El “Strategic Long-Range Cannon” se encuentra a la espera de un informe de viabilidad técnica realizado por la Academia Nacional de Ciencias, según informó el Brig. General John Rafferty, quién está a cargo del desarrollo de la capacidad de precisión de largo alcance de fuego del cañón.
La capacidad Long-Range Precision Fires (LRPF) es la máxima prioridad para el Ejército de los EE.UU. cuando se trata de desarrollar una fuerza motorizada capaz de enfrentarse a adversarios cercanos como China y Rusia. El cañón denominado Strategic Long-Range Cannon, o Cañón de Largo Alcance Estartégico, podría tener un alcance de fuego de 1.000 millas náuticas.
El cañón de largo alcance estratégico sigue siendo una de las principales prioridades en el desarrollo científico y tecnológico del Ejército. El proyecto de ley que permite el desarrollo del nuevo cañón solicitó a la Academia Nacional de Ciencias que se lleve a cabo una revisión de viabilidad del cañón y se espera que dicho estudio sea realizado en los próximos meses.
Sin embargo, mientras tanto, el Ejército no ha parado de trabajar en el proyecto, más allá de estar a la espera del informe de viabilidad. Lo que si aclara Rafferty, es que su objetivo de poder realizar una demostración de rango completo del cañón no será posible este año, sino que se espera que sea para 2023. Aún así, se cree que este año se podría realizar alguna demostración de las capacidades que tendrá el nuevo cañón.
Sobre esto, Rafferty dijo; “es posible que ya no podamos hacer eso [la demostración de rango completo] debido a la interrupción en el trabajo, que en parte puede estar relacionado con los deslizamientos generados por la pandemia de coronavirus, pero también está relacionado con la disponibilidad de fondos y la pausa para esperar la revisión de viabilidad”.
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