Historia de una “Fortaleza” inexpugnable
Durante el Conflicto del Atlántico Sur, el IA-58 Pucará alcanzó y superó con creces todos los límites para los que había sido diseñado a mediados de los ‘60.
La legendaria robustez de la cual hacia gala, había protegido a sus pilotos de la lluvia de proyectiles que los cubrían en cada incursión que efectuaban sobre la cabeza de playa en el estrecho de San Carlos, así como también al cerrarse el cerco de las fuerzas británicas sobre la Base Aérea Militar Cóndor, en el istmo de Darwin.
Las misiones características de apoyo de fuego aéreo cercano y de reconocimiento ofensivo fueron ocasiones en las cuales demostró su eficacia y precisión.
Cabe destacar que, al momento que la fragata HMS Ardent se encontraba batiendo con fuego de cañones a las posiciones argentinas en Darwin, fueron los Pucará quienes encontraron y destruyeron las posiciones británicas terrestres que reglaban el fuego de la letal fragata.
Esa acción hizo que los aviones británicos buscaran a nuestras aeronaves de ataque para neutralizarlas y permitir el guiado del cañoneo.
En ese terrible encuentro, un Sea Harrier FRS 1 tuvo que efectuar tres corridas de tiro con sus cañones Aden de 30 mm para poder derribar al avión del, en aquel entonces Mayor Carlos Tomba, que de todas maneras pudo eyectarse y salvar su vida gracias a la solidez de su aeronave.
Otra prueba de la resistencia estructural de esta nave argentina, se da con el recuento de los impactos sufridos el 28 de Mayo de 1982, por el IA-58 matrícula A-537, en ocasión de efectuar tareas de apoyo de fuego sobre las tropas inglesas que atacaban Darwin. Dicha aeronave piloteada por el Capitán Roberto Vila, contaba con más de cincuenta impactos, solo en el blindaje de la zona de cabina y, a pesar de ello, siguió volando y regresó de manera segura a su base de despliegue.
Otra de sus características más notables es su soberbia maniobrabilidad a bajas velocidades, lo que la convierte en un letal “cazador de helicópteros”.
En efecto, la sección conformada por los Tenientes Miguel Giménez y Roberto Cimbaro logró derribar ese 28 de mayo, al menos un helicóptero “Scout” británico, haciendo que un segundo se diera a la fuga sin poder completar su misión de traslado de Royal Marines a la línea de contacto.
Evolución de un proyecto argentino, hacia el IA-58 “Fénix”
El primer avión IA-58 Pucará realizó su vuelo inaugural, en las instalaciones de la Fábrica Militar de Aviones, en el año 1969 y la etapa de producción duró entre 1974 y 1999, alcanzando un total de 107 aeronaves construidas.
En la Fuerza Aérea Argentina el sistema de armas ha estado operativo desde 1975, manteniéndose en servicio a lo largo de 44 años.
Sin embargo, la actual situación logística , de material y ciertas obsolescencias en sistemas, sumado a una transformación de paradigma operativo basado en el cambio del campo de batalla futuro, determinaron que el sistema de armas debía dar un paso hacia adelante técnico-cualitativo, evolucionando de aeronave de ataque a otra que efectuara misiones ISR (Intelligence-Surveillance-Reconnaissance, es decir, Inteligencia-Vigilancia-Reconocimiento).
En el paradigma anteriormente mencionado, la información es tanto o más importante que el armamento, cuyo poder puede ser colocado sobre el o los blancos a batir, en un momento determinado, con una precisión determinada.
Según la información que el sistema de armas “Fenix” pondrá a disposición de las fuerzas propias, en la oportunidad y calidad suficiente, permitirá que en caso de conflicto o guerra, sean necesarias menor cantidad de aeronaves desplegadas y menor cantidad de salidas para la neutralización de un mismo blanco, al cual en la etapa anterior, solo le era permitido ser reconocido de manera visual antes de ser identificado y atacado, debilitando la efectividad de las acciones y evitando la sinergia necesarias de sistemas.
Asimismo, será un efectivo medio que permitirá aumentar la capacidad de Vigilancia y Control del Aeroespacio Nacional, fin último de la Fuerza Aérea en tiempos de paz.
En ese sentido se ha avanzado en estudios que permitirán el empleo de este sistema con un nuevo rol y mediante un número limitado de aeronaves, con una proyección de empleo por un periodo aproximado entre 15 y 20 años.
El objetivo expresado para esta evolución técnico-cualitativa se alcanzará mediante el cumplimiento de una serie de metas, tales como:
• Certificación de la aeronave con su nueva planta motriz (cambio de planta de poder Turbomeca Astazou por P&W PT6-62)
• Modernización de componentes y sistemas de la aeronave para cumplir la proyección de empleo (por ejemplo: cambio de las actuales hélices por cuatripalas Hartzell).
• Instalación y certificación de equipamiento electrónico para tareas ISR (Todo este equipamiento efectuado en el país por Fix View e INVAP), que consta de:
• Sensor multiespectral con capacidad de visión óptica, FLIR (Forward Looking Infrared, es decir, visor hacia adelante en modo infrarrojo)
• Designador de blancos laser.
• Módem satelital con transmisión Data Link en tiempo real.
