La capacitación de la Royal Air Force para continuar sus operaciones incluso bajo la presión que compete a situaciones de ayuda humanitaria en escenarios de alta incertidumbre, se considera de extrema necesidad para el futuro. Por dicha razón, el pasado 08 de junio en el ejercicio Swift Pirate, se evaluó la capacidad de respuesta ante situaciones con poca antelación, es decir, inesperadas. En esta ocasión, fue puesto a prueba el escuadrón 1 Air Mobility Wing.
El ejercicio se realizó en RAF Wittering, en el cual vio se realizaron ejercicios que abarcaron desde cargar un automóvil Land Rover en un avión pesado Globemaster C-17, y hasta escoltar al personal civil o militar en un avión mientras los motores del mismo seguían funcionando.
El escuadrón está bien equipado para desplegar ayuda humanitaria a países necesitados con su Boeing C-17 Globemaster, un avión de transporte estratégico de carga pesada capaz de levantar equipos grandes y complejos como helicópteros Chinook, vehículos militares y otros artículos especializados pesados. Participaron en ayudar a Mozambique cuando sufrió la catástrofe natural por el ciclón en 2019, y en el Caribe cuando fue gravemente afectado esta vez por huracanes en 2017. Además, participó en la ayuda humanitaria y el transporte de suministros durante la emergencia sanitaria por COVID – 19. Sin embargo, las operaciones Swift Pirate no solo capacitan para ayudas humanitarias, sino que también para el rescate de civiles en entornos hostiles.
La líder de escuadrón, Katherine Ingram, segunda al mando en 1 Air Mobility Wing, sostuvo con respecto a los entrenamientos Swift Pirate: «Como militares del Reino Unido, todos son responsables de reconocer cualquier violación de los derechos humanos y de informar y responder en consecuencia».
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