El espacio exterior ha sido definido recientemente por las potencias mundiales como un nuevo dominio de la defensa, y por ende, de conflicto, surgiendo la necesidad de hablar del dominio espacial como una cuestión militar, y no ya únicamente, con un enfoque científico y filosófico.
La humanidad se ha lanzado al espacio es una carrera que promete ser emocionante y que incluye la concepción de la especie como una de carácter interestelar, que tiene a Marte como su próxima conquista.
Sin embargo, desde el espacio exterior surgen múltiples hipótesis de conflictos que las potencias mundiales han venido identificando, que van desde los llamados “satélites asesinos”, hasta los populares – y muy mediáticos – Objetos Voladores no Identificados (OVNIS), que para muchos, podrían ser considerados como una amenaza.
Por tal motivo, dado el creciente interés por el espacio en los últimos años y los fenómenos espaciales que llenan titulares en los medios del mundo, es que surge la idea de indagar sobre el acercamiento de estas cuestiones en la Argentina.
Para ello, tengo la oportunidad de entrevistar a el Comodoro Rubén Lianza, Director del Centro de Identificación Aeroespacial, y quién a lo largo de la nota, nos explica las tareas que se llevan a cabo desde el centro, además de compartir con nosotros su valoración personal sobre el espacio y su importancia.
Rubén Lianza es un piloto militar, Licenciado en Sistemas Aeroespaciales y técnico diplomado en software IPACO de análisis de imágenes con más de 30 años de experiencia en el ámbito.
–¿Cómo surge el Centro de Identificación Aeroespacial y de quién depende?
El Centro de Identificación Aeroespacial fue creado mediante Resolución del jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, en Abril de 2019, como resultado de una restructuración de la Ex Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales (CEFAE), elevando su nivel orgánico y readecuando sus capacidades para el cumplimiento de una tarea que no se agota en el “estudio” de supuestos “fenómenos aeroespaciales” sino que se enfoca directamente en la Identificación de cualquier elemento, actividad o evento originado en el Aeroespacio de interés, como parte del ciclo de obtención de inteligencia y del Sistema de Vigilancia y Control del Espacio Aéreo. El CIAE depende de la Secretaría General, del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina.
–¿Cuál es su propósito?
En tiempo de paz, asistir a los pedidos de Organismos Superiores en la identificación de elementos originados en el Aeroespacio de interés, con especialización en interpretación de imágenes y seguimiento óptico e infrarrojo. En tiempo de conflicto puede constituirse rápidamente en un Centro de Filtraje de identificación en rango óptico, como parte del ciclo de obtención de inteligencia en apoyo a la toma de decisiones.
–Cuando se refiere al análisis de eventos, actividades o elementos presentes u originados en el Aeroespacio “de interés”, ¿Cuáles podrían ser estos eventos?
Todos aquellos elementos que sean objeto de aplicación por parte del Sistema de Vigilancia y Control del Espacio Aéreo y que se puedan identificar en rango óptico, desde drones a baja altura hasta satélites orbitando sobre territorio nacional.
–¿Cuáles son los eventos aeroespaciales más comunes de presenciar?
La mayor parte de ellos está asociado a vehículos espaciales, tales como los reingresos de restos de satélites a la atmósfera, destellos de satélites en órbita, nubes de venteos de combustible de etapas en ascenso, etc. Aunque también hemos analizado muchos casos de luces nocturnas de origen ordinario (reflejos de luces de origen antrópico, elementos astronómicos, etc.), que algunos testigos confunden con causas extraordinarias.
–¿Con qué frecuencia se denuncian estos fenómenos?
Prácticamente todos los meses del año. En el caso particular de este año 2020, ya hemos recibido más de 70 reportes de cosas que la gente observa en el cielo.
–¿Con qué recursos cuenta el centro para llevar a cabo su actividad? o ¿cómo se lleva a cabo la actividad, con qué medios?
