Dentro de los temas abordados durante la entrevista realizada por Zona Militar al JEMGFAA Brigadier Isaac se incluyó uno de los tantos requerimientos que la Fuerza Aérea Argentina mantiene desde hace años: recuperar e incrementar la capacidad de transporte mediano. Tal como hemos mencionado en contadas ocasiones, el pase a retiro del sistema de armas Fokker F-27 Friendship/Troopship y la baja anticipada de los Fokker F-28 Fellowship dejó a la Fuerza Aérea Argentina sin un medio acorde para el nicho, lo que implicó que el peso de las tareas de transporte de todo tipo recayera principalmente en los C/KC-130 Hércules de la I Brigada Aérea, con sus lógicas consecuencias en el material.
Con la meta puesta en revertir esta situación, y siempre dentro de un contexto marcado profundamente por las limitaciones presupuestarias, la Fuerza Aérea Argentina condujo una serie de estudios y análisis de factibilidad a los fines de determinar la posibilidad de retornar a condición de vuelo a los sistemas de armas Fokker F-27 y F-28. A lo largo de estos procesos se tuvieron en cuenta factores esenciales para determinar la viabilidad del proyecto, tales como los horizontes económicos, técnicos y de vida útil. Como es sabido, la FAA logró avanzar con la recuperación de los F-28, trabajos que vieron sus frutos con el retorno al servicio del TC-52 y que actualmente se ejecutan en una segunda unidad (TC-53), teniendo previsto que para 2021 se sume un tercer F-28. Las tareas de recuperación son encabezadas por el personal técnico de la I Brigada Aérea, trabajo que se ejecuta en conjunto con personal de la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” y que incluye las inspecciones y los mantenimientos requeridos por el fabricante.
En cuanto al futuro de los F-27, el proyecto para su retorno al servicio aún se encuentra en evaluación, habiéndose dado los pasos necesarios con la meta puesta en la recuperación del mencionado sarm, como por ejemplo la contratación de servicio para desarme e inspección de dos motores Rolls Royce Dart R Da7 MK 532-7. Pese a que oficialmente aún no se han brindado mayores detalles sobre cantidades y unidades involucradas, todo indica que los F-27 preservados en la II Brigada Aérea (TC-79 y TC-75) son las opciones más viables para la recuperación, trabajo que estará a cargo del Grupo Técnico de la Unidad y de FAdeA.
Dentro de este análisis toman valor las palabras del Brigadier Xavier Isaac, el cual no solo se expresó sobre como cuestiones meramente económicas incidieron en la baja de sistemas con vida útil remanente sino que también se refirió a que este tipo de medidas (recuperar sarm) juegan el rol de soluciones complementarias a proyectos que tienen que concretarse a mediano plazo. Este último punto refiere directamente al interés que mantiene la FAA por incorporar aviones de transporte mediano, más precisamente al Airbus C295, modelo seleccionado desde hace un buen tiempo y que por diversas cuestiones (presupuestarias y decisión política) su adquisición no ha podido materializarse.
Indudablemente, la compra de los C295 se evalúa dentro del marco de disponibilidad presupuestaria, en espacial de los recursos que pueda brindar el por ahora non-nato Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), aunque las prioridades por cuestión de necesidades y costos posiblemente sean concentradas en la adquisición de un caza complementario supersónico. De concretarse la recuperación de los Fokker F-28 y F-27, estos sistemas de armas permitirán sostener la capacidad de transporte mediano por algunos años más, hasta que pueda concretarse su reemplazo. Pese a que la iniciativa de recuperar y poner a punto pueda ser considerada antipática, no podemos pasar por alto que se trata de brindar una solución a las carencias existentes con los medios y posibilidades económicas a disposición.
El reemplazo de los Fokker ya fué pensado hace más de 5 años y una de sus posibilidades era el C 295, hasta ahora sigue siendo un pensamiento, nada más, la necesidad aún no se resuelve y tampoco se conocen alternativas. La gran incógnita será qué están esperando.
Embraer ya esta desarrollando un nuevo turbo hélice de alas altas para competir con los ATR y los Q-400 pero que tendra configuracion dual. Con la FAB se firmó un MoU para que dicha aeronave tambien tenga una versión militar, com rampa trasera y capacidad de reabastecer y ser reabastecido en vuelo. Argentina, por medio de FAdeA, deberia colarse a ese proyecto y lucrar algo en ambos mercados, civil y militar. Embraer espera tenerlos listos para fabricación en 2027.
FAdeA ya se encontraba colaborando, en un acuerdo con Brasil, en la fabricación de los KC 390 que llegarían a reemplazar al Hércules C 130, pero los tiempos en que ésas unidades lleguen a la FAA no se conocen.
No estimado, en la participación del programa KC-390 no se contemplaba la adquisición del mismo ni era una exigencia de Embraer para sumarse al programa. En su momento se firmo una “carta de intención” para la potencial compra de seis unidades, pero no es ningún compromiso oficial, es solo una muestra de buena voluntad.
Ratifico lo expresado por Juan Manuel, solo existió una “carta de intencion”. No debe extrañar, es lo que sucede con el reequipamineto de nuestras FFAA, por sobre todas las cosas se basa en “intenciones”.
Pero si es cierto que FAdeA está colaborando con el armado junto con otros países, o no?