Los principales líderes civiles y militares del Pentágono dijeron este miércoles, que China se ha convertido en el desafío militar y de defensa más importante que enfrenta Estados Unidos.
La “máxima prioridad del Departamento de Defensa sigue siendo China, ya que su gobierno continúa usando, y haciendo mal uso, de su fuerza diplomática, económica y militar para intentar alterar el panorama del poder y remodelar el mundo a su favor, a menudo a expensas de otros”. dijo el secretario de Defensa Mark Esper.
El Partido Comunista Chino se ha convertido en una amenaza estratégica para el orden internacional y busca la hegemonía regional y la influencia global, dijo el general del ejército Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, que se unió al Sr. Esper en el testimonio ante el Congreso. El Sr. Esper y el general Milley testificaron ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara sobre la solicitud de presupuesto fiscal 2021 del Pentágono de USD 705.4 mil millones.
Esper dijo que China continúa invirtiendo fuertemente en la modernización y expansión militar en áreas tales como el espacio, el ciberespacio, la guerra electrónica, la guerra submarina, los aviones de combate, los bombarderos, los misiles de largo alcance y otros “sistemas anti-access/area denial (A2 / AD)”. La acumulación es parte de los planes de liderazgo de Beijing para convertirse en el poder militar global preeminente para 2049.
“Lo más preocupante es que China persigue estos objetivos por cualquier medio necesario, incluida la transferencia forzada de tecnología, el robo de propiedad intelectual, el ciberespionaje y las adquisiciones comerciales”, dijo Esper. “Una vez que Beijing obtiene y desarrolla estas tecnologías, las aprovecha para intimidar o coaccionar a los estados más pequeños, al tiempo que reduce la ventaja competitiva de los Estados Unidos”.
Además, Pekín continúa militarizando las islas recuperadas en el Mar del Sur de China de formas que amenazan la libertad de navegación y la libre circulación del comercio en la región.
“A través de su iniciativa Belt and Road, China está expandiendo sus lazos políticos y económicos en Asia, Europa, América del Sur y África, con el objetivo menos publicitado de expandir la influencia y el alcance del Ejército Popular de Liberación”, dijo Esper.
China, además de tratar de socavar una región libre y abierta del Indo-Pacífico, está subvirtiendo la estructura de la alianza global liderada por Estados Unidos en todo el mundo “al ignorar las normas, estándares y leyes internacionales”, afirma Esper.
Por último se recalcó que la preocupación mayor radica en la presencia militar de China en el Mar del Sur de China Meridional, una presencia que incluye infraestructura militar-civil de doble uso en las Islas Spratly que China, Filipinas y varios otros estados reclaman. El aumento de las instalaciones militares en Spratlys es “un intento de controlar el acceso, proyectar su poder y socavar la influencia estadounidense en el área”, concluye Esper.
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