El Pentágono condenó el miércoles, las pruebas de misiles realizadas durante el fin de semana, en China en el Mar de China Meridional.
Durante el fin de semana, China llevó a cabo pruebas de misiles balísticos contra embarcaciones y lanzó al menos un misil en el Mar de China Meridional, que contiene varios cientos de pequeñas islas reclamadas por China, Taiwán, Vietnam y otros países.
Entre ellas se encuentran las Islas Spratly, donde se ha visto una acumulación de instalaciones militares chinas. Los observadores dijeron que el misil pudo haber sido un misil balístico DF-21D, conocido como “asesino de portaaviones”. Según autoridades chinas, el misil tendría la capacidad de dejar fuera de combate a un portaaviones.
China previamente movilizó misiles de crucero desde sus estaciones militares en la región, una ruta de envío crucial, en la que cada año viajan USD 3.4 billones en mercancías.
Las pruebas se produjeron mientras Estados Unidos y China acordaron, en la cumbre del fin de semana del G-20 en Osaka, Japón, reanudar las negociaciones comerciales y comprometerse a evitar nuevos aranceles sobre los productos importados.
Los analistas sugirieron que las pruebas de misiles eran un medio para mejorar el poder de negociación de Beijing en las próximas negociaciones comerciales.
China advirtió que parte del Mar de China Meridional se vería afectado por ejercicios militares durante un período de cinco días, que finalizará el miércoles, pero no mencionó las pruebas de misiles.