Se espera que durante el próximo evento de tres días del Royal International Air Tattoo (RIAT), que comienza el próximo 19 de julio en RAF Fairford, se realice el anuncio de esta asociación, después de que el gobierno británico eliminase el programa Tempest del Salón Aeronáutico de Farnborough el año pasado.
El proyecto es la principal atracción de una nueva estrategia de combate aéreo que, en gran medida, permite a la industria aeroespacial de defensa británica mantener su ventaja tecnológica en el desarrollo de aviones de combate.
Durante el pasado Salón Aeronáutico de París, Mark Goldsack, director de la organización de exportación de defensa y seguridad del gobierno del Reino Unido dijo que los británicos estaban manteniendo conversaciones con al menos una docena de países para unirse potencialmente al programa.
El gobierno británico prometió 2.500 millones de dólares, para financiar las primeras etapas del programa, que está siendo liderado por parte de la industria por BAE Systems, Rolls-Royce, el fabricante de misiles MBDA y el brazo británico de Leonardo, un proveedor clave de sistemas como el radar, aunque los funcionarios del gobierno siempre han dejado claro que el programa Tempest solo se puede llevar a cabo con la participación de socios extranjeros que aportasen dinero, tecnología y mercados.
Doug Barrie, analista aéreo militar principal del grupo de expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, ha dicho “Saab ha sido capaz de construir aviones de combate capaces a un coste que un país como Suecia puede permitirse, por lo que aportan competitividad en costes y un gran número de pedidos potenciales. Con una Rusia mucho más asertiva a sus puertas, los suecos podrían considerar sus requisitos de capacidad para 2040 y más allá y decidir que necesitan algo mucho más grande que el Gripen”.
Suecia, Japón, Italia y Turquía han sido algunos de los países promocionados como socios potenciales para un programa destinado a ver el primer avión volando alrededor de 2035.