La guerra por otros medios, los videojuegos y China: Una visión desde las operaciones de quinta generación

La República Popular China mediante la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones,  ha restringido el uso de los videojuegos a los menores de edad a tres horas por semana. La medida entró en vigencia el 1° de Septiembre y limita a los viernes, sábados y domingos entre las 20hs. y las 21hs. el uso de los juegos electrónicos visualizados por una pantalla en línea.

La medida no es algo nuevo ya que en el año 2019 el gobierno chino implementó una  política que exigía la identificación de nombre real, límites de tiempo, límites de clasificación por edad y límites de gasto de las usuarios y usuarios. El registro con los datos del usuario o usuaria se comparaban automáticamente con el registro de nombres reales del gobierno (vigente desde 2012) y si se determinaba que el jugador es menor de edad solamente podía jugar una hora y media por día laboral o tres horas en días feriados impidiéndose en todos los casos la conexión entre las 22hs y las 8hs.

La norma implementada en el año 2019 prohibía a las y los menores de ocho años gastar dinero en los juegos y de acuerdo a la franja etarea de las y los jugadores se restringía el gasto mensual a 200 RMB (Renminbi, moneda oficial china de la cuan el Yuan es la unidad)  entre ocho y dieciséis años  y a.

De acuerdo a lo implementado en 2019  por la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones de China, las y los menores de ocho años no pueden utilizar videojuegos.

Hasta aquí la situación se asemeja a un relato sobre las acciones de un gobierno no democrático que recorta las libertades individuales perjudicando a su población, pero analicemos el tema desde el concepto de operaciones de quinta generación vinculadas al multidominio planteado por  los militares colombianos Mayor José Fernando Santa Fé García, Mayor óscar Javier urbano Morales y el analista Carlos Enrique Álvarez Calderón.

Los dominios de la guerra

El concepto  “guerra” reconoce cuatro variables esenciales: escenarios, adversarios, objetivos y fuerza. La doctrina militar de los Estados Unidos de Norteamérica reconoce al menos cinco dimensiones, o dominios de combate vinculados a los escenarios: el dominio terrestre, el dominio marítimo, el dominio aéreo, el dominio espacial y el dominio de la información.

A estos dominios los especialistas españoles, como lo dejó explicito el analista Enrique Martín Romero (Ex Jefe de la Unidad Seguridad y Defensa y actual Director de la empresa E&Q Engineering, contratista de la OTAN) durante su disertación en el curso “Escenarios de guerra más allá de lo militar. El entorno cognitivo”  de la Universidad Politécnica De Cartagena de Indias (España),  incorporan un sexto dominio que es el cognitivo.

Los sociólogos Alvin Toffler y Heidi Toffler engloban las guerras en relación directa con las capacidades de producción de las sociedades, se combate como se produce. Cada “ola” de desarrollo, como la denominan los Toffler, trajo consigo una nueva civilización.  De esta manera vamos a tener bien diferenciadas tres olas; la primera vinculada a la capacidad de producción agrícola (Espadas, lanzas, arcos y flechas), una segunda ola vinculada al desarrollo industrial (Fusiles, cañones, aviones, transporte marítimo y terrestre, etc.) y una tercera ola vinculada a los servicios, la información y el conocimiento.

En 1989 William Lind junto a oficiales del Ejército norteamericano y el Cuerpo de Marines (Keith Nightengale; John F. Schmitt; Joseph W. Sutton y  Gary I. Wilson) en el documento “El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación” (La revolución de los asuntos militares),  determinan cuatro generaciones de guerras que tienen estrecha relación con el pensamiento de los Toffler. La  primera generación vinculada con las armas de fuego y los ejércitos profesionales al servicio del Estado, la segunda generación vinculada a la industrialización y mecanización de los ejércitos, una tercera generación vinculada a la mecanización de los ejércitos, sus capacidades de desplazamiento y superioridad tecnológica y una cuarta generación que incluye acciones combinadas, asimétricas con preponderancia de las tecnologías de la información y la comunicación.

