Un destructor de la Marina de los EE.UU. (U.S. Navy) llevo a cabo un simulacro, junto a sistemas no tripulados, que tuvo por objetivo hundir un buque a 250 millas de distancia (402 kilómetros aproximadamente). Por tal motivo, el destructor de misiles guiados USS John Finn (DDG 113) logró un disparo de un misil antibuque a una distancia histórica gracias a la ayuda de drones.
El buque John Finn, gracias a los datos proporcionados por las plataformas no tripuladas (aéreas y marítimas) pudo hundir un objetivo simulado a más de 400 kilómetros, siendo el objetivo que mayor distancia cubrió dicho sistema de armas hasta la fecha. El uso de sistemas no tripulados permitió a la Marina detectar, rastreas y destruir objetivos enemigos a distancias largas sin exponer su posición ni la de sus buques aliados.
El simulacro tuvo lugar el 25 de abril durante la U.S. Pacific Fleet’s Unmanned Systems Integrated Battle Problem 21 que se llevo a cabo en la costa del sur de California. La Marina busca combinar conceptos de ataque integrando sistemas no tripulados aéreos como el MG-9 Sea Guardian y drones submarinos.
El ejercicio fue exitoso, puesto que pudo combinar la fuerza naval tradicional con los sistemas novedosos. El misil que se utilizó fue el SM-6.
El misil SM-6 es la última versión de la serie Standard de largo alcance de la Marina de los EE.UU. El misil vuela a una velocidad de Mach 3.5 y tiene un alcance de más de 400 kilómetros. El misil puede alcanzar objetivos más allá del alcance de los radares, ya que vuela a baja altitud utilizando la curvatura de la Tierra para enmascarar su aproximación. Dicha capacidad le permite recibir los datos provenientes de aviones E-2D Advanced Hawkeye.
En este caso, la forma de operar es permitiendo que los destructores apaguen sus radares, y dejen que los sistemas no tripulados se encarguen de localizar al enemigo, reduciendo el riesgo de ser detectados.
Una vez que los drones localizan al enemigo, los destructores podrían acercarse al alcance del SM-6 y luego lanzar una andanada de misiles. Los destructores podrían escabullirse en el caos, sin revelar nunca su ubicación exacta, según la U.S Navy.
Este disparo récord de misiles es probablemente el futuro de la guerra naval tal como la conocemos, dice Kyle Mizokami de Popular Mechanics. “Usar drones económicos para ocultar (o detectar) barcos costosos es una obviedad, y cualquier cosa que amplíe las capacidades de las armas existentes es algo bueno, y seguramente, otras Marinas seguirán el ejemplo de EE.UU.”.
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Imagen de portada: U.S Navy.