El proceso de evolución militar en el mundo antiguo

Los acadios

Antes de la aparición de los acadios, el sur de la Mesopotamia zona fértil entre los ríos Tigris y Éufrates estaba formada por muchas ciudades-estado sobre todo como hemos visto Sumerias, cada una de las cuales tenía su propio rey y territorio.

Los Acadios, se cree que eran originarios de la zona norte de Mesopotamia en torno a la ciudad de Kish y protagonizaron un intercambio cultural con los Sumerios cuando Sumeria estaba en decadencia, en torno a 2334 a.C., un funcionario de lengua semita de la Corte del rey de una de esa ciudad-estado mesopotámica, hijo de madre soltera y adoptado por el Rey de Kish derroco al soberano y asumió el poder real.

Se llamó a sí mismo Sargón (imagen) y desde Kish se dirigió contra el más poderoso monarca sumerio de la región, Lugalzagesi, señor y rey de Uruk. Disponía de un ejército típico sumerio de entre los 800 y 1.000 combatientes, recordemos que las ciudades sumerias ya disponían pequeños ejércitos permanentes, pero también dependían de la formación de levas ciudadanas para poder ir a la guerra., Sargón consiguió vencerlo y luego atacó y venció a tres ciudades más en el sur de Mesopotamia: Ur, Lagash y Umma, tirando abajo sus murallas y siguió avanzando con su ejército hasta llegar a las orillas del golfo Pérsico donde para demostrar su autoridad lavó las armas de su ejército en las aguas saladas, constituyendo un imperio que extendió sus dominios por una gran extensión de terreno y que por primera vez fue capaz de mantener bajo un mismo gobierno a varias ciudades.

El poder de Sargón se basó en una evolución de las técnicas de combate ya existentes en los sumerios, realiza varias reformas del ejército y de las sencillas tácticas militares de la época y con un cambio radical del sistema de gobierno que estos habían utilizado tradicionalmente, los sumerios habían gobernado sus ciudades nombrando gobernadores de entre las principales familias originarias de esas mismas ciudades. Sargón, en cambio, prefirió nombrar gobernadores acadios, que eran enviados a las ciudades con órdenes reales para afianzar su predominio.

El Imperio Acadio llegó a extenderse desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Mediterráneo.
La primera reforma consistió en crear un ejército profesional, de unos 5.000 soldados. Esto le permitía, disponer durante todo el año de una respetable cantidad de militares profesionales y entrenados. Cada vez que conquistaba una ciudad, colocaba, junto a su delegado gobernante, una pequeña guarnición acadia en ella, con lo que además de actuar como advertencia hacia los recién conquistados, le permitía controlar mejor el entrenamiento y reclutamiento de ciudadanos, bajo el reinado de Sargón, el ejército, se estima, pudo llegar a los 35.000 efectivos.

La reforma en armamento fue amplia, afectando incluso a la táctica militar. Sargón mantuvo el uso de la falange de infantes cubiertos con mantos reforzados, aumentando el profesionalismo mediante un entrenamiento a fondo. A las lanzas sumerias les añadió el siparru. Esta arma, que ya era usada antes por líderes y generales sumerios, es lo que comúnmente conocemos como una “espada-hoz”. Estaba construida de bronce, lo que implicaba disponer de gran cantidad de dicho metal, razón por la que Sargón conquisto la parte montañosa del Elam, en la actual frontera entre Iraq e Irán, que era rica en minas de cobre y estaño. Pese a que se le llama “espada”, en realidad no se utilizaba como tal.

El siparru, y en general las espadas-hoz de todo tipo, se utilizaban para enganchar el escudo del adversario y descubrir su garganta, permitiendo que un compañero atacara con la lanza. Otro uso más directo consistía en degollar con ella. El arco compuesto, conocido desde tiempo atrás por los sumerios y nómadas semitas acadios; se introduce de forma masiva, con nueva técnica de construcción, estaba construido con láminas de una madera fuerte, reforzadas en la parte externa de las palas por tendones de animales y, en la interna, por piezas de cuernos de animales todo ello iba unido por un pegamento especial, compuesto, aparentemente, por tendones hervidos y pieles de pescado.