El Centro tiene una oficina equipada con dos puestos de seguimiento e información situacional aérea y satelital, con softwares de código abierto y además cuenta con un software especializado (de origen francés) para análisis de fotos/videos, que permite interpretar imágenes que de otra forma quedarían fuera del límite de lo explotable. Además, se cuenta con instrumentos y equipos para trabajo de campo (detector de metales, termómetro infrarrojo, Contador Geiger), para el caso de tener que identificar naturaleza y procedencia de chatarra espacial caída en territorio nacional.
Además, se está en tratativas para incorporar un detector de gases de Hidracina y un sistema de seguimiento escalonado de tipo laser/radar/óptico. Si bien el CIAE todavía no se le ha asignado ninguna partida presupuestaria, los recursos para afrontar los consumos diarios son absorbidos por la Secretaría General, de acuerdo a sus posibilidades. A medida que la Identificación de elementos Aeroespaciales cobre mayor relevancia estratégica a la hora de imaginar futuros escenarios de conflicto, debería pasar a depender de un Organismo Operativo y con presupuesto propio.
–Con respecto a otros centros de identificación aeroespacial, ¿Qué tan similar o diferente es en Argentina con respecto a otros centros similares en la región y el mundo? Es decir, como se estudian estos eventos o fenómenos en el mundo.
Cabe aclarar que, a diferencia de la actual CIAE, la anterior CEFAE se había creado para estudiar “fenómenos”, lo cual en su momento fue muy bienvenido por los amantes de la teoría de existencia de Objetos Voladores Extraordinarios, pero dado que la palabra “fenómeno” es deficitaria, por estar íntimamente ligada a las limitaciones de la percepción humana, en Fuerza Aérea Argentina se optó por la creación de un organismo con la responsabilidad operativa de “Identificar” en el rango óptico e infrarrojo de todo elemento registrado desde el horizonte hacia arriba, como apoyo al ciclo de obtención de inteligencia para el Sistema de Vigilancia y Control del Espacio Aéreo, prestando, de esta forma, un servicio directo al Comando Aeroespacial del Estado Mayor Conjunto. A partir de allí, su tarea no se agota en un “estudio” del cual pueden (o no) surgir conclusiones, sino que está obligado a responder requerimientos operativos identificando todo lo que llega a su mesa. Paralelamente y como tarea secundaria el CIAE también presta un servicio público, recibiendo, analizando y resolviendo los casos de avistamientos que le envía la ciudadanía. Esto tiene un doble beneficio, por un lado: para el ciudadano, que puede contar con un Organismo del Estado que pone a disposición su equipamiento para ayudarle a dilucidar qué es lo que vio y por el otro: para el mismo CIAE, como entrenamiento y mejora permanente de sus métodos de identificación.
No soy muy amigo de hacer comparaciones, pero si tuviéramos que hacer una revisión de los Organismos similares, para ver sus semejanzas y diferencias, el CIAE es el único caso que conozco (al menos en Sudamérica) en cuyo nombre figura explícitamente la tarea de “Identificación”. En los Estados Unidos existe un Organismo que también contiene la palabra “Identificación”: el AATIP (Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas). En Francia está el GEIPAN (Grupo de Estudio e Información sobre Fenómenos Aéreos No Identificados) que presta un servicio público atendiendo las denuncias de avistamientos de la ciudadanía, como organismo asesor de la CNES (Comisión Nacional de Estudios Espaciales) y que también realiza un gran esfuerzo de Identificación, contando entre su personal, al creador de un software especialmente diseñado para análisis de fotos/videos de Objetos Voladores que no han sido inicialmente identificados. El CIAE es el primer organismo de este lado del Atlántico que utiliza dicho software, además de la misma filosofía del GEIPAN para clasificar sus conclusiones, en casos tipo A o tipo B, dependiendo de la cantidad y calidad de las evidencias encontradas.
