En un comunicado oficial de la OTAN se informó sobre la detención de actividad aérea sostenida en el espacio aéreo internacional sobre el Mar Negro. El sistema de control y vigilancia aérea de la alianza notó la actividad resultando en la acción conjunta de los aviones de combate de Turquía, Rumania y Bulgaria quienes volaron hacia el aérea para demostrar disposición y vigilancia con el objetivo de salvaguardar el espacio aéreo de la región.
El comunicado alega que los radares de la alianza identificaron trayectorias no identificadas que volaban desde Crimea en la parte occidental del Mar Negro con presunto destino hacia el territorio de la OTAN. El Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (Combined Air Operations Centre) en Torrejón, España alertó de la situación y lanzó la misión de reconocimiento a aviones de combate de Turquía, Rumania y Bulgaria con el objetivo de que haga una lectura de la situación e identifiquen la amenaza. Finalmente, los aviones de la alianza identificaron que se trataba de un avión de combate ruso.
Los aviones realizaron la identificación visual, y posteriormente procedieron a realizar una Patrulla Aérea de Combate o Combat Air Patrol, lo que les permitió patrullar el área y estar atentos a responder rápidamente de ser necesario hasta dar por finalizada la misión, donde cada avión regreso a su respectiva base.
El comunicado resalta que las medidas se llevaron a cabo de “manera coordinada y profesional, salvaguardando el espacio aéreo de los aliados de la OTAN en el sureste”. También destaca las capacidades e interoperabilidad de los aliados y de la OTAN para ejecutar conductas defensivas concertadas.
Frente a esta situación, el mensaje claro que la OTAN quiere enviar, es sobre su capacidad de responder a amenazas dinámicas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, gracias a su coordinación entre los sistemas de control y vigilancia, las unidades de comando y control aéreo y el despliegue de los aviones de combate en sus distintas bases.
La región del Mar Negro ha comenzado a tener mayor prioridad para la OTAN a medida que comienza a comprender los intereses geopolíticos que Rusia posee allí y a observar sus acciones. Rusia posee ambiciones militares en el Mar Negro y lo viene demostrando con sus intervenciones militares en Georgia, Ucrania y Siria.
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