Las exportaciones de armas aprobadas por el Gobierno alemán alcanzarán este año un nuevo récord, tras tres años de descenso y pese a la prohibición de proveer de armamento a clientes de la importancia de Arabia Saudí y países en zonas de conflicto. El récord ahora batido se alcanzó en 2015, con exportaciones de armamento valoradas en 7.950 millones de euros.
Según la respuesta dada por el Ministerio de Economía a una pregunta de los grupos parlamentarios de Los Verdes y del partido Die Linke (La Izquierda), la cifra de exportaciones armamentísticas ha crecido un 65% respecto del 2018, sin computar todavía diciembre.
Las entregas más importantes se realizaron en Hungría, socio de la Unión Europea y de la OTAN, con 1.770 millones de euros, seguido de Argelia, con 843 millones de euros. Egipto compró a Alemania armamento por valor de 802 millones de euros y Estados Unidos, cliente también de la industria armamentística germana material bélico por valor de 652 millones de euros.
Las exportaciones de armas fabricadas en Alemania comenzaron a bajar en 2015, pero la curva de concesión de licencias de ventas dio un giro a mediados de este año. En verano, las exportaciones sumaban los 5.300 millones de euros, más que todo el año anterior.
Según el ministro de Economía, el cristianodemócrata Peter Altmaier, las cifras hay que leerlas en su contexto y el que explica ese incremento de las exportaciones son las elecciones generales de 2017, que crearon un atasco en la toma de decisiones.
Almaier destacó que las exportaciones a los países que no son miembros de la UE o de la OTAN se han estancado o reducido. En algunos casos del 52,9 al 44,2% respecto de 2018. En dinero, sin embargo, las ventas absolutas aumentaron en 1.000 millones.
Desde el partido de Los Verdes y Die Linke se han calificado las cifras aportadas por el ministro de vergüenza, pues, a su juicio, denotan disfuncionalidad en el sistema de control de las exportaciones y la hipocresía de un Gobierno que hace gala de un exportación restrictiva de armas.
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