En el día de la fecha, la Fuerza Aérea Argentina conmemora un nuevo aniversario de su creación. Como es de público conocimiento, las celebraciones en las distintas unidades fueron suspendidas. Pese a ello, no se renuncia al homenaje de los hombres y mujeres que integran la Institución y que llevan en alto los valores legados por el General Manuel Belgrano.
Sus principios, enlazados profundamente con la identidad aeronáutica, son la guía para quienes escribieron las páginas doradas de la Fuerza Aérea Argentina y para quienes hoy son parte de la memoria activa de nuestra gloriosa Institución.
Historia de la Aviación Militar Argentina
La Fuerza Aérea Argentina conmemora un nuevo aniversario de su creación. En 1912, el entonces Presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña, firmó el decreto de creación de la Escuela de Aviación Militar, en terrenos de El Palomar, Provincia de Buenos Aires. Este centro formador de los aviadores militares argentinos, luego sería trasladado en 1937 a la Ciudad de Córdoba, su actual asiento.
La visión de nuestros precursores permitió asociar la incipiente actividad de vuelo a la defensa de nuestra soberanía, y a través de la progresiva capacidad que el poder aéreo adquiría, contribuir desde esa primera unidad aérea militar creada en nuestro país, a la concreción de la defensa y de los más altos intereses de la nación.
La primera meta fue el Río de la Plata. Cattaneo ya lo había cruzado en 1910, pero solo de ida ya que regresó en barco. Fue Jorge Newbery quien el 24 de noviembre de 1912, con intención de ir a la estancia de su amigo Aarón de Anchorena, en la Barra de San Juan, Colonia; lo cruzó en un Bleriot XI de su propiedad, de ida y vuelta a El Palomar en el mismo día.
Pero su hazaña fue superada unos pocos días después por el conscripto Pablo Teodoro Fels, quien a bordo de su Bleriot, idéntico al de Newbery lo cruzó en la madrugada del 1º de diciembre de 1912 con rumbo a Montevideo, donde llegó dos horas después, batiendo el record mundial en el vuelo sobre agua. Por esta hazaña, Fels fue felicitado, homenajeado y ¡sancionado! por el ejército por haber contravenido las reglamentaciones militares. Tras cumplir su arresto, fue ascendido a Cabo.
Jorge Newbery, entre tanto, seguía su intensa labor batiendo récords y sumando experiencia con intenciones de realizar su gran sueño, el cruce aéreo de la Cordillera de los Andes. En estos preparativos, batió el record mundial de altura, al elevarse 6.225 metros sobre El Palomar.
La década del veinte estuvo jalonada de grandes raids y récords, en los que la aviación argentina se destacó entre las primeras del mundo. Es así que en el año 1924 el Mayor Pedro Zanni inició su famoso raid alrededor del mundo, cubriendo en diversas etapas el cruce sobre Europa y Asia hasta Japón.
En 1927, ante la importancia adquirida por la Aviación Militar, un decreto del Poder Ejecutivo creaba la Dirección General de Aeronáutica con la categoría de Gran Repartición. Ese mismo año se crea en Córdoba la Fábrica militar de Aviones, ya que si bien se fabricaban aviones desde los inicios de la aviación en nuestro país, tales como los Castaibert o los Mira y desde 1916 existía un taller en la escuela que no sólo reparaba sino que llegó a construir máquinas, la fabricación no estaba racionalizada ni regulada.
El 11 de febrero de 1944 se da el primer paso para el nacimiento de la más moderna de las Fuerzas Armadas, se crea el Comando en Jefe de Aeronáutica, en uno de los considerandos del decreto se hacía mención a la creación de la Secretaría de Aeronáutica en un futuro cercano.
Es así que el 4 de enero de 1945 la Fuerza Aérea Argentina nace como fuerza armada independiente, al crearse la citada Secretaría. A partir de esta fecha la nueva Fuerza asume en pié de igualdad con el Ejército y la Marina de Guerra, la alta misión que significa la custodia y defensa de la Soberanía Nacional.