Durante las décadas de 1980 y 1990 la US Navy encaró diversos programas de desarrollo de aeronaves de combate furtivas embarcadas con las que buscaba reemplazar al A-6 Intruder y al F-14 Tomcat, pero debido al espiral de costos en algunos casos, la complejidad tecnológica asociada al desarrollo de una aeronave furtiva embarcada en otros y, por sobre todo, el fin de la guerra fría, ninguno de estos programas prospero y como solución de compromiso la US Navy adopto al F/A-18E Super Hornet.
Tendrían que pasar casi tres décadas para que la US Navy obtuviera su primer cazabombardero furtivo, el F-35C Lightning II, el cual fue declarado listo para el combate en marzo de 2019.
En los siguientes enlaces hacemos un repaso por estos avanzados programas y las razones de sus cancelaciones: