Un conflicto mayor podría forzar la intervención de las potencias con influencia en la región como Rusia y Turquía, por lo que en las últimas horas varias naciones se han pronunciado respecto a la escalada. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso instó a ambas partes a cesar el fuego de inmediato y a entablar conversaciones.
Por su parte, Turquía acusó a Ereván de poner en riesgo al territorio y prometió su “pleno apoyo” a Azerbaiyán. “El mayor obstáculo para la paz y la estabilidad en el Cáucaso es la postura hostil de Armenia y debe dar marcha atrás de inmediato a esta hostilidad”, aseguró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.
Francia, que junto a Estados Unidos y Rusia preside el grupo de Minsk, creado para mediar en el conflicto sobre Nagorno Karabaj, instó a Ereván y Bakú a poner fin a las hostilidades y a retomar el diálogo. “Francia está extremadamente preocupada por la confrontación”, dijo en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores galo.
El conflicto preocupa tanto a los países occidentales como a los presentes en la región. De escalar, podría profundizar la inestabilidad en el sur del Cáucaso, corredor de los oleoductos que transportan petróleo y gas a los mercados de todo el mundo.
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Cuando no los turcos metiendo la cuchara en cosas ajenas. Se la tienen jurada a los armenios, no les bastó matar 1,5 millones de armenios a principios del siglo xx. Erdogan, dejá de ver maratones de “Suleiman el Magnifico”.