La Guerra del Chaco durante el año 1933 sufrió un estancamiento, El general Kundt a cargo de las fuerzas bolivianas a partir de la caída de Boquerón en septiembre de 1932, pudo detener la ofensiva paraguaya, pero sin embargo no pudo quebrar el extenso frente a pesar de sus intentos en el norte atacando los fortines Toledo y Herrera, como así también el Fortín Gondra en el centro y más al sur en Nanawa. La naturaleza agreste del terreno y la tenaz defensa paraguaya en las principales avenidas de aproximación impidieron el avance boliviano, estabilizando el frente en un extenso frente de más de 100km.
Las fuerzas bolivianas se desgastaron en estériles ataques, mientras que las fuerzas paraguayas se reorganizaron en dos Cuerpos de Ejércitos para poder accionar mejor.
En septiembre de 1933 se habían librado las Batallas de Pampa Grande y Pozo Favorito en proximidades de Arce, éxito que dio confianza a Estigarribia para preparar una gran batalla de emvolvimiento.
Los cercos de Pampa Grande y Pozo Favorito, fueron el preludio del desastre que se le avecinaba al Ejército Boliviano. Kundt responsabilizó a los comandantes de cuerpo del fracaso y remplazo al general Guillén comandante del Primer Cuerpo por el coronel Peñaranda y lo mismo realizó con el Segundo Cuerpo donde quedo el coronel Morant en remplazo de Osorio.
Kundt fue a la Paz a dar explicaciones, fue recibido como un héroe y a pesar de no tener el total apoyo del presidente Salamanca, volvió embriagado de confianza.
El 3 de octubre, Estigarribia se reunió nuevamente con el presidente Ayala para exponer su plan ofensivo que consistía en un envolvimiento por el norte y una ruptura por el centro para encerrar a la Novena División boliviana.
Mientras tanto el Primer Cuerpo de Ejército Paraguayo pasaba a manos del coronel Juan B. Ayala, organizador y administrador capaz, empezó a preparar la ofensiva pensada por Estigarribia.
El peso de la maniobra lo tendría el Primer Cuerpo de Ejército para lo cual se elevó su efectivo a 13000 hombres, con unidades traídas de otros sectores, hasta crear incluso una División Reserva.
Los ataques paraguayos se iniciaron el 23 de octubre a lo largo de todo el frente, el 30 de octubre atacó la División Reserva frente a Pozo Favorita, haciendo retroceder a las fuerzas bolivianas en dirección a Alihuatá, esta maniobra provoco graves pérdidas a las tropas paraguayas, pero hicieron retroceder a la novena división hasta la línea principal de defensa, que por indicación de Kundt estaba atada al terreno.
A comienzos de noviembre la presión de dieciocho regimientos sobre siete unidades bolivianas más pequeñas, obligo a la Novena División a absorber todas las escasas reservas del Primer Cuerpo.
Por otro lado en Nanawa los bolivianos perdieron una seccion de trincheras y el 12 de noviembre se rindieron 318 hombres del Regimiento de Infantería 16, esto puso en tensión las alas bolivianas y fue debilitando el centro.
El plan de Estigarribia estaba marchando según lo previsto, a partir de allí empezó a cargar con tropas el flanco oeste para lo cual movió a la Sexta y Octava División, alistándolas para la siguiente fase de rodeo.
El 2 de diciembre, Ayala comandante del Primer Cuerpo de Ejército, que debía comenzar el envolvimiento se detuvo mostrándose remiso a iniciar la maniobra, ante esta situación, Estigarribia se presentó en su puesto comando y se hizo cargo personalmente de la Gran Unidad de Batalla, delegando el mando del ala derecha en el teniente coronel Ortiz, quien comenzó la maniobra envolvente interceptando los caminos al oeste de Alihuatá.
Kundt, ante esta crítica situación adelantó su Puesto Comando en proximidades de Alihuatá y a pesar de los constantes avisos recibidos por los numerosos reconocimientos aéreos sobre apertura de picadas al oeste, no hizo nada hasta que ya fue demasiado tarde, apresuradamente conformo un destacamento en Puesto Sosa a órdenes del mayor Brandt, mercenario alemán y lo envió a la retaguardia paraguaya.
