La Defensa en Argentina continúa siendo una deuda pendiente y el camino para saldarla es largo y arduo de atravesar, principalmente porque la demanda por la Defensa como bien público y derecho ciudadano, no es un concepto que este en boca de la ciudadanía, ya que en su mayoría, se ignora o subestima su naturaleza, importancia y transcendencia.
Y ¿porqué sucede esto?, algunos opinan que la idea de que la Argentina es un “país pacífico sin enemigos, ni conflictos que la amenacen” ha dañado de alguna manera, la necesidad por demanda de la defensa.
Por otro lado, la demanda de la defensa frente a otros bienes públicos, y ante la necesidad de escoger entre recursos escasos como consecuencia de las constantes crisis económicas, resulta en un bien que no ser prioritario para la población.
Analizar la Defensa en Argentina, y proyectar a futuro sobre años de desinversión, implica una tarea compleja y la necesidad imperiosa de pensar a largo plazo. También requiere de brindar una mirada holística sobre la Defensa más allá del escenario de conflicto y guerra, para entender que la defensa abarca y afecta nuestras vidas mucho más de lo que pensamos. Para reflejar está problemática, el entrevistado afirma que, en el ámbito de la defensa, “lo que no invierto hoy, lo voy a lamentar de acá a 10 o 15 años”.
En esta oportunidad, pude conversar con el Diputado Carlos Fernández, quién preside la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, sobre la Defensa en Argentina. Durante la entrevista, platicamos sobre su actividad en la comisión, el FONDEF, el rol de las FF.AA. en el contexto de pandemia y la importancia de difundir y generar debates que traigan a escena la importancia de la defensa.
–Habiendo dejado el año 2020 atrás, en términos generales ¿Cuál es el balance que hace sobre el año pasado en materia de defensa y cuál fue el seguimiento que pudo realizar la comisión de defensa sobre las actividades que se llevaron a cabo en el contexto de pandemia?
El año 2020, a mi juicio inició con dos hechos relevantes, el primero fue el comienzo de un nuevo gobierno que asumió en diciembre del año 2019, y que dio comienzo a una nueva conducción del área de defensa. Y el segundo hecho relevante, es la aparición de la pandemia que tuvo un impacto enorme en toda la sociedad y obviamente también en el área de defensa.
Creo que la pandemia ocupo toda la agenda de gobierno, en particular la del ministerio de defensa, y que llevó a conformar el Operativo Belgrano, que inicio en marzo, dónde se involucró a las Fuerzas Armadas con todos los efectivos y medios que dispone, digamos el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, los cuales se encuentran desplegados en todo el territorio nacional realizando distintas operaciones de protección civil con el objetivo de mitigar los efectos de la pandemia.
En su momento, desde la comisión de defensa establecimos contacto institucional con el ministro y con los mandos de las Fuerzas Armadas. Tuvimos dos reuniones informativas en el marco de la comisión, independientemente de alguna personal que como presidente de la comisión de defensa tuve. [En las reuniones] tuvimos acceso a toda la información y a las preguntas que los diputados quisieron hacer, y la realidad es que, tanto en el Operativo Belgrano 1 como en el 2, todo funcionó muy bien.
En la segunda reunión invitamos al jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., al General de Brigada Juan Martín Paleo, y al Comandante Operacional, el General de Brigada Martín Deimundo Escobal para que nos brinde en detalle, los alcances, características y dudas que se habían planteado sobre el Operativo Belgrano y el involucramiento de las FF.AA. Todo eso se enmarcó dentro de la Ley de Defensa, diferenciándose claramente de la Ley de Seguridad Interior. [El Operativo Belgrano] fue una operación de protección civil, de apoyo a la comunidad y asistencia comunitaria, tal como esta previsto en la legislación vigente, y bueno, además de eso, se solicitó una cantidad importante de pedidos de informes, de proyectos y resoluciones, y proyectos de ley; la mayoría de ellos, relacionados con la emergencia por la pandemia.