Hay otros organismos de países limítrofes, como el CEFAA de Chile, el OIFAA de Perú y la CRIDOVNI de Uruguay, pero a diferencia de CIAE, aquellos organismos fueron creados para estudiar lo considerado “fenoménico”. En el caso particular de CEFAA de Chile, la nueva administración ha enfocado el trabajo profesional en el estudio de posibles amenazas a la seguridad de las operaciones aéreas por tratarse de un Organismo asesor de la Dirección General de Aviación Civil y su Director se ha preocupado por dejar bien claro ante los medios, que no trabajan en lo que se conoce como: “ovnilogía”.
–Los eventos y/o fenómenos que se originan o se presencian en el Aeroespacio son de gran interés en la actualidad, y recientemente se observa un aumento en la cobertura de estos fenómenos y del involucramiento de agencias de gobierno. ¿Usted considera que ese interés es similar en Argentina?
El interés de la gente por las cosas que se pueden ver en el cielo no solo es patrimonio de Argentina sino del Mundo entero. Lamentablemente, muchas veces, debido a las vicisitudes diarias, como me decía un profesor de Matemáticas en mi Colegio secundario: “A veces las cosas de abajo no nos dejan mirar hacia arriba” pero, por suerte, mucha gente está interesada por las cosas del cielo y es así como nacen las vocaciones científicas, especialmente hacia la Astronomía.
Por otra parte, existe cierto romanticismo por las cosas del cielo. De hecho, cualquier objeto, actividad o evento que, independientemente de su verdadera naturaleza (ordinaria o extraordinaria) sea percibido como extraordinario por los sentidos humanos (esa es, precisamente, la definición de “Fenómeno” de la RAE) constituirá no solo un alimento para los amantes de la hipótesis de Objetos Voladores Extraordinarios sino también para las Productoras de contenidos mediáticos, que están permanentemente a la búsqueda de temas que “atrapen” a la audiencia.
En cuanto al involucramiento de agencias de Gobierno, ya desde la década del 50´ ha habido organismos gubernamentales (especialmente en los EEUU) estudiando los informes de avistamientos que les enviaba la gente, basados en la posibilidad de existencia de algún objeto de tecnología desconocida (presumiblemente de origen soviético). Paralelamente a ello, siempre ha habido, tanto dentro, como fuera del Gobierno, algunos proponentes de la teoría de que además de simples “Sistemas enemigos” (de ingeniería humana) podría caber la posibilidad de presencia de “objetos de ingeniería no-humana”, por el simple hecho de no haberse podido identificar. En ese sentido resulta muy aventurado y hasta prematuro elaborar cualquier hipótesis basada solamente en un Caso No Resuelto, dado que su no-resolución no es garantía de nada, ni de origen ordinario, ni de origen extraordinario.
Cuando aparecen noticias de un caso “No Identificado” por un Gobierno, en lugar de enviar un mensaje de “temporariamente no identificado” algunos parecen interpretarlo siempre como “definitivamente no identificable”. Pero esa mala interpretación no es de los Gobiernos, sino de la gente, especialmente de aquellos que están ansiosos por una “homologación” oficial de su hipótesis favorita.
En todo proceso investigativo con la suficiente cantidad de casos, siempre habrá un porcentaje de ellos que quedará sin resolver, no necesariamente porque el objeto sea paranormal o extraordinario sino simplemente por falta de datos. Existen accidentes sin resolver, existen crímenes sin resolver, pero su falta de resolución (incluso por Organismos Oficiales) NO es garantía de que dichos crímenes hayan sido cometidos por seres paranormales o con poderes mágicos. La mera presencia de ese residuo de casos no resueltos, en realidad no aporta nada valioso al conocimiento humano, al menos hasta que el objeto pase a ser “Identificado”.
