Mientras el presidente estadounidense, Donald Trump se preparaba para declara la “Emergencia Nacional” por el brote de coronavirus, también se debatía en la Casa Blanca si los Estados Unidos deberían intensificar la acción contra Irán, un rival de toda la vida que además ahora se encuentra devastado por la pandemia.
Un grupo conformado por el Secretario de Estado Mike Pompeo y Robert C. O’Brien, asesor de seguridad nacional, instaron a una respuesta dura contra los ataques con misiles que han matado a dos tropas estadounidenses en una base al norte de Bagdad, bajo el argumento de que una acción dura mientras Irán está batallando contra el coronavirus, podría arrojar a su líder finalmente a acordar negociar.
Pero el secretario de Defensa Mark T. Esper y el general Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, retrocedieron. El Pentágono y las agencias de inteligencia no tenían pruebas claras de que los ataques, lanzados por el grupo de la milicia chiíta Khataib Hezbollah, hubieran sido ordenados por Irán, y advirtieron que una respuesta a gran escala podría llevar a Estados Unidos a una guerra más amplia con Irán y la ruptura con Iraq.
Sin embargo, Trump autorizó ataques aéreos contra cinco depósitos de armas de la milicia dentro de Iraq, que se llevaron a cabo por la noche para limitar el posible número de víctimas.
Tres meses pasaron desde que Trump ordenó el asesinato del principal comandante iraní que planeaba, presuntamente, operaciones de ataque en Medio Oriente. El asesinato del comandante, el mayor general Qassim Suleimani, llevó a los Estados Unidos e Irán al borde de una guerra más amplia, y en las semanas posteriores, se ha desarrollado una mortal pelea por el control de Iraq, un territorio disputado por ambos desde hace mucho tiempo.
Pandemia de Coronavirus
Funcionarios estadounidenses dicen que existe “poco apetito” entre el presidente y algunos funcionarios de profundizar la lucha con Irán por miedo a generar una escalada peligrosa con el país.
Por su parte, Teherán está consumido en su lucha para parar la pandemia del coronavirus que ha devastado Irán, siendo uno de los países con los peores brotes.
Por otro lado, Estados Unidos también está tratando de manejar la crisis que ha ocasionado al mundo entero la expansión del COVID-19, tras haberse dado a conocer por primera vez en China.
A pesar de todo, EE.UU. continúa librando su campaña de “presión máxima” de guerra económica y presión diplomática contra Irán, considerando el asesinato del General Suleimani como un fracaso.
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