En definitiva, y en síntesis, la Comisión de Defensa, estuvo y está, pendiente de todo aquello que tenga que ver con la pandemia, el funcionamiento del área específicamente en esa cuestión, tratando de ver, que es lo que el poder legislativo, podía y puede hacer, para ayudar en este momento tan difícil que atraviesa la argentina.
-Desde su mirada como oposición, qué valoración puede hacer sobre la gestión de la cartera de defensa durante el 2020, y en su opinión, ¿Qué críticas se le puede hacer?
La valoración es de carácter político. Nosotros vemos una respuesta adecuada en el Operativo Belgrano como respuesta contra la pandemia, y esperamos que la aprobación del FONDEF, – que contó con un amplísimo consenso-, nos permita como país poder atender las capacidades perdidas a lo largo de muchos, pero muchos años.
A mi juicio es imprescindible recuperar la capacidad de disuasión, de control y vigilancia de nuestros espacios soberanos, sean estos terrestres, aéreos o marítimos, en especial nuestra extensa frontera, y la problemática que existe en el mar y sus recursos como uno de los elementos centrales que habría que potenciar.
–Entonces, ¿de qué manera el Sistema de Defensa Nacional, que incluye ambos órganos ejecutivos y legislativos, pueden contribuir en el desarrollo argentino?
Para mi es absolutamente clave, yo soy de los que sostiene que el incremento en el presupuesto de defensa, que es un reclamo histórico de todo el sector, es imposible que se de, sino esta asociado a un programa de desarrollo que tenga que ver con el avance y el progreso de nuestra industria relacionado con la defensa, la investigación y capacitación.
Creo que están dados los elementos y las bases como para comenzar un desarrollo sólido en ese sentido, o continuar, mejor dicho, un desarrollo más pronunciado. Me parece que una decisión política, como es la creación del FONDEF, es el comienzo en esa dirección, que creo que es una dirección virtuosa que debe ser, si o si, una política de estado.
–Sobre el material necesario para reequipar las Fuerzas Armadas, ¿Cuál serían las prioridades?
No es función de la Comisión que presido establecer prioridades del equipamiento militar, digamos eso es una tarea que le compete al Ministerio de Defensa y obviamente asesorado por especialistas. Sin embargo, creo que la Argentina tiene algunas prioridades, como es recuperar su capacidad submarina y de control y vigilancia del mar. El despliegue rápido de las fuerzas debería se otro de los objetivos, y la intercepción aérea, que me parece también debería formar parte de un trípode que debería ser el centro del accionar hacia adelante.
–Considerando que este año comienza a operar el FONDEF, ¿Cuál será el rol que tendrá la comisión de defensa frente a una situación que claramente es inédita en Argentina, que es contar con un fondo propio destinado a mejorar el equipamiento y las capacidades de las FF.AA.?
La propia ley establece en su artículo sexto, que debe intervenir [ la Comisión de Defensa] en el seguimiento del proceso de reequipamiento. De hecho, fue una de las cuestiones que hablé cuando Rossi era diputado. Cuando se sancionó la ley, fue precisamente una de mis preocupaciones la inclusión de un artículo que previera la participación del poder legislativo en el seguimiento y control del fondo para la defensa.
El 31 de marzo de este año deberíamos recibir el plan anual de inversiones previstas hasta el 31 de marzo del 2022. Y, además, deberíamos recibir informes semestrales del avance de ese proceso el 31 de mayo y el 30 de noviembre, por lo tanto, la comisión está esperando obviamente estas fechas. [La Comisión] tiene todas las facultades para verificar la ejecución presupuestaria de los recursos que están destinados al FONDEF. Así que, en ese sentido, esa es específicamente la tarea que tenemos por delante, que no es menor y es uno de los temas centrales, que a mi juicio, dieron el marco del consenso político para que todo el mundo apoyara esta ley. Para que fuera una cuestión compartida y transparente en cuanto a su funcionamiento y aplicación.
