A finales de la década de 1970 la Argentina mantenía importantes diferendos limítrofes con Chile. En la Navidad de 1978 las tensiones casi desembocan en una guerra entre ambos países, que fuera evitada por la mediación del Cardenal Samoré, enviado del Papa Juan Pablo II. Los análisis realizados por el Ejército Argentino evidenciaban que el principal blindado con que contaba el país, los M4 Sherman que fueran repotenciados desde de 1976, eran insuficientes. Por su parte, el Programa TAM se encontraba aún en fase de prototipo.
Con este panorama las autoridades comenzaron las tratativas para el desarrollo de un programa local de construcción de Vehículos de Combate a Rueda (VCBR). Su menor sofisticación permitiría la construcción de un importante número que, en el futuro, podría complementar a los vehículos de la familia TAM. Del programa surgirían dos prototipos: el VAE (Vehículo Anfibio de Exploración) y el VAPE (Vehículo Anfibio Pesado de Exploración).
En el mes de enero de 1979, el gobierno de facto argentino comenzó los contactos con empresas francesas y argentinas para evaluar la posibilidad de fabricar un total de 1.000 vehículos blindados a rueda. La fabricación sería realizada por TAMSE, abarcando la posibilidad de su venta y exportación a terceros países. Durante aquellos primeros meses, los vehículos estaban basados en el VCA VCI 6×6 de origen francés, cuyo peso rondaba las 12 toneladas y que prestaba servicio en el Ejército de Tierra Francés desde 1976.
El Vehículo de Combate Blindado a Rueda Argentino seria empleado principalmente para el transporte de infantería. No obstante, dentro de los análisis, el Ejército Argentino solicitó una versión que contara con un mayor poder de fuego para equipar a las unidades de exploración. Dentro de las negociaciones emprendidas por las autoridades nacionales, se encontró la empresa Societe des Materiels Spéciaux (consorcio conformado por Renault Vehicules Industriels y Creusot-Loire) que se asociaría con la empresa argentina ASTARSA.
A su vez, la empresa Panhard se asociaría con TENSA (empresa argentina especializada en frenos para vehículos) participando en el desarrollo y contrucción de dos prototipos.
El primero de los VCBR 6×6 sería denominado VAE (Vehículo Anfibio de Exploración), siendo propulsado por un motor de 260 HP. Se evaluó la posibilidad de equiparlo con un motor nacional Perkins de 250 HP. Estaba equipado con una torreta FL 20 con un cañón de 20mm. Si bien, como se ha indicado, se previa su uso para exploración, su misión principal sería el transporte de tropas.
Por su parte, el segundo de los VBCR, destinado a misiones de exploración, tendría la denominación de VAPE (Vehículo Anfibio para Exploración). Visualmente era muy diferente del VAE al contar como armamento principal un cañón de 90 mm montado en una torreta samm A.R 90. Era impulsado por un motor diésel con una potencia de 254 HP a 2.600 rpm. Poseía una caja de cambios de 6 velocidades que le permitía alcanzar una velocidad de 100 Km/H.
Ambos vehículos estaban equipados con dos hidrochorros Messier-Dowty que le otorgaban capacidades anfibias. Los estudios a los que fueron sometidos indicaron que poseían una buena movilidad en el agua.
Entre las innovaciones que incluía el VAPE, se hallaba una bomba en el compartimento del motor cuyo funcionamiento era eléctrico. En caso de ingreso de agua al motor, esta era evacuada por medio de una cañería conectada a una boca localizada en la parte frontal izquierda del vehículo. Además, estaba dotado de un malacate accionado por un motor hidráulico. Tenia una capacidad de 6 toneladas con 60 metros de cable, siendo accionado desde el puesto del conductor.
Para la seguridad de la tripulación, el VAPE estaba equipado con protección QBR (Química, Biológica, Radioactiva); sistema de protección contra incendios que se produjeran en el compartimento del motor, como extintores en su interior.
En total fueron fabricados dos prototipos de cada modelo respectivamente. La construcción fue realizada en Francia entre los años 1979 y 1980. Fueron enviados a la Argentina para ser armados y sometidos a pruebas en los diversos entornos del país donde operarían. En base a información suministrada por Ricardo Sigal Fogliani, los resultados obtenidos de las evaluaciones fueron auspiciosos.
Sin embargo, una combinación de factores hizo naufragar el proyecto. La crisis económica e inflacionaria de principios de los 80´, como la falta de presupuesto, provocó que el programa fuera dejado de lado para 1981. De los cuatro prototipos producidos, tres fueron enviados a CITEFA, siendo destinados posteriormente al Escuadrón de Demostración de la Escuela de Caballería, y por último enviados a TAMSE; la restante unidad fue cedida a ASTARSA.
En base a las fuentes consultadas por Zona Militar, el desarrollo de ambos VCBR hubiera dotado al Ejército Argentino de una nueva capacidad de transporte y exploración. No obstante, los beneficios del programa surgen por comparación con otros blindados producidos por la empresa brasileña ENGESA. Mientras Argentina daba por tierra al desarrollo de los VCBR, desde Brasil surgieron los vehículos blindados EE-11 Urutu y EE-09 Cascavel. Ambos vehículos no solo son empleados aún por el Ejército Brasileño, sino que fueron exportados a diversos países de la región y el mundo, entre los que se encuentran Colombia, Ecuador, Venezuela, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, inclusive. Aproximadamente fueron construidas 1.500 unidades.
