Avances y desarrollo: un repaso por algunos proyectos militares argentinos de los últimos años

El proyecto de modernización del VCA Palmaria se muestra como un ejemplo de continuidad y éxito. Surgida en el 2014, la planificación sobre los vehículos de artillería autopropulsada ha apuntalado la capacidad del motor, bomba, sistemas y sensores, ademas de incluir distintos tableros para brindar información sobre el blindado.

El trabajo sobre los VCA desde ese año ha avanzado a paso firme, llevando a que en la actualidad mas del 50% del parque haya sido modernizado.

Si bien a nivel números no ha implicado una cadena muy compleja, los trabajos realizados son un nuevo hito de los talleres de Boulogne.

Con sus matices, el proyecto de repotenciación y modernización de los M-113 al estandar A2 se observa como una demostración genuina de las capacidades industriales del Ejército Argentino. Si bien el proyecto avanza a ritmo lento (o por lo menos no al deseado), la solidez de sus trabajos han llevado a que alrededor de la mitad del parque buscado ya haya salido de los talleres de Boulogne. Con respuestos y fluidez presupuestaria se podría avanzar en poco tiempo al total buscado por la fuerza.

Mismo caso sucede con la repotenciación del viejo pero no menos capaz Unimog. Desarmado al completo y optimizada cada parte, la flota de vehículos que ya ha pasado por las distintas fases de puesta a punto, sale de los talleres a nuevo, dificultando reconocerlos como sistemas de mas de 40 años.

El proyecto Hornero, la conversión del Bell UH-1H a la versión Huey II implicó no solamente un ahorro importantísimo en divisas destinadas a la compra de un nuevo sistema, sino que permitiría al mismo tiempo, utilizar toda la capacidad instalada en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601 y los elementos disponibles en tareas de mantenimiento, entrenamiento y logística acumulados, con la experiencia de miles de horas de vuelo, asegurándose el EA la continuidad operativa del sistema, en principio por muchos años mas.

En la decada pasada la empresa INVAP se anotó otro poroto ganador en cuanto a desarrollos y modernizaciones. En este caso con el radar RASIT modernizado.

El proyecto Rastreador se alzó con media centena de radares de vigilancia terrestre, actualizando las capacidades del viejo sistema y adaptandolo a las exigencias de la actualidad. En ese sentido, el proyecto le añadió capacidades GPS, digitalización de la cartografía y diversos sensores que potenciaron enormemente su uso.

Actualmente los radares RASIT se vienen usando de manera intensiva, no solamente para ejercitaciones de combate, sino también como apoyo ante las misiones que le son encomendadas al Ejército Argentino en la frontera norte, dada las capacidades sobresalientes del radar para cotejar pasos terrestres, y de forma colateral, vuelos a baja altura.

A lo largo de más de medio siglo el Fusil Automático Liviano (FAL) ha sido el fiel compañero del soldado argentino. Su robusticidad, simpleza y potencia de fuego, gracias a su calibre 7.62mm, han sido probadas ampliamente en combate. No obstante, el paso de los años se ha hecho sentir sobre el venerable FAL.

El Ejército Argentino noticio las carencias que el FAL poseía para el combate moderno. En el año 2010 la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID) diseño y formulo el proyecto de modernización del FAL, de la cual participó también la Facultad de Ingeniería del Ejército (FIE).

Los trabajos de diseño como de factibilidad, como de producción y ensamblaje, dieron sus frutos. A partir del año 2014 la DIGID comenzó las gestiones y procesos contractuales para adquirir los kits de modernización como de miras Meprolight Mepro 21. Avanzaron los contratos con Fabricaciones Militares para el ensamblado de los prototipos, que serían realizados por la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán (FMFLB), como la evaluación de los modelos de preserie por Unidades de la Fuerza.

Para el año 2015 se obtuvo el diseño final. El producto adoptó la denominación de FAMCa con una longitud de cañón de 406,4 mm y culata plegable táctica Magpul, equipado con mira holográfica/de punto, y accesorios como riel Picatinny, linterna y mango con grip táctico.

El objetivo final el programa es modernizar un total de 11 mil FAL al modelo FAMCa. En el año 2018 fueron entregados los primeros 299 unidades de preserie, a los cuales se sumaron otras 600 durante el año 2019.  

Armada Argentina

Con una inversión de 105 millones de dolares el ARA Almirante Irizar se posicionó como un emblema de las capacidades industriales navales argentinas. Si bien los tiempos de su reparación sumaron casi siete años, los trabajos realizados por Tandanor fueron óptimos, dejando finalmente al buque rompehielos en condiciones de seguir abasteciendo las bases antárticas argentinas.

El ARA Almirante Irizar, maltrecho luego del incendio del 10 de abril del 2007 y dejado en excelentes condiciones para 2017, puede considerarse un caso de buena gestión y planeamiento para trabajos complejos dentro del CINAR. En ese sentido puede catalogarse como símbolo ante futuros trabajos de similares características, o porque no, de fabricación de buques de este tipo para cumplir con la protección de los intereses vitales de la nación.

En la vida operativa del submarino clase TR-1700 podemos nombrar el enorme esfuerzo industrial que supuso su reparación de media vida marcando un hito para el complejo naval argentino. El CINAR, que engloba tanto a Tandanor como al Astillero Almirante Storni, abordaron un complejisimo trabajo no llevado a cabo en el país con anterioridad.