-El FONDEF establece prioridades a la hora de adjudicar fondos para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas donde se otorga prioridad a todo aquel material que este fuera de servicio y requiera ser reparado, seguida de la modernización de aquellos Sistemas de Armas que así lo requieran, y en última instancia, si ninguna de las anteriores aplica, se buscaría la incorporación de equipo nuevo. ¿Cuál es su opinión sobre las prioridades que establece el FONDEF?
La propia ley establece estas cuestiones, y tiene que ver con un poco de lo que ya venía diciendo. Yo no concibo un presupuesto de defensa que no este asociado a un plan de desarrollo de capacidades propias, que tenga que ver con el incentivo y el financiamiento de investigación para la defensa, la capacitación, el desarrollo aprovechando nichos, – que de hecho el país tiene – , y asociándose al sector privado.
Esto tiene que ser un trabajo conjunto, que ya se ha desarrollado. Acá no estamos inventando nada, esto ya lo han hecho otros países y lo han utilizado como herramienta de desarrollo generando bienestar para su propia población a partir del desarrollo de estas cuestiones. Así que, en ese sentido, hay que hacer copia virtuosa de las cosas que se han hecho bien en otros lugares.
No es casualidad que haya países que se destaquen en cuestiones propias de la defensa a partir de haber desarrollado muy fuertemente estos aspectos de I+D, además de haber incorporado, el involucramiento del sector privado vinculados a la industria para la defensa. Me parece que esa es la clave.
–De hecho, ayuda a evitar cierta dependencia con ciertos sectores….
Nosotros ya lo vimos, y es otro de los elementos que hay que tener en cuenta, sobre todo en un país que no forma parte de las decisiones internacionales y que se ve sometido muchísimas veces a tensiones propias de otras características. Nosotros no formamos parte del proceso de la toma de decisiones. Por lo tanto, el anclaje en la autonomía decisional me parece clave.
–¿Hay alguna iniciativa que pueda surgir este año desde el ámbito legislativo para la Defensa Nacional?
Nosotros estamos trabajando en el marco de una comisión mixta que se incorporó a partir de la decisión del ministro y que está integrada por las autoridades, – presidente y vicepresidente de la Comisión de Defensa – tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, además de ex ministros de defensa, como es el caso de Nilda Garré y Horacio Jaunerena, y de representantes de todas las Fuerzas Armadas, con la participación de un equipo de asesores de la Comisión de Defensa que responden a distintos diputados.
Bueno, con todo ellos venimos trabajando fuertemente en dos leyes que son centrales y claves en las cuestiones que hacen a la vida militar que son; la ley 19.101 sobre el personal militar y la ley 24.948 sobre la reestructuración de las FF.AA. Se está trabajando en la actualización de ambas legislaciones. Creemos que puede estar terminado en el marco del primer trimestre de este año. Esta tarea la comenzamos el año pasado. Y otro de los temas, que me parece que también requiere de la atención legislativa durante el año legislativo que vamos a comenzar en marzo, debiera ser un régimen de reservas para las FF.AA. Me parece que centralmente, independientemente de otras iniciativas, me parece que estas tres leyes que acabo de mencionar se refieren a cuestiones estructurales del área de defensa que podrían ser tareas de la Comisión para resolverlo.
–Algo que se observó durante el año 2020 fue cierta congruencia entre el oficialismo y la oposición, situación que fue celebrada y visible. ¿Cree usted, que se podrá mantener esa congruencia en el futuro con el objetivo de que se puedan desarrollar políticas de estado en materia de defensa que no se vean afectadas por futuros cambios de gestión y que se pueda mantener una línea de proyección a largo plazo que ayudaría a darle estabilidad a la defensa en argentina?
Si, se trabaja para eso. Yo creo firmemente en eso. He hablado con el ministro de forma personal, he hablado con el equipo del ministro, he hablado con las autoridades de mi partido y del interbloque, en el sentido de integrar una comisión, como la que acabo de mencionar, no como una tarea para marcar diferencias sino para tratar de encontrar coincidencias. Por lo tanto, eso excedía a mi marco decisional como diputado de forma individual, y requería acuerdos de otra magnitud.
