El Ministerio de Defensa ruso finalmente completó un prototipo del vehículo no tripulado Altius-U, la versión de los drones RQ-4 Global Hawk y Predator de EEUU. Después de varios reveses prácticos y aumentos de costos, el Altius-U de seis toneladas se elevó a los cielos durante 32 minutos.
El prototipo fue equipado con equipos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) durante el vuelo de prueba, dijo Samuel Bendett, investigador de la Corporación CNA. Eventualmente, el dron estará armado para llevar a cabo ataques de precisión y podrá transportar hasta una tonelada, dijo Bendett a Insider.
El UAV voló a una altitud de aproximadamente 800 metros, o 2.600 pies, aunque Bendett dijo que tanto el Altius como el nuevo dron sigiloso Okhotnik de Rusia, podrían volar a grandes alturas para penetrar las defensas aéreas de los adversarios.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el Altius-U es capaz de volar durante 24 horas, lo que le permite moverse mucho más allá de las fronteras de Rusia.
Bendett le dijo a Insider que Rusia estaba tratando de aprender las lecciones durante la experiencia de combate en Siria, y el desarrollo de Altius-U y Okhotnik muestran cuán lejos ha llegado Rusia en ambos frentes. “Esta era una capacidad que ansiaban”, dijo Bendett.
Pero el prototipo Altius solo está en su primera prueba: “Mucho tiene que suceder” antes de que cualquiera de los UAV forme parte del arsenal ruso.
Aun así, es una señal clara para los adversarios de Rusia de que está tomando nota de las tecnologías de UAV procedentes de EEUU e Israel en particular, y de que está desarrollando las capacidades para luchar en las guerras del futuro.
La prueba de los dos vehículos aéreos no tripulados “va más allá de la discusión sobre si pueden o no [construir este tipo de armas] a sí lo hicieron”, concluyó Bendett.