Existe la posibilidad de que los Estados Unidos se encuentren próximos a realizar una prueba de un nuevo misil balístico en tierra en las próximas semanas. Dicha prueba, sería la primera en ser realizada tras la salida del país del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio.

En marzo, los funcionarios del Pentágono dijeron a los periodistas que tienen la intención de probar un misil balístico de rango intermedio en el plazo del mes de noviembre. En la Conferencia Anual de Noticias de Defensa, que se llevó a cabo en septiembre, Robert Soofer, subsecretario adjunto de defensa para la política de defensa nuclear y de misiles, confirmó que el Pentágono está en camino a realizar la prueba. “Creo que todavía es el plan llevar a cabo una prueba de misiles balísticos antes de fin de año”, dijo entonces.

Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Soofer y si esas pruebas aún están planificadas, el portavoz del Pentágono, el teniente coronel Robert Carver, no pudo “confirmar o negar que se realizará una prueba en noviembre. No puedo proporcionar ningún detalle sobre las fechas, horarios o ubicaciones de las pruebas”, dijo.

Se espera que la prueba, si se realiza según lo planeado, involucre un misil balístico con un alcance potencial de aproximadamente 3.000 – 4.000 kilómetros. Los funcionarios del Pentágono especularon previamente que cualquier despliegue de tal arma, potencialmente en Guam, no sería probable durante al menos cinco años.

Estados Unidos salió del Tratado INF el 2 de agosto, luego de una decisión tomada a fines del año pasado de que el acuerdo ya no beneficiaba a los intereses estadounidenses. El Tratado INF fue un pacto de 1987 con la ex Unión Soviética que prohibió los misiles balísticos y de crucero nucleares y convencionales lanzados desde tierra con rangos de 500 a 5.000 kilómetros. Sin embargo, los aliados de Estados Unidos y la OTAN han declarado durante años, que Rusia se encuentra en violación del acuerdo. Acusación que Rusia ha negado en varias oportunidades.

“Un misil balístico de 3.000 a 4.000 kilómetros de alcance representaría una amenaza mucho más directa para los países de origen ruso y chino”, dijo Reif, de la Asociación de Control de Armas. “Parece muy poco probable que los aliados de EE. UU. en Europa o Asia, reciban un misil que pueda atacar profundamente a Rusia y China en cuestión de minutos”. Podríamos desplegar un misil así en Guam, pero su supervivencia no estaría asegurada allí, lo que aumentaría la posibilidad de crisis”, concluyó Reif.

Imagen de portada: Staff Sgt. J.T. Armstrong /U.S. Air Force vía AP

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