En todas las consultas que realice, encontré consenso como para avanzar en la constitución de una política de estado. De hecho, intente generar, un poco como responsable de la comisión, acompañado obviamente por otros diputados; de actividades que impulsen el interés por la defensa. De hecho, pudimos hacer el primer curso de capacitación direccionado a diputados y asesores para la comisión de defensa y otros legisladores que estuvieron interesados en estas cuestiones. Convocamos a especialistas relacionado con el tema, para que en conjunto pudieran conformar una visión global. He participado y trabajado con distintas universidad nacionales e inclusive, he participado de algunos eventos organizados, como lo que ha organizado la revista Zona Militar, tratando de encontrar nichos. Tengo en carpeta y no lo pudimos hacer, se nos complicó con el fin de año y con la situación pandemia, pero tenemos en carpeta, y seguramente lo vamos hacer los próximos meses, un seminario de control del mar, que me parece un elemento central donde seguramente van a participar personas de la comisión y autoridades de la Armada y especialistas del tema.
Trabajamos, primero para difundir conocimiento sobre esta cuestión, segundo para construir a partir de ese conocimiento una política de estado. Tengo habitualmente conversaciones con ex ministros del área de defensa y la experiencia que me cuentan, es la necesidad imperiosa como país, de definir una política de estado. Las decisiones son tan trascendentes, que no solamente no alcanza con un período de gobierno para poder concretarlas, sino que hablamos a veces de decisiones que tomamos hoy que van a afectar los próximos 20-30 años, y por lo tanto, si hay un área donde claramente se nota las decisiones de los políticos, es esta. Yo soy de los que está convencido que hay que hacer esto y trabaja en esa dirección.
–Ahora, refiriéndonos al Operativo General Belgrano, inicialmente la ciudadanía mostro mucho interés sobre el desenvolvimiento de las FF.AA. en la crisis de pandemia, que ayudo a mejorar la imagen de las FF.AA. a raíz de esta crisis. Pero comenzó a haber una perdida del interés en la opinión pública a medida que la gente comienza a adaptarse a la situación. Las misiones subsidiarias que realizan las FF.AA. son varias, pero qué se podría hacer desde el ámbito legislativo para empezar a darle más relevancia a las misiones secundarias que cumplen las FF.AA de forma cotidiana, para que la gente pueda conocer en profundidad lo que estas personas hacen día a día, más allá del actual contexto de crisis.
Coincido parcialmente con lo que acabas de decir. Si mirabas las encuestas de opinión pública antes de la pandemia. O sea, antes del Operativo Belgrano, ya podías observar que las FF.AA. eran unas de las instituciones que mayor nivel de prestigio tenían en la Argentina, independientemente de las tareas que realizan en el contexto de pandemia y del Operativo Belgrano, que coincido, generó un marco de visibilidad importante, digamos masivo. Pero el reconocimiento a las FF.AA. era anterior. Y es tan claro, que la gente tiene presente que existen unas Fuerzas Armadas comprometidas democráticamente, subordinadas al poder ciudadano, al poder civil, y que están dispuestas a cumplir su rol patrióticamente. Creo que, en ese sentido, el Operativo Belgrano ayudó a consolidar esa imagen.
No hay que asociar imagen, a la toma adecuada de decisiones del punto de vista estatal y sostenida por la opinión pública, relacionada con una demanda de consumo de defensa que todavía la sociedad no visiona claramente. Se empieza a ver [la demanda de defensa] a partir del control del mar cuando aparece esta cuestión recurrente de los barcos pescando ilegalmente socavando nuestra riqueza ictícola. O, puntualmente, cuando aparece alguna cuestión de necesidad en la frontera. Pero en términos generales, no esta asociada la muy buena imagen de las FF.AA. que tiene la opinión pública, con la misma opinión pública que influye en las decisiones de política de gasto para el sostén de las FF.AA., posiblemente, debido a nuestra propia crisis económica.
