La evolución de los radares está estrechamente relacionada con la evolución de las amenazas. Los enemigos de hoy en día no suelen operar bajo una única bandera, y su amenaza reside en la existencia de sistemas que varían mucho en su concepción y complejidad técnica. La evolución tecnológica ha hecho posible un alto grado de innovación en el diseño de los sistemas de radar.
En particular, el aumento del nivel de digitalización de los componentes ha optimizado el uso de la potencia y el tiempo -recursos primarios disponibles en los radares-, aumentando la energía irradiada hacia donde más se necesita y reduciendo el tiempo necesario para detectar e identificar posibles amenazas.
El radar AESA (Active Electronically Scanned Arrays), es el resultado de la evolución de la electrónica del radar de estado sólido PESA (Passive Electronically Scanned Array). Gracias al uso de los AESA en antenas que contienen un gran número de unidades emisoras-receptoras, es posible dirigir instantáneamente el haz del radar hacia los orígenes de una posible amenaza, vigilando varios puntos simultáneamente y variando el tiempo de observación.
La capacidad de dirigir los radares y observar continuamente la posible amenaza, los hace exponencialmente más eficaces que sus predecesores, que se limitaban a antenas que giraban perpetuamente 360° con una emisión constante de potencia en todas las direcciones. Los AESAs reducen el desperdicio de energía gracias a su capacidad de dirigir el haz de energía hacia el objetivo con mayor frecuencia; por lo tanto, garantizan una mayor continuidad y precisión de seguimiento en la zona vigilada y, por tanto, una mayor capacidad de reacción.
La capacidad modular de los AESA también permite un desarrollo más rápido de versiones basadas en el mismo tipo de arquitectura del sistema, pero con diferentes configuraciones físicas más adecuadas a las necesidades logísticas de los usuarios. Por ejemplo, la movilidad, la facilidad de transporte y la fiabilidad, minimizando así los costos de despliegue y reduciendo el consumo de combustible y el tamaño del generador.
Otra característica de los sistemas de radar modernos es su capacidad de operar en red y de integrarse con otros componentes. Esto permite que sean gestionados simultáneamente por múltiples usuarios, proporcionando una funcionalidad diferente para cada uno de ellos, lo que ofrece mayor flexibilidad y reducción de costos.
Dentro de un sistema de defensa integrado, los sensores obtienen información sobre el origen de las posibles amenazas y pueden utilizarla para aumentar la capacidad de detección incrementando la energía radiada en esa dirección.
El radar AESA tiene una señal múltiple que es mucho más difíciles de detectar y mejora la recepción, de las señales de los objetivos enemigos, que pueden transmitir continuamente y tiene, una posibilidad muy baja de ser detectado, para generar muchos más datos de los objetivos enemigos en el aire, que los sistemas de radar tradicionales de barrido mecánico, que solo pueden recibir datos de un sector del cielo al girar la antena con un motor.
Para que las antenas AESA se hayan convertido en una realidad han sido fundamentales los avances en la tecnología de circuitos MMIC (Monolithic Microwave Integrated Circuits) de arseniuro de galio (GaAs), que permitió el desarrollo de las primeras antenas AESA y sigue siendo fundamental hoy en día, al presentar propiedades excelentes para ser empleados como amplificadores de estado sólido en altas frecuencias, controlando la fase y amplitud de forma muy precisa en frecuencias suficientemente altas.
Aunque en los últimos años el GaAs se ha visto superado por el nitruro de galio (GaN) y el carburo de silicio (SiC) en aplicaciones electrónicas de alta potencia y alta frecuencia (debido a las excelentes propiedades de estos materiales), la utilización de MMIC de GaN en antenas AESA se encuentra en continua investigación y desarrollo.
Empresas como Leonardo han invertido importantes recursos en los AESA desde el principio. Uno de los pasos claves que dio esta empresa en este sentido fue la inversión en su propia fundición para el desarrollo de los MMIC (Circuitos Integrados de Microondas Monolíticos) de nitruro de galio utilizados para producir módulos radiantes para los sistemas AESA.
El hecho de disponer de esta tecnología en la propia empresa significa que es independiente de terceros proveedores y puede innovar constantemente.
Hace pocos días Hensoldt AG, el proveedor alemán de sensores se ha adjudicado un contrato por un valor aproximado de 200 millones de euros para el suministro de sistemas de radar para la última versión del avión Eurofighter de la Fuerza Aéreas Alemana, incluye la producción y entrega de sistemas de radar y se basarán en la tecnología AESA.
Actualmente, esta tecnología, es utilizada para equipar a los nuevos aviones de combate de generación 4++, y ya forma parte del equipamiento en los de 5 generación como el F-22 Raptor y él Su-57 de Rusia, así como en la nueva generación de barcos de guerra, fragatas, y portaaviones, sistemas de defensa antiaerea, para el lanzamiento de misiles en plataformas transportables, aprovechando su menor tamaño, peso y mayor alcance, precisión y efectividad.
Fotos: Hensoldt AG
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Muy buen artículo, por lo instructivo y también didáctico.!
Sería bueno, a modo de profundización temática, poder realizar alguna Entrevista sobre el estado actual de los desarrollos de INVAP en la materia..
Según tengo entendido tienen un par de desarrollos, tanto terrestre como aéreo, pero desconozco el grado de ante de los mismos.