El portaaviones USS Theodore Roosevelt ha regresado al mar después de meses de estar atracado en Guam tras un brote de coronavirus entre su tripulación.
La Marina de Estados Unidos (US Navy) anunció que el portaaviones salió de Guam e ingresó al mar de Filipinas este jueves, con el objetivo de llevar a cabo, vuelos de calificación Carrier Air Wing 11.
“Se siente genial estar de vuelta en el mar”, dijo el Contralmirante Stu Baker, comandante del Grupo de Ataque 9. “Llevar al Theodore Roosevelt y al Carrier Air Wing 11, un paso más cerca de regresar a su misión en el Indo-Pacífico, es un gran logro para la tripulación”.
Al portaaviones se le ordenó atracar en Guam el 27 de marzo, luego de que miembros de la tripulación dieran positivo por COVID-19. Para fines de abril, más de 1.100 de sus casi 4.900 tripulantes, habían contraído el virus.
Una vez amarrados en Guam, unos 4.000 miembros fueron evacuados del buque, sin embargo, el portaaviones debía continuar operando, con lo cual, se permitió que el mismo funcionará con una tripulación reducida. Desde entonces, el portaaviones ha sido sometido a protocolos de desinfección.
El USS Roosevelt aún no se encuentra operando con su tripulación completa, puesto que el objetivo es ir recuperando capacidades a medida que cada misión lo requiera, de lo contrario, se prioriza mantener una capacidad reducida para poder cumplir con el distanciamiento social. Pero, sí se está buscando integrar a los recuperados a medida que van cumpliendo con la cuarentena, según informó la Marina.
“Estamos ampliando nuestra tripulación a bordo en función de los requisitos de nuestra misión”, dijo el capitán Carlos Sardiello, oficial al mando de la embarcación. “Los vuelos de calificación Carrier Air Wing 11 requiere menos personal que otras misiones, lo que permite un mayor distanciamiento social mientras llevamos cabo esta misión”.
Durante el despliegue, los marineros a bordo del buque usarán máscaras y ejecutarán políticas de prevención y mitigación de COVID-19, dijo la Marina, y agregó que toda la tripulación estará bajo vigilancia médica, las reuniones en persona se minimizarán y las horas de comida se ajustarán a disminuir las interacciones entre la tripulación.
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