El 6 de diciembre el doble envolvimiento paraguayo intercepto los caminos que unían Alihuata con Saavedra, Kundt dejo librado a su criterio a Banzer quien tomo el único camino libre en dirección a Campo Victoria.
El 7 de diciembre la Séptima División paraguaya entraba en el incendiado Fortín Alihuata, y a su vez el destacamento de Brandt era interceptado; más al sur en Gondra el coronel Franco arrollaba las defensas de la Cuarta División boliviana obligándola también a replegarse en dirección a Campo Victoria; asimismo Estigarribia ordeno al Regimiento de Infantería 3, que avanzara para cerrar el camino a Saavedra y enlazar con la Primera División de Franco.
Cuando todo parecía perdido, Peñaranda ahora a cargo del Primer Cuerpo boliviano, avanzó hasta el Kilómetro 22 y con los restos de la Cuarta División que habían podido replegarse hacia el sur más el Destacamento Frías, trato de romper el cerco en que se encontraban la Novena y Cuarta División, sin embargo, ante la presión paraguaya y la posibilidad de quedar también aislados iniciaron un movimiento retrogrado, primero a las antiguas posiciones del Kilómetro 7 y luego a Saavedra.
El 11 de Diciembre el coronel Irrazábal advirtió por radio a los sitiados que se abstuvieran de destruir sus tanques de agua, porque si lo hacían, el ejército paraguayo no iba a quedar sediento por socorrer a los prisioneros. Banzer y González Quint se inclinaron ante lo inevitable y por la tarde rindieron las divisiones Cuarta y Novena.
Kundt, dándose cuenta de una posible rendición ordenó que el segundo cuerpo se reconcentrará en Platanillo, la Séptima división se replegó a marcha forzada puesto que se encontraba amenazada por la Sexta y Octava división paraguaya ya lanzadas en su propia retaguardia, los fortines sobre la ribera del río Pilcomayo fueron abandonados e incendiados.
Por la mañana del 13 de diciembre la Séptima División y los restos de la Cuarta División atravesaban el Fortín Saavedra que se encontraba en llamas, al finalizar la jornada entraban a las ruinas humeantes los paraguayos.
Para el 18 de diciembre, cuando se estaba a punto de firmar un armisticio, el ejército boliviano apresuró el abandono del Fortín Muñoz, Estigarribia deseoso de ocupar ese bastión antes del cese del fuego sometió la guarnición a un duro cañoneo y cuando las llamas del incendiado fortín iluminaron el camino, las tropas paraguayas penetraron en el recinto.
La Batalla de Campo Vía, fue un hito importante en la Guerra del Chaco, marco el fin de la ofensiva boliviana, que lejos de sus bases logísticas se había desgastado en infructuosos ataques frontales, el resultado global fue “250 jefes y oficiales capturados, entre ellos dos coroneles, 8.000 individuos de Tropa, 24 piezas de artillería, 60 morteros, 1000 ametralladoras pesadas y livianas, 11.000 fusiles, 80 camiones y algunos millones de cartuchos”, un valioso botín para las exhaustas arcas financieras de Paraguay, asimismo este hecho marco el fin de la estrella del general Hands Kundt, mientras que para Estigarribia correspondió su ascenso a General de División; Si bien se intentó una persecución, ambos Ejércitos estaban agotados y el 18 de diciembre de 1933, firmaron un armisticio para cesar las hostilidades por 20 días.
Situación general del teatro de operaciones, Diciembre de 1933.
Muy buen artículo del autor, al que realmente felicito por su claridad en exponer los temas acompañados por excelentes mapas explicativos, lo que ayuda a conocer aspectos de esta poco conocida Guerra…ojala siga publicando tan buenos artículos.
Comparto la opinión. Estos temas suelen explicarse de una forma complicada y a veces difícil de comprender, pero en este caso esta acción de guerra es de fácil comprensión. Agradecido por ser nieto de un veterano paraguayo de esta lamentable guerra entre hermanos. Desde jóven quise conocer detalles de la guerra en la que peleó mi abuelo, y ahora puedo entender lo que él vivió.