Concomitantemente entre la cuarta generación de Lind y la tercera ola determinada por el matrimonio Toffler, gracias al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, la lucha por la hegemonía deja el plano tangible para pasar al intangible. La lucha ahora es por el control de la mente de las poblaciones, dentro del concepto de nuevas guerras que plantea la académica británica Mary Kaldor en su libro “Guerras nuevas y viejas: violencia organizada en una era global” del año 2012. Guerras donde las grandes batallas no son el eje del conflicto y cuando se dan corresponden a espacios urbanos, la violencia está dirigida contra la población civil y se realizan  acciones en dominios múltiples buscando la desintegración del Estado.

La diferencia entre combatientes y no combatientes, uno de los ejes de las normas legales de las viejas guerras, es difuso y las acciones no son exclusivas de los Estados sino que la violencia también está en manos de actores privados de naturaleza violenta.

El odio, el miedo sistematizado, la “limpieza” étnica, las acciones de insurgencia y contrainsurgencia, las operaciones de desinformación, psicológicas, de influencia y desinformación  y el uso de amenazas combinadas tanto desde los Estados como desde las unidades políticas sin asiento territorial, es decir las corporaciones, son características de las guerras híbridas que van a operar en lo tangible pero sobre todo en el dominio  cognitivo de la población en un proceso sedimentario de construcción de sentido.

Las revueltas sociales denominadas “Primaveras árabes” no han sido otra cosa que la aplicación de la doctrina de cuarta generación mediante la exacerbación de problemas y conflictos existentes a los efectos de crear caos en las sociedades que no respondían a los acuerdos y necesidades de los poderes hegemónicos y así tendremos conflictos durante el periodo 2010-2012 en los países africanos y asiáticos con costas sobre el mar Mediterráneo, pero casi inexistentes en los reinos suníes.

Estas acciones de dominio tienen como centro la ecuación costo-beneficio ya que es más barato un “influencer” o potenciar un grupo radicalizado que un misil crucero BGM-109 Tomahawk.

Las operaciones de la guerra de quinta generación de acuerdo a los militares colombianos Mayor José Fernando SantaFé García, Mayor óscar Javier urbano Morales y el analista Carlos Enrique Álvarez Calderón,  tendría tres características que lo distinguen y le permiten aumentar su ventaja dialéctica sobre las generaciones anteriores de la guerra: un potencial para lograr supra-combinaciones (Público-privadas multidominio); la eliminación de límites que tradicionalmente han restringido la guerra dentro de un rango militar o político específico; y una limitación en el accionar concreto y fugaz de las fuerzas militares.

Con el acceso a escenarios o dominios alternativos y simultáneos de conflicto, los adversarios ya no están limitados o dependen de las capacidades de las fuerzas militares para alcanzar el objetivo. Las combinaciones supra-escenarios incluyen operaciones conducidas simultáneamente a través de múltiples escenarios de conflicto, incluyendo cualquier mezcla de los dominios físico + informativo + cognitivo + social algo que se asemeja al concepto forjado en el año 1883 por el general prusiano Wilhelm Leopold Colmar von der Goltz, la nación en armas. Todos los recursos, el poder nacional pleno, puestos al servicio de un solo objetivo.

China vs The Truman Show

La Administración Estatal de Prensa y Publicaciones del gobierno de la República Popular China, determinó bregar por la “seguridad política e ideológica” del ciberespacio. En ese marco la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, principal organismo de control anti-sobornos del Partido Comunista Chino en un informe detalló las acciones al límite de la ley de las celebridades y un comportamiento extremo de los fanáticos de las mismas basados en la violencia.

El portal South China Morning Post afirma que el informe detalla estrategias ilícitas que la industria del entretenimiento para impulsar el tráfico y posicionar a “estrellas” en la web china. Además la nota afirma que la Administración del Ciberespacio de China accionó sobre las comunidades de fanáticos de las celebridades (que suman más de mil millones de usuarios) y solicitó que se cancelaran todas las formas de rankings de celebridades y supervisar a las agencias de marketing vinculadas alegando la necesidad de “acabar con el caos en los clubes de fans en línea como parte de una ofensiva contra la cultura cada vez más obsesiva de los fanáticos de las celebridades en China.”

