS , SI HUBIÉSEMOS SIDO UN PAÍS SIN NADA HISTÓRICAMENTE SE PUEDE ACEPTAR PERO TENIENDO TODO Y HABERLO DESTRUIDO ES INACEPTABLE DIRÍA TRAICIÓN A LA PATRIA ENTREGANDO SOBERANÍA Y AGREGO LA MARINA MERCANTE VENDIDA VILMENTE SIN NINGÚN BENEFICIO , ES INDIGNANTE E INJUSTO

  3. Como tenerse capacidad humana para desarrollar tecnología, se la tiene, lo que no existe es capacidad financiera para el desarrollo y continuidad de los proyectos, así es como nunca se terminaron de fabricar los 6 submarinos que se pretendían, los Pucará están entrando en extinción, la modernización de la escuadra naval sigue en “veremos” y el desarrollo de otros tantos elementos de la defensa nacional siguen en estado de promesa. Durante más de 25 años, la inversión en FFAA, fué una cuestión ideológica y se consideró que no debía invertirse en producción ni adquisición de nuevo armamento ya que…”no existía hipótesis de conflicto”…ignorándose que, de todas formas, nuestra soberanía debía custodiarse igual. Con ésta política llegamos a un aparato de defensa anticuado y obsoleto, casi no tenemos desarrollo nacional, ni actualización o compra de nuevo material eficiente para nuestra nación.

  4. Parte de la gigantesca decadencia de nuestras fábricas militares se lo debemos a las relaciones carnales del mayor traidor de Menen se allanó a las exigencias de EEUU y a las presiones de los ingleses. Así estamos si perdemos el tren corremos serios riesgos por la ambición de las grandes potencias. Debemos armarnos urgentemente para que no sea tarde

  5. Creo que es necesario un enfoque autocritico de lo que es el desarrollo de la defensa nacional por parte de nuestros gobernantes que nos lleven a políticas dirigidas a lo que se “desea” realmente sobre este tema. Y en este foco fallamos (en defensa y en muchos otros temas mas) ya que cada FFAA y el ministerio de Defensa piensan en polos opuestos. Por la parte aeronáutica que es lo que mas conozco sospecho que hay fuerzas “invisibles” pero políticamente fuertes que solo quieren el provecho onerosos frente a un negocio en vista de la índole que sea. De ahí, es posible deducir el ralentizado proyecto de remotorizacion (y actualización de todas sus obsolescencias) para el Pucará frente a la compra de los Texan II, con las escusa de aviones de entrenamiento. O del famoso IA-100, proyecto parado gracias a la compra de los Tecnam y Grob120 por caprichos de la FAA.Ni hablar del desarrollo de radares por parte de Invap, o el proyecto SARA del mismo promotor. NADA de esto es posible sin la inversion por parte del estado como ocurre en los poquísimos países que desarrollan este tipo de tecnologías. Estos son ejemplos nada mas de lo que de fondo pasa y podríamos mencionar muchos mas por parte de la industria privada. En argentina hay capacidad humana para desarrollar tecnología pero no recursos suficientes para hacerlo y absolutamente nadie de ninguna parte del mundo va venir con la receta bajo el brazo a explicar como desarrollar alguna de ellas que nos permita competir en el mundo de hoy. Es por eso que la inversión y la decisión deben venir del estado como consecuencia de un proyecto industrial de defensa a corto medio y largo plazo sin depender del color político de turno.
    Creo que aun tenemos muchas posibilidades de desarrollar y producir para nuestra defensa y para “aliados” estratégicos que crean en nuestra tecnología pero esto dependerá pura y absolutamente de la conciencia soberana tanto de nuestra sociedad, nuestras FFAA y de nuestros gobernantes.

  6. Me quedo con la frase para que? Y una vez respondido esto con que? Todo se resume en la respuesta de esas dos preguntas que debe de responder la política. De todas formas me parece que vamos por el buen camino. En el desfile quedó demostrado.

  7. Tuvimos la 7a flota por tonelaje del mundo nuestra fza.aérea mostro a n/pilotos luchando a la par contra todo el aparato de la Otan con ayuda de algún vecino, creo que seria oportuno empezar
    A que esto lo manejen profesionales idóneos y con profundo sentimientos patriotas negociar con todos y obtener avances tecnológicos de todos hoy son varias las opciones y lo del fideicomiso para obtener fondos p/las faa es muy buena idea copiemos lo bueno se acuerdan de Japón y su armamento p/la 2a guerra mundial.

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