Rusia gana influencia gracias a una nueva base naval que establecerá en Sudán

Recientemente se dio a conocer la intención de Rusia de establecer en Port Sudan, una base naval permanente. El documento fue publicado en la página oficial del Kremlin, donde según la resolución del Gobierno Nro. 1790, se estable la propuesta oficial realizada por la Federación de Rusia a la República de Sudán. La resolución menciona el establecimiento de un “centro logístico para la Armada de Rusia en el territorio de la República de Sudán”.

El documento, que fue posteriormente traducido y reproducido, afirma que el acuerdo entre gobiernos ya fue alcanzado, y que la construcción de una base naval allí es un hecho. Con una vigencia de 25 años, y la posibilidad de extensión ilimitada, la base naval funcionará como un punto de operaciones para la Armada de Rusia, con capacidad de operar desde allí sus submarinos de propulsión nuclear y buques de guerra, pero limitando su presencia permanente de soldados a un máximo de 300. A cambio, se estableció que Sudán recibirá armamento y asistencia en la organización e implementación de un sistema de defensa aérea en Port Sudan de “forma gratuita”.

La base en Port Sudan, le permite a Rusia tener acceso al Mar Rojo, mejor influencia en Medio Oriente y refuerza la presencia rusa en el continente africano, luego de la disolución de la URSS. Además, funciona como una puerta al Océano Índico.

Port Sudan está estratégicamente bien ubicada por sus accesos marítimos que le otorgan el reconocimiento de ser una importante ruta para el comercio de hidrocarburos y otros recursos valiosos que han sufrido un significativo aumento en su producción desde el comienzo del siglo XX.

Con la posibilidad de desplegar allí submarinos y buques de guerra, Rusia ostenta con Sudán la posibilidad de re organizar y re diseñar toda su estrategia en la región. Sudán es una puerta de ingreso al continente africano y un aérea de influencia para la región de Medio Oriente, sobre todo si lo sumamos a las bases que Rusia utiliza y opera en Siria, como lo son Tartus y Jmeimin.

Según el acuerdo, Rusia establecerá un centro logístico naval y habilitará un astillero de reparación para su Armada, ubicado en la costa de Sudán, en el Mar Rojo. La infraestructura para el puerto ya se encuentra a disposición, solo requiere del mejoramiento y adaptación de la mano rusa. El centro naval pasará a operar bajo jurisdicción rusa.

En la zona existen otras bases navales extranjeras, como las bases en Yibuti, Somalia, y Etiopia con permanente presencia de Estados Unidos y China.

La base naval en Sudán forma parte de un esfuerzo ruso por contar con una base permanente en el continente tras el colapso de la URSS y su retirada de la región. Dicha base forma parte de un plan a largo plazo para ganar influencia en el Mediterráneo, y aliados en el mundo.

Para poner en marcha su estrategia, en 2019 el presidente Vladimir Putin llevó a cabo una cumbre “Rusia-África”, a la cual asistieron 43 líderes africanos. Por otro lado, Rusia también apuesta a la región latinoamericana con su intención de aumentar la venta de armamento a la región.

En el caso argentino, el país ha hecho una jugosas propuesta para la adquisición de aeronaves, desde aviones de combate a helicópteros, con la posibilidad de realizar trasferencia del Know How para el establecimiento de centros de mantenimiento locales.

Sin duda, Rusia busca ganar terrero en zonas donde la presencia estadounidense no es grata o es poco fructífera, como en el caso argentino; dónde a la hora de negociar la compra de material, las trabas y el alto costo de los sistemas de armas, vuelven imposible concretar ninguna operación.

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