Recordemos que el arco sumerio, alcanzaba las 30 o 35 libras de potencia, mientras que el avance tecnológico del arco compuesto de Sargón, con mejoras en la calidad de los materiales y el pegamento, superaba holgadamente las 55 libras de potencia, lo que unido a la punta de bronce de las flechas permitía atravesar los mantos reforzados de la infantería enemiga, los arqueros, eran ahora, profesionales altamente calificados, y entrenados para poder disparar un número apreciable de flechas durante una batalla.

Gracias a esta arma, la falange acadia avanzaba hacia el enemigo apoyada por un fuerte contingente de arqueros que arrojaban desde su retaguardia descargas de flechas contra el enemigo, quebrantando su formación y produciendo una buena cantidad de bajas antes del enfrentamiento entre infantes. También en la formación acadia se aumentó el número de honderos, que cambiaron su roll de merodeadores sumando sus proyectiles a las descargas de flechas. Un párrafo aparte merece la utilización de técnicas de sitio para derribar murallas.

Podemos, por tanto, hacernos una acertada idea de cómo Sargón pudo convertirse en el conquistador invencible de las crónicas mesopotámicas. Ante tan arrolladora maquina militar las batallas se llegan a describir como de “poca duración”, tal vez apenas un encontronazo seguido de una desbandada general, que era perseguida por los carros de guerra, estos eran los mismos que ya tenían los Sumerios, eran muy poco maniobrables y de ruedas macizas. Sargón perdonaba a los vencidos y acto seguido los alistaba en un regimiento profesional, con ello aumentaba el número de efectivos de su ejército, ofreciéndoles una nueva forma de vida más acomodada que la anterior.
Este perfectamente entrenado ejército, consiguió que Sargón pasara de ser “Rey de Kish” a “Señor de las Cuatro Zonas del Mundo”, extendiéndose sus dominios desde la moderna frontera entre Irán e Iraq hasta el actual sur de Turquía y, por el oeste, posiblemente hasta la isla de Chipre.

El ocaso de los Acadios se producirá con Naram-Sin, (2254 a. C – 2218 a. C.) nieto de Argón, y digno sucesor en cuanto a conquistas, pues habiendo perdido todo el imperio al comienzo de su reinado, como consecuencia de una guerra civil, logró recuperarlo y aumentar las fronteras, pasando a la posteridad como un gran conquistador uno de los recuerdos que nos quedan de él es un objeto conservado en el Museo del Louvre, la Estela de Naram-Sin. Una talla en piedra arenisca con representaciones de los dioses a los que estaba dedicada la campaña militar de Lullubis hay dos textos cuneiformes en la estela.

En uno de ellos se explica que el objeto conmemora la victoria del rey acadio sobre los montañeses Lullubis.
Naram-Sin conquistó toda Ebla (Siria y parte del sur de Turquía), con 17 ciudades incluida una con triple muralla (Armanum), en poco tiempo. Arrasó desde la actual Siria hasta Gaza, sometió el Elam en una sola batalla.
Por eso lo que no cierra es que la campaña de la que se dice vencedor en Lullubis tardo cinco años, hoy sabemos que al acadio le gustaba exagerar sus gestas, por eso esta campaña muchos la dan como el talón de Aquiles de Acadia y el final de su imperio, Lullubis eran montañeses (antepasados de los Kurdos de hoy) que vivían en lo que hoy son los Montes Zagros en la frontera entre Irán e Iraq.

¿Cinco años para conquistar ese pedacito de terreno? Por si fuera poco, no mató a Satuni, el rey Lullubi, firmó un tratado de amistad con él, lo que también es increíble porque al acadio le encantaba cortar gargantas de reyes.

De cualquier forma, ya sea por esta humillante campaña de los Lullubis o por la pésima administración de este monarca que hizo que el imperio acabase sumido en la ruina económica, social y demográfica. – Fue el final de Imperio Acadio. –

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