Tras 625 trabajos que incluyeron el corte de su casco, el reemplazo de sus motores y de sus baterías, entre otras obras, el complejo pensado originalmente para fabricar submarinos tuvo su prueba de fuego, llevando a demostrar un buen desempeño para este tipo de proyectos.

Fuerza Aérea Argentina

La apuesta, lenta pero segura, sobre el sistema de armas Pampa es otro éxito que se ha mantenido de manera continua pese a alternancias electorales y políticas.

Con un difícil comienzo, FADeA, avanzó con una mejora sustancial de aquel producto diseñado y fabricado desde la década del 80, otorgándole capacidades sustantivas en cuanto a motorización y equipamiento. Si bien es verdad que los números proyectados hace años de unas 40 unidades totales no se han materializado finalmente, la cadena de producción de la variante III del Pampa continua sus avances. También es rescatable mencionar que los desarrollos asociados continúan, con el objeto de dotar a estas células de armamento instalable y lanzable.

FADeA, con sus dificultades y desafíos, se consolida como una piedra angular de las capacidades industriales de la Defensa Nacional.

Notables son los avances que viene realizando la Fuerza Aérea Argentina en el desarrollo de drones. Desde de su Centro de Investigaciones Aplicadas localizado en la provincia de Córdoba, la institución no ha cesado durante los últimos años en configurar una familia de drones de distintas clases y con distintos sensores, que de pasar a fase de serie, dotarían al país de una importante capacidad dual.

Sin el tabú de otros proyectos similares, los sistemas tácticos y estratégicos Vigia (1E, A, 2A y 2B) y Aukan están pensados para prestar tanto tareas de observación, apoyo a la comunidad sin renegar de su letalidad, en sintonía a lo que sucede con los desarrollos mas avanzados del mundo.

Es verdad que estos han transitado altibajos importantes e incluso un momento de total parálisis. De todas maneras, la capacidad, conocimiento y trayectoria de la FAA en el ámbito aeronáutico no deja de posicionarse como caballo de batalla para continuar avanzando en proyectos de esta envergadura. Es aprovechando la experiencia de estos actores cuando los planes y diseños se consolidan verdaderamente en sistemas de serie. Si hablamos de drones, tenemos que hablar de la Fuerza Aérea Argentina.

Otros proyectos del complejo industrial

Sin duda el proyecto símbolo por excelencia. No solo por el resultado final, sino por lo que implicó su apuesta. La decisión política de avanzar en el SINVICA proyecto el desarrollo del RPA (Radar Primario Argentino) desde INVAP, llevando a que en la actualidad una buena parte del territorio nacional se encuentre cubierto por las ondas de radar de estos sistemas nacionales.

Originalmente dudado y subestimado. También parado frente al facilismo de hacer las compras en el exterior, el RPA demostró finalmente que se puede obtener un producto de excelencia si se mantiene el norte, persistiendo, persistiendo y persistiendo.

Hoy, con un segundo contrato firmado, el producto de INVAP debe servir como el ejemplo adonde la política industrial y científica del país debe apuntar: políticas de Estado que se materialicen a futuro y mas allá del péndulo de la pequeña política partidaria.

Uno de los principales logros en el sector de la Defensa Nacional durante la última década fue la recuperación y modernización de los Hércules K/C-130 de la Fuerza Aérea Argentina. El proceso comenzó con él envió del primero de los Hércules a las instalaciones de compañía norteamericana L3. Actualmente el proceso viene siendo llevado a cabo por Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín”. El resultado inmediato ha sido la extensión en la vida útil del principal medio de transporte aéreo con que cuenta la República Argentina.

Al presente los trabajos de modernización han sido completados en 4 unidades, la última de ellas en el C-130H Hércules TC-66 “Polo Sur”. Los trabajos continúan en el último de los Hércules, TC-64, que de no mediar novedades será entregado en 2021. La Fuerza Aérea Argentina se encuentra evaluando y gestionando la posibilidad de extender el programa al Hércules L-100-20, versión civil adquirido luego del fin del conflicto del Atlántico Sur.  

Otro avance significativo para el complejo industrial argentino ha sido sin duda, la modernización de los helicópteros de AB 206 Bell- Agusta adquiridos en Italia. 

Las unidades arribaron al país y fueron sometidas a un proceso de modernización en la instalaciones de FAdeA suponiendo un hito para la industria nacional puesto que significó la primera vez que la fábrica tuvo la tarea de trabajar con helicópteros. Área que no es su especialidad. 

El proyecto de compra y adquisición inició en el 2009, con un contrato por 19 helicópteros AB-206, de los cuales 15 sería incorporados a la Aviación del Ejército. 

Cómo resultado, la empresa argentina a desarrollado una nueva línea industrial con gran potencial para el país, además de estar capacitado para funcionar como un centro de operaciones de mantenimiento para la aeronave, que le otorga al país el plus de reducir los tiempos de reparación, proyectar presupuestos con precios más económicos, y el continuar capacitando personal en una nueva línea industrial.  

El AB-206 sufrió la modernización de su aviónica, a cargo de la empresa REDIMEC, encargados de digitalizar la misma, mejorar las comunicaciones e instalar los sistemas de pantalla con visión sintética (SVS). Asimismo, al helicóptero se le montarán el sistema de armas M- 27, de los cuales se adquirieron 10 unidades.

Todavía no se encuentran en servicio todas las unidades, que aún están en proceso de modernización. Pero sin vacilación, se puede decir que  los AB-206 han significado uno de los grandes avances que ha tenido la Argentina que combina tanto el desarrollo industrial como el aumento de capacidades. 

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