La defensa argentina espera importantes definiciones en los meses por venir. El arribo de una nueva gestión promete no sólo un fuerte recambio de autoridades –hasta qué nivel, es aún una incógnita- sino también un giro estratégico a nivel conceptual.
Entre las novedades ya en marcha, podemos incluir la aprobación en la Cámara de Diputados del FONDEF que, entre los más esperanzados, presagiaría algún tipo de renovación a nivel político nacional sobre la conducción, misión y razón de ser misma del instrumento militar.
Ciertos sectores aguardan que gran parte de la carga simbólica peyorativa que históricamente asoció a las Fuerzas Armadas una fracción del entramado político kirchnerista dé paso a una nueva relación y resignificación estratégica que allane el camino para dejar atrás definitivamente temores y recelos ya caducos.
En décadas recientes, el instrumento militar argentino –y esto lo hemos manifestado anteriormente- ha dado innumerables pruebas de ser un ejemplo de institucionalidad democrática a pesar de todos los tironeos a los que se vio sometido desde los más variados espacios políticos. Con más o menos presupuesto, redefinición de misiones y decretos de por medio, las fuerzas armadas han mantenido siempre una subordinación absoluta al poder político y han dado paso a una creciente integración con la sociedad civil de la que se nutren y a la que dedican sus días en la instrucción militar.
Como decíamos, el FONDEF representa una gran oportunidad para comenzar un tibio pero imprescindible proceso de repotenciación de capacidades militares que permita a la tropa local estar a tono con las necesidades contemporáneas de la incertidumbre estratégica. Es también, desde lo simbólico, un gesto de tregua a los cuadros castrenses que desde hace más de treinta años sufren inmerecidos destratos, siendo la pauperización material del personal militar uno de los daños republicanos más lamentables del período democrático.
Aun así, las fuerzas armadas argentinas continúan formándose y manteniendo estándares internacionales de profesionalismo en medio de malabares técnicos para mantener en servicio gran parte del material vetusto que la corporación política les asigna para defender una de las diez naciones con mayor superficie sobre la tierra -reservorio estratégico de recursos renovables y no renovables- y con parte de su territorio ocupado por una potencia militar de primer orden. Con lo poco que tienen, con las pocas horas que se les asignan para salir al terreno, navegar y volar, y con la escasísima munición para entrenarse ante el posible atrevimiento militar de un estado extranjero, la dignidad e inmenso profesionalismo de los marinos, soldados y pilotos argentinos ha logrado salvaguardar saberes y experiencias críticos a la espera de una impostergable actualización material.
Habrá que ver si con la nueva administración, FONDEF mediante, puede lograrse una renovación parcial del parque actual y, crucialmente, darle un muy necesario impulso al complejo militar industrial nacional. Este, país pionero en la industria aeronáutica, en la industria naviera y con desarrollos reconocidos globalmente en campos tan sensibles como el nuclear, el satelital y en materia de radares, aguarda la luz verde del nivel estratégico nacional para comenzar un proceso virtuoso de reequipamiento militar con posibilidades de generar ventas al exterior –ahora que tan necesitado está el país de divisas- y, simultáneamente, de fortalecer la articulación con una red preexistente de PYMES del sector militar y con entidades educativas a lo largo y ancho del país en nichos industriales críticos.
Todo gobierno nuevo cuenta siempre con el beneficio de la duda más allá de lo que haya hecho o dejado de hacer. Habrá oportunidad, llegado el caso, de cuestionar críticamente con toda la inclemencia necesaria si, una vez más, el ápice estratégico nacional decide dar la espalda al garante último frente al mundo de nuestros máximos valores e intereses. Reposará en los máximos responsables del MINDEF el darse cuenta de que aun con muy poco -pero con gran voluntad política y correcto asesoramiento técnico- es mucho lo que se puede hacer. Por ende, no existen excusas para que el abandono de la defensa en Argentina siga en su estado actual. Más aun, cuando poner de pie a las fuerzas armadas sería, como hemos dicho, un medio idóneo más para apuntalar una etapa de reconstrucción nacional cuya primera prioridad bien debería ser rescatar de la pobreza a más de dieciséis millones de argentinos que necesitan el auxilio inmediato del estado, empleos de calidad, educación, salud, vivienda y a los que se les debe la dignidad material y simbólica que todo compatriota merece por el mero hecho de vivir en esta tierra.
Millones de excluidos que, junto al resto de los argentinos, también tienen el derecho, necesitan y merecen que los representantes del pueblo de la Nación Argentina provean en su nombre a la defensa común.
Oportunidad? A luchar por la supervivencia otra vez y lo digo sin defender la pésima gestión saliente.
Muy interesante la nota, este fin de semana escuché al futuro ministro Rossi hablar, con respecto a las FFAA, no dijo nada en concreto pero mencionó que se tiene que tener acceso a tecnología más actualizada que pueda ser operada por las FFAA en general. El ejemplo concreto que utilizó fue la necesidad de contar con cazas supersónicos (un tema recurrente en los foros de defensa…)
También mencionó que se va a potenciar el rol de la industria nacional de defensa, es decir sectores en los que Argentina puede generar producción o modernización. En fin nada en concreto, pero al menos una carta de intención…
muy buena la nota, pero el nuevo gobierno a demostrado una clara inclinación hacia la izquierda populista , muchos de sus integrantes fueron terroristas o hijos de terroristas, el en el ADN de este nuevo gobierno es debilitar al máximo las FFAA ven en ella un un enemigo, al nuevo gobierno no le interesa la soberanía solo les interesa la ideología, que comparte con países anti democráticos como Cuba Venezuela china
Muy acertados conceptos los de este articulo. El tiempo dirá si el anunciado deseo presidencial de fortalecer las FFAA, de la mano de la potenciación de la industria militar argentina es real, o nuevamente caen en la persecuta a las FFAA. y el debilitamiento de estas seguirá como política de estado.
Con respecto a funcionarios terroristas, es dable recordar que la hasta hoy ministra de seguridad supo ser montonera en su juventud, dando un giro de 180° con el transcurrir de los años.
Esperemos que luego de 4 años fuera del gobierno, hayan cambiado su postura respecto a las FFAA y se dediquen a recuperarlas en lo material y en su valoración como uno de los pilares del estado y de nuestro estilo de vida democrático.
Confio en que tanto el Ejercito como el Peronismo van a dar vuelta la pagina , cada uno puso su parte en el deterioro de las Fuerzas Armadas, es hora de dejar atras los rencores y pensar que somos el 8° pais mas extenso del mundo y tenemos que tener unas Fuerzas Armadas a la altura de las circunstancias.
OK, FM VA A VENDER EN NEGRO MUNICIONES DE NUEVO, FADAE SE VA A LLENAR DE K Y TAL VEZ VUELVAN A COMPRAR DE NUEVO MUNICION BERRETA DE ORIGEN CHINO….!!!
BUENISIMO, SIGA LA JODA…POBRE PAIS, VAMOS DE MAL EN PEOR…!!!