El presidente de Rusia Vladimir Putin lideró las conmemoraciones limitadas por las medidas de prevención frente al avance de la pandemia en el país. En el 75º aniversario del triunfo sobre la Alemania nazi, el mandatario hizo un llamado a la unidad.
Sin las ostentosas celebraciones habituales pero con el mismo mensaje de patriotismo y unidad. Así recordó Rusia el 75º aniversario del Día de la Victoria, que se vivió a escala reducida por las medidas de prevención del Covid-19.
El presidente Vladimir Putin encabezó las modestas conmemoraciones del día que los rusos recuerdan como la victoria soviética sobre la Alemania nazi en 1945. Esta jornada -que se celebra un día después que en Europa y Estados Unidos porque, a la hora de la firma de la capitulación alemana, en Rusia ya era 9 de mayo- suele ser una gran fiesta nacional en el país, con un despliegue del poderío militar ruso y una tribuna utilizada desde hace años por Putin para enaltecer el patriotismo de su nación, uno de los puntos más importantes de su discurso político.
Sin embargo, el avance de la pandemia en Rusia -que deja en el país más de 198.670 casos y más de 1.800 muertes- privó al mandatario de liderar el tradicional gran desfile militar anual en la Plaza Roja de Moscú.
Aún así, Putin lideró una ceremonia en la que depositó flores frente a la llama eterna de la Tumba del soldado desconocido y guardó un minuto de silencio en homenaje a los 27 millones de soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial, entre ellos, 8 millones de soldados.
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