Han pasado casi 40 años desde que el Programa VAE y VAPE llegaran a su prematuro final. Aún el Ejército Argentino busca incorporar vehículos blindados a rueda para sus despliegues, recibiendo ofertas de diversos países y fabricantes del mundo. Mientras tanto, el Ejército Brasileño se encuentra en pleno proceso de incorporación de los nuevos VBTP-MR Guarani, que reemplazarán a los ya antiguos Urutu y Cascavel.
VAPE – Créditos y agradecimientos: Ricardo Sigal Fogliani VAE – Créditos y agradecimientos: Ricardo Sigal Fogliani
Desde el equipo de redacción de Zona Militar deseamos agradecer especialmente a Ricardo Sigal Fogliani por los datos, información y fotografías brindadas para la confección de este artículo.
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Es interesante destacar que estos vehículos ya tenían como requerimiento contar con cierta capacidad anfibia, cuestión que me parece lógica considerando que nuestro país cuenta con importantes cursos de agua, espejos, ríos y lagunas ademas de que apunta a un factor de interoperatividad con otra fuerza como podría se la infantería de marina de la armada, también el ejercito cuenta con cuerpos de ingenieros anfibios los cuales verían con buenos ojos algún vehículo con dicha capacidad. En este sentido es importante destacar que el vehículo estadounidense stryker no dispone de dicha capacidad anfibia mientras que el vehículo chino si la tiene y a mi criterio es un punto a favor que no debería menospreciarse, las condiciones topográficas del país lo exigen.
De hecho creo que Argentina tiene capacidad para fabricar vehículos blindados a rueda como transporte de tropas, con importar cierta tecnología bastaría para no necesitar comprarle unidades a nadie, lo que sí se requiere es la voluntad política y la buena administración del presupuesto para que un proyecto de esta envergadura pueda concretarse. La dificultad está en éso.
Yo pienso que mientras tengamos gobiernos de turno vendé Patria cómo lo que tuvimos y tenemos. Vamos a ser un país indefenso a la buena dé Dios.
Una frustración más de nuestra industria militar. Hoy en día estos modelos ya están superados tecnológicamente, al menos sin una profunda actualización. Una lástima no poder incorporar los Centauros italianos con cañones de 105 mm. Serian blindados a ruedas con un cañón importante, sin un gran blindaje, que también se verifica en el TAM. Alguna vez deberemos, a mi humilde entender, dotarnos de un verdadero MBT, como los que despliegan algunos ejércitos vecinos. Por ahora, este gobierno se contenta con vehículos blindados ligeros a ruedas.
Los vehiculos 6×6 desarrollados por ASTARSA S.A. asociada a Renault/Creusot Loire. Francia, VAE y VAPE estaban motorizados con el CAT 3306 fabricado en serie por la empresa argentina para equipar las motoniveladoras, tractores oruga y cargadoras frontales que se fabricaban en el pais por la empresa privada aludida, con licencia de CATERPILLAR de EEUU, que habia autorizado el empleo de su motor para ese ingenio militar. El CAT 3306 tenia modificaciones y se le habia agregado un turbo y post enfriador. La caja de transferencia era Renault que la habia adaptado en Francia al CAT. ASTARSA, habia fabricado con una total integracion nacional 3000 motores en su planta de Tigre, PBA. Uno de los prototipos contaba con un cañon 90mm, obusfleche, cuyo proyectil tenia carga hueca y seria producido por FM. Los prototipos de ASTARSA y TENSA, fueron probados en todos los terrenos, de sur a norte del pais, llegando hasta San Antonio de los Cobres. El puntaje y desempeño favorecian a ASTARSA, que por otra parte ya habia fabricado los AMX13 en todas las versiones para el EA. TENSA carecia de experiencia y su vehiculo seria motorisado con PERKINS, tambien de industria nacional. Otra diferencia importante era que los ASTARSA tenian las cuatro ruedas delanteras direccionales en tanto los Panhard solo la dos. El conflicto de Malvinas termino con el proyecto. La licitacion era por 500 vehiculos de la familia. Poseo todos los antecedentes y documentacion del desarrollo por haber pertenecido al staff de ASTARSA.
El prototipo VAE 2 tenia un aire al PATRIA 6X6
Creo que hoy por hoy existe capacidad para fabricar este tipo de vehículos, en Fábrica Militar Río Tercero se desarrollan y fabrican vagones de ferrocarril, es decir, existe potencial de industria metal mecánica pesada estatal como para desarrollar y fabricar estos blindados, si bien puede ser un desarrollo propio que implica una inversión importante y tiempo o la de fabricar el modelo chino con calidad de manufactura nacional (para evitar las dudas sobre la manufactura china)… Esperemos que se comience a reactivar la industria nacional.
Los jets y el tablero que se muestran son los que se usan en los Panhard ERC90 Lynx y VCR 4×4.