El Pentágono sugirió a la Marina de los Estados Unidos un aumento significativo en el número de buques. La propuesta sería de 530 buques, con menos portaaviones y más logística.
El análisis Future Navy Force Study muestra que la Marina de los EE.UU. avanza hacia una fuerza más ligera con muchos más buques pero menos portaaviones. El estudio sugiere que la flota incluiría más aviones de combate ubicados en superficies pequeñas con capacidad STOVL, submarinos no tripulados y una fuerza logística ampliada.
La cifra sugerida es citada de un borrador de la Future Navy Force Study que realizó la Oficina del Secretario de Defensa en abril. El secretario de Defensa, Mark Esper creó dos grupos comisionados que se encuentran trabajando en el diseño de cómo debería verse la futura Marina de los EE.UU. El borrador sugiere una cantidad de entre 480 y 534 unidades, que incluye tanto las plataformas tripuladas como las no tripuladas. El aumento del total sería del 35 por ciento en el tamaño de la flota con respecto a su objetivo actual de 355 buques tripulados para 2030.
El documento fue analizada por varios especialistas, que si bien consideran que el número puede haber cambiado desde entonces, ya de por si la cifra sugerida supone un cambio importante para el futuro de la Marina de EE.UU.
En su momento, al ser consultado, Esper dijo que la mejor manera en llegar a una flota más grande “es avanzar rápidamente hacía buques más pequeños con menor tripulación que eventualmente podrán convertirse en no tripulados”. Y agregó que “se necesita invertir en buques ligeros con tripulación opcional, y luego según el escenario o la tecnología disponible, se pueden pasar a no tripulados”.
Menos portaaviones, más logística
El objetivo es diseñar buques que impulsen la capacidad del sistema de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL), es decir, Short Take-Off and Vertical Landing, y no depender tanto de los portaaviones para las misiones. A partir del borrador de abril, se redujo el número de portaaviones de los 11 actuales a 9, dejando un total de 8 portaaviones activos, con un portaaviones siempre llevando a cabo tareas de modernización de media vida y reabastecimiento de combustible.
Asimismo, el borrador de abril sugiere que haya de entre 65 a 87 grandes buques de superficie no tripulados u opcionalmente corbetas no tripuladas. El objetivo es mejorar la capacidad STOVL para que estos aviones de combate puedan operar desde allí, y para compensar la pérdida de los destructores de la Clase Arleigh Burke y cuatro de los submarinos de misiles guiados que pronto podría ser descomisionados.
Por el lado anfibio, se redujeron el número total de buques de desembarco tradicionales, como el LPD-17, de los 23 actuales a entre 15 y 19 unidades. En cuanto a los buques anfibios de cubierta grande, uno de los grupos comisionados favoreció la retención en el nivel actual de 10, mientras que la otra sugirió un recorte a cinco, destinando los ahorros de estos para dirigir la inversión a cuatro portaaviones ligeros.
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Imagen de portada: Los Grupos de Ataque de los portaaviones “Theodore Roosevelt” y “Nimitz” transitan por el Mar de Filipinas en junio de 2020. (MCSN Dylan Lavin / Marina de los EE. UU.)
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