¿Qué se puede hacer? Bueno, yo creo que hay que hacer una enorme tarea de difusión, además de las tareas que te mencioné que venimos impulsando desde nuestro espacio. Pero, para las tareas que venimos haciendo, tiene que haber una definición de política de estado más profunda que la simple coincidencia en algunas leyes que, si bien son pasos necesarios, son también insuficientes.
Pero para recorrer un largo camino, hay que dar el primer paso, y creo que estamos dando los primeros pasos en el sentido correcto reactivando la coincidencia sobre algunos elementos estructurales básicos. Esto nos va a permitir recrear un marco de confianza que a su vez permita el desarrollo de una política de estado más profunda que coincidir con una simple ley. También hay que instalar el debate en la sociedad, dónde tiene mucho que ver la cuestión académica. Por su parte, la UNDEF tiene a cumplir allí, un rol muy importante, a mi juicio.
También hay que mover el debate de lo que comprende CABA, porque a veces nos agotamos, los que estamos abocados a este tema; nos agotamos en un círculo vicioso que no sale de Capital Federal. Hay que sacar la discusión a todo el país, hay que recorrer el país de sur a norte, este oeste, de tal manera que podamos instalar la necesidad de tener una política de defensa nacional acorde a las necesidades geopolíticas que tiene la Argentina, y para eso me parece central la tarea de la UNDEF, de la academia, como un elemento transversal y el aporte de buena voluntad, de todos los que estamos en el tema.
Si no se invierte en defensa hoy, lo voy a lamentar de acá a dentro de 10 o 15 años. Por ejemplo, si no hacemos la adecuada inversión para el control del mar, perdemos recursos en millones de dólares. No invertís 100 y perdiste 1000. En este escenario, la discusión es vital, y estoy convencido que hay que hacer una enorme tarea de difusión y trabajar en la creación de una política de estado para la defensa.
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*Jaunarena, Horacio. “Economía y Defensa”. CEDEF. Año 2015.
Otra muy buena entrevista. Creo que es determinante una afirmación para definir una estrategia de desarrollo a futuro en la siguiente frase:
“……….en un país que no forma parte de las decisiones internacionales y que se ve sometido muchísimas veces a tensiones propias de otras características. Nosotros no formamos parte del proceso de la toma de decisiones. Por lo tanto, el anclaje en la autonomía decisional me parece clave.”
Pero en el mientras tanto hay que tomar decisiones, por lo tanto urge la compra de material como subamarinos, buques e interceptores. Respecto de esto me parece que deberíamos asociarnos para avanzar en el desarrollo propio para acortar la brecha tecnológica. Dada nuestra realidad no sólo es importante compartir conocimientos, sino también financiamiento.
También destacaría la idea de que si no invertís 100 después perdés 1.000.
Por último creo que el entrevistado es todo lo caballero que el Sr. Rossi no ha sido con los que hoy son oposición.
Muy buena nota!!!
Esto es Argentina, país de la burocracia ejercida como una máquina de impedir. El Fondef no es otra que un paso para dar después el siguiente paso, que era reequiparnos. Sería como tomar carrera para tomar carrera. Convencer al Congreso y a los políticos de algo que ya saben.
Mientras estas políticos estén con esa paranoia de los golpes, nada va a cambiar. Por qué tenemos que ocultarlo con frases eufemísticas? El trasfondo es que, cuando un gobierno no quiere saber nada de que haya un poder fáctico mayor al propio es porque pretende impunidad.
Yo lo he dicho en varias oportunidades, el único país de Sudamérica que trabaja en el material de su propia defensa, asociándose con empresas extranjeras, es Brasil. En esta región antes estuvimos nosotros con el liderazgo, pero la conducción política no piensa en la nación sino en intereses más pequeños y egoístas, por éso, aquí quedaron proyectos que tienen más de 50 años estancados, como la fabricación de submarinos; perdemos demasiado tiempo en discutir y terminamos haciendo nada.