Las autoridades chinas detectaron comportamientos que incitan a hacer alarde de la riqueza, distorsión del orden público, realizar acciones en el ciberespacio para captar y manipular las redes sociales mediante la utilización de bots (programa informático que realiza acciones de manera automática y simultánea) destinados a aumentar el tráfico en la web y generar una distorsión en las expectativas de la población que sigue a estas celebridades concentrando de esa manera la opinión pública.

No estamos locos, sabemos lo que queremos

A un poder con capacidad similar de respuesta y mutua destrucción asegurada no se lo ataca de manera convencional sino mediante conflictos indirectos, de manera irregular, en escenarios múltiples, de manera constante y simultánea en dominios, niveles e intensidad. La historia militar se encuentra llena de estos ejemplos.

Socavar la moral, usos y costumbres es lo lógico para generar vulnerabilidades y contradicciones en una cultura donde el orden y el control social son necesarios para la supervivencia de más de 1.300 millones de personas.

El gobierno chino operó de manera reactiva, a partir de la decisión de restringir el uso de videojuegos, sobre una vulnerabilidad detectada en uno de los potenciales escenarios de una guerra de quinta generación, el campo del dominio cognitivo que opera directamente sobre el ethos de la nación asiática.

Además de las medidas de restricción al uso de videojuegos en línea, se convocó a decenas de artistas y “celebrities” a jornadas de capacitación organizadas por el estado para formarlos en ética profesional, leyes y la historia política. Se encuentra en estudio actualmente que las academias de cine incluyan la educación en derecho e historia para sus estudiantes, no solo habilidades de actuación y producción. Además se comenzó un trabajo de posicionamiento de nuevas celebridades influyentes para ser modelos a seguir sin un criterio disruptivo de las leyes.

El presidente Xi Jinping retoma operando sobre el segmento de la industria del entretenimiento, la idea de Mao Zedong (Presidente del Comité del Partido Comunista Chino entre 1949 y 1976 e impulsor del “Gran salto hacia adelante”) de la “Prosperidad común” para enfrentar las desigualdades generadoras de vulnerabilidades en el gigante asiático.

Conclusión

Las operaciones llevadas adelante en un marco táctico operativo por parte del gobierno chino frente a una vulnerabilidad en la defensa de sus intereses como Nación, restringiendo y llamando al orden a los formadores de sentido en la juventud china, ha sido expuesto en occidente como un cercenamiento a las libertades de expresión.

Sin negar ni invisibilizar las irregularidades que soportan las minorías en el país asiático, o las acciones contra referentes como Sun Dawu, Li Qiaochu o Xu Zhiyong por sus críticas a la dirigencia china,  las autoridades del gigante asiático han desplegado una serie de medidas defensivas para intervenir sobre un área definida por el politólogo Joseph Nye como “Poder blando”, que opera de manera sedimentaria en el sexto dominio es decir el plano cognitivo que en este caso fue delimitado como campo de acción en un rango etario entre los 8 y los 25 años.

Teniendo en cuenta el ejemplo de lo sucedido en china, cabe preguntarnos cómo la República Argentina está preparada para enfrentar amenazas en este plano ya que en la última Directiva de Política de Defensa Nacional aprobada este año, no se considera en absoluto la defensa nacional desde el punto de vista cognitivo, para lo cual deberían sumarse a la mesa de elaboración de manera a los Ministerios de Educación y de Cultura junto a los claustros académicos superiores, a los efectos de poder anticipar y tener los recursos para hacer frente a las nuevas batallas multidominio en un entorno estratégico donde el conocimiento y afianzar la identidad pasa a ser el arma más efectiva.

Daniel Alberto Symcha

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