Los Ministerios de Defensa de todos los países del Mundo basan sus hipótesis de conflicto en la capacidad de disuasión de los sistemas hostiles conocidos. Ninguna planificación de Estado Mayor trabaja incorporando al análisis alguna presunta capacidad extraordinaria de un país enemigo, al menos hasta que Inteligencia no corrobore, primero, que dicha capacidad, efectivamente, existe. Mucho menos sentido tendría una Hipótesis basada en una suposición de existencia de tecnología no-humana de la cual no se tiene ni una sola confirmación.
Hacer Planificación Conjunta sin tener en cuenta las dos premisas fundamentales de la Disuasión: 1) Amenaza Creíble y 2) Comunicación Eficaz, puede llegar a ser un verdadero acto de irresponsabilidad, puesto que, la hipótesis de cualquier “Fenómeno” asociado a presunto Objeto de Tecnología No Humana, al menos hoy por hoy, carece de ambos componentes.
Por otra parte, y para completar su pregunta: un aumento en la cobertura de esos “fenómenos” es solamente eso, cobertura mediática. Pero en honor a la verdad, ésta no ha influenciado para nada en la creación de nuevos Organismos, de hecho, tanto a organizaciones militares como el caso del AATIP, como a proyectos científicos como SETI, se los ha desfinanciado. Semejantes decisiones no deben haberse tomado a la ligera, sin que haya previamente mediado un concienzudo análisis de la ecuación costo-beneficio.
–En la actualidad existe una tendencia a mirar hacia el cielo, sea por cuestiones filosóficas, o con pretensiones de dominio y defensa, las potencias mundiales se han lanzado en las últimas décadas a la conquista del espacio impulsando tecnologías destinadas a aumentar las capacidades de nuestra especie en el espacio, y más allá de nuestra órbita, ¿Qué significa el espacio para usted?
En realidad, el mirar al cielo (especialmente al cielo nocturno) planteándose cuestiones existenciales, tal vez no sea una actividad limitada a los tiempos actuales, sino que, con toda seguridad, viene ocurriendo desde épocas prehistóricas.
Pero todo ese romanticismo del cielo nocturno se vio súbitamente alterado en 1957, cuando comenzó la era de los satélites artificiales. Sin entrar en la polémica de los distintos usos que se le puede dar al espacio exterior (como, por ejemplo: el concepto, tan en boga, de: “militarizar” el espacio, lo cual no parecería ser muy diferente al concepto de haberse ya “militarizado” la atmósfera), sin lugar a dudas, el espacio exterior es la última frontera y el próximo paso lógico en la exploración humana.
Hasta ahora la Humanidad sólo ha dado, como un “bebé cósmico”, sus primeros pasos. Pero todavía debe enfrentar muchos factores limitantes, no solo desde el punto de vista de la ingeniería sino también de orden político, con muchas necesidades a cubrir aquí en la Tierra y con bastante inmadurez por parte de los líderes mundiales en cuanto a la “competencia” por la conquista del espacio.
Creo que la expansión de la Humanidad en el espacio, colonizando otros cuerpos celestes, no es cuestión de si ocurrirá o no, sino de “cuándo” ocurrirá. Lamentablemente, una vez sorteado el obstáculo de la inmadurez que mantiene a los países en conflicto, sobrevendrán muchos riesgos y peligros propios de la actividad. Riesgos en ambos sentidos. Por un lado, adonde sea que el hombre aterrice, estará contaminando ese ambiente ya desde el primer minuto, tal como lo viene haciendo desde hace siglos en este planeta. Por otra parte, están los enormes riesgos a los que está expuesta cualquier forma de vida en el espacio exterior. El peligro de la radiación durante exposiciones prolongadas es una ecuación bastante difícil de resolver. El tema de las enormes distancias a cubrir y los larguísimos tiempos de navegación, con toda la problemática logística que eso conlleva, son, sin duda, los factores más limitantes de los viajes espaciales, al menos para el actual nivel tecnológico.