• Instalación de radar de apertura sintética por el INVAP.
• Instalación de equipamiento COMINT (Inteligencia de Comunicaciones)
• Modernización de cabina y comunicaciones.
Esta noble aeronave renueva sus sistemas, adquiere nuevas capacidades y se proyecta hacia el futuro.
Hola alguien podria pasarme info sobre el personal que desarrollo el Pucara? Tengo entendido que mi abuelo(que no conoci) era uno de los ingenieros que desarrollo las alas del avion. Graciaas
Hola…perdón…¿GARRET PT6? ¿AAAAHHHHH?
Asi salio en la gacetilla. Debería leerse P&W PT6A
El Pucara es una nave de ataque al suelo que fácilmente podría reemplazar a un helicóptero en ésa función, no debemos descartarlo ya que es difícil que podamos obtener un Cobra, un Tiger o más aún un Apache.
Pero no es que los Puca ya están radiados de servicio activo??
Pará qué modernizarlos si no hay ya células ni motores disponibles?
El avion cambia de rol dentro de la fuerza, por eso lo de “Fenix”.
Mariano y amigos,un exelente proyecto ,lo del Fenix,una muestra mas de la capacidad e inteligencia de los Argentinos para reconvertir este swimbolo patrio en un guerrero moderno.
Ojala se concrete pronto y lo veamos volar hasta el siglo 22, agunque a mi entender dacrificando su capacidad de ataque.pero bueno ,un grab cariño por este sistema de armas que seguira en carrera ,vamos Argentina…
Cesar;es una aeronave totalmente nueva ,motores ,helice ,avioinica y cambia el cometido ,ahunque con las mismas prestaciones.
Con respecto a las celulas ,se hablo que habia unas cuantas en reserva ,de las decadas del 70 y 80 que no se usaron,y estan preservadas,lo que que se agoto casi totalmente son los motores Aztazou ,diacontinuados de la fabrica de Francia por su betustez.Por eso la baja prematura del avion ahun con posibilidades de seguir.
Sr Juan para su conocimiento en esos momentos del inicio del pucará mi padre conocía a unos de los diseñadores apodado el gato único dato por no acordarme de su nombre entre otras cosas le gustaba el flamenco baile y música y Hera un verdadero artista por las figuras en yeso que realizaba
Según datos estadísticos extraidos de varias fuentes, deben existir alrededor de veinte (20) células de IA-58 A disponibles y pasibles de transformación. El artículo habla de que el proyecto “Fénix” ponderará la capacidad de detección de blancos e intercomunicación (data link) con respecto a la cantidad, así que probablemente no se modifiquen más allá de 10 o 12 células, para mantener un mínimo operativo constante de 6 unidades. Tengamos en cuenta que el enemigo proyectado de éstos aviones no serán representantes armados de naciones en conflicto sino blancos móviles civiles o paramilitares fuera de la ley, contravinientes o contrabandistas y traficantes, armados o no, pasibles de ser derribados o destruidos. Son los nuevos guerreros de una guerra silenciosa y no declarada formalmente, pero que es sumamente destructiva y erosionante. Pienso que al Pucará se le podrían otorgar sin grandes esfuerzos tareas de patrulla marítima, tales como las que realizan los Beech B200 Cormoran.
Lo importante aquí es notar que toda la tecnología de sensores es de desarrollo y producción nacional, aunque seguramente con muchos componentes foráneos. De todas maneras, ése es el camino que se espera deba recorrerse. También es importante hacer notar que una aeronave de combate de bajas prestaciones, con bajo costo operativo y de entretenimiento, aunque especializado en sus funciones, podría tener amplio mercado externo. Habría que sondear esta posibilidad, ya que incluso se han hecho estudios de factibilidad de incorporar blindajes extras en cabina y motores, para defenderlo de impactos directos de bajo calibre o explosiones cercanas, lo que incidiría favorablemente sobre la capacidad de supervivencia de un avión muy fuerte estructuralmente y bimotor, otorgándole ventajas comparativas con respecto a aeronaves monomotores destinadas a los mismos usos. Estos aviones bien podrían, como anota Csar, reemplazar o complementar en muchos casos a los helicópteros, de costes de adquisición, operación y entretenimiento muy superiores. El “nuevo” Pucará bien podría en el futuro encontrar un lugar que en el pasado, por circunstancias ajenas a sus bondades, no pudo tener más que escasamente. No sería descabellado imaginar un futuro Pucará II, mejorado estructural y aerodinámicamente, con partes realizadas con materiales compuestos (de los que FAdeA tiene amplia experiencia), con blindajes adicionados, modernizado en sus sensores, armamento y componentes normalizados en todo el mundo (motores, electrónica, etc.). Ello configuraría un avión capaz de ser ofrecido al mercado externo con una multiplicidad de configuraciones y equipamiento a pedido del comprador, desde unidades básicas de apoyo cercano, hasta aviones especializados, con equipamiento de ataque de precisión, incluso nocturno. De todas maneras, primero hay que solucionar cuestiones básicas de FAdeA, como procesos productivos y financiamiento. No se puede intentar vender un producto afuera de casa si no podemos producir más que tres Pampa III por año y estar un lustro casi para modernizar un Hércules o un Orion, por poner un ejemplo.