Mientras tanto, queda el consuelo de saber que la Humanidad continuará beneficiándose de cada descubrimiento hecho en el espacio, tanto en el campo de la física, como de la ingeniería, la ciencia de los materiales, la informática, la biología y especialmente de la medicina. Todos ellos, logros muy valiosos, que luego de todos estos años de experiencia espacial acumulada, ahora se están aplicado directamente para mejorar nuestra calidad de vida, aquí en la Tierra.
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Imagen cortesía de Rubén Lianza
Espero que no desperdicien una pila de guita en sueldos…., despues de todo estoy seguro que ante cualquier evento relevante van a salir corriendo como labradores al reclamo de la embajada….
Tu comentario es una falta de respeto a la gente que trabaja en esa oficina. Tuve la oportunidad de compartir con Lianza un caso vinculado a una foto que yo había tomado y cuyo contenido me resultaba extraño, y su trabajo, compromiso y profesionalismo fueron de primer nivel.
Es cierto es irrespetuoso.
Pero la historia por si misma habla de los comportamientos…
Mis disculpas a los que esten libres de su marca….
Yo los llamaría “fenómenos aeroespaciales ANOMALOS”, dado que el avistamiento de OVNIs no es lo mismo que ver un cometa o un meteorito, siempre y cuando estas dos posibilidades queden descartadas.
Quisiera proponer a los distinguidos comentaristas que analicen y den su opinión sobre la reciente publicación de videos relacionados con OVNIs por por parte del Pentágono. No es habitual que este organismo estatal de EEUU haga este tipo de cosas.
Respecto a las “novedosas” declaraciones de USA acerca del tema OVNI.., primero, “creo en su existencia..?”, no se trata de creer, se trata de pura estadistica…, lean un poquito sobre el tamaño del universo y si creen que somos el pinaculo de la evolucion es porque desbordan de fe y estan vacios de criterio…
Que son una amenaza..?, nosotros somos una amenaza para la supervivencia del chimpanse..?, por supuesto que lo somos, lo monos siguen vivos porque nosotros no decidimos exterminarlos y nosotros seguimos vivos porque ellos decidieron lo mismo…
Que nos visitan de ves en cuando…?, y que tiene de malo, acaso uds no van al zoologico…, que puede haber algun beneficio en relacionarse con nosotros..?, por supuesto que si…, tienen un amplio universo de experimentacion para por ej probar cepas modificadas de corona virus…..
Que razones tiene yanquilandia para empezar a “escupir estas grandes verdades…”, no se pero la primera que se me ocurre es justificar frente a una opinion publica mesianica, arrogante y belicista los monumentales gastos de la flamante “fuerza espacial” o algo asi se llama…
Y por ultimo…, dejen de pensar que somos equivalentes a cualquier cosa que nos visite cuando de pedo llegamos a la luna, o que si vienen nos van a iluminar y vamos a dejar de ser la especie mediocre y aburrida que siempre fuimos…
Pregunta al Com. Lianza.
Para saber si la oficina de FAA trabaja en conjunto con los sistemas de vigilancia remota desplegados por la organización del sur patagónico argentino dentro de la red de monitoreo global LINE/AR.
Hace pocos días atrás LINE+FCIC anunciaron que incluirán dispositivos LIDAR-SAR diseñados especialmente para cumplir la legislación argentina por omisión para sus estaciones concentradoras en territorio argentino, empezando en Patagonia.
También anunciaron que enlazarán online las imágenes y videos capturados por las iniciativas IRIS, SPHERE y D3CC para seguimiento de Anomalías & Eventos atmosféricos y estelares, y que para finales de 2021 abrirán los nuevos laboratorios de ciencia y tecnología actualmente en construcción en el área de la Mesopotamia argentina.
Se que la organización no trabaja con ufólogos y que declaró públicamente como maliciosos a varias personas de esos colectivos sociales, motivo de haber publicado sin autorización los testimonios de testigos de avistamientos entre otros asuntos.
Entonces, sus reportes incluyen asesores de diversa índole, todos individuales, pero ¿trabajan con alguna organización con presupuesto, tecnología y acceso global adecuado?.