Cerrando el año 2021, la Armada Española ha realizado una destacada iniciativa de cara al público. A través de sus redes sociales, ha divulgado por medio de dos infografías la lista con el tipo y cantidad de medios de superficie, submarinos y aéreos. En total, la Armada Española contabiliza 61 buques de diverso tipo y 62 aeronaves, entre helicópteros, cazabombarderos y UAV.
La Armada Española mantiene al presente un único Buque de Proyección Estratégica, el LHD Juan Carlos I (L-61) desde donde operan diversos helicópteros, como cazas de despegue vertical Harrier AV-8B Plus. La unidad es el buque insignia de la Armada Española y principal de medio de despliegue de poder naval del país Ibérico.
A su vez esta complementado con dos Buques de Asalto Anfibio del tipo LPD pertenecientes a la Clase Galicia. EL Galicia (L-51) y el Castilla (L-52), con un desplazamiento de casi 14 mil toneladas, fueron construidos por Navantia a finales de los años 90´y principios de los 2000´. A ellos se suman dos Buques de Aprovisionamiento de Combate de la Clase Cantabria (Patiño A-14 y Cantabria A-15).
En el segmento de fragatas, la Armada Española posee dos clase de unidades. La primera de ellas son las seis unidades de la Clase Santa María, cuyo diseño se basa en la las fragatas Clase Oliver Hazard Perry de la U.S Navy, que entraron en servicio durante la segunda mitad de la década de los 80´. Por su parte, las segundas, son las cinco fragatas de la Clase Álvaro de Bazán construidas por Navantia.
Por su parte, las unidades destinadas a labores de vigilancia y patrullado se concentran en los seis Buques de Acción Marítima de la Clase Meteoro, dos de la Clase Descubierta y cuatro de la Clase Serviola. Aunque también existe una amplia variedad de unidades de diversas clases designada propiamente como patrulleros. Aquí encontramos: tres de la Clase Chilreu, tres de la Clase Anaga y dos de la Clase Toralla. Luego de menor porte se hallan dos unidades para vigilancia costera y una sola para vigilancia interior.
Puesta a flote del S-81 Isaac Peral de la Armada Española – Créditos Navantia y Miguel Egea
En lo referido a submarinos, en la actualidad la Armada Española cuenta con dos unidades de Clase Galerna o Serie S-70: el S-71 Galerna y S-74 Tramontada. Sin embargo, en la infografía publicada no fue incluido el recientemente botado S-81 Isaac Peral. Se espera que a lo largo de 2022 continue efectuando diversas pruebas de mar de cara a su entrega a la fuerza en el año 2023, de no mediar incontinente. A su vez, y de cara a dar apoyo a su fuerza de submarinos, España cuenta con el Buque de Salvamento y Rescate Neptuno A-21, el cual será reemplazado cuando entre en servicio el futuro Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS). Reciamente, fue firmado el contrato para su construcción en Navantia.
Continuado con unidades de transporte y logísticos encontraremos al Buque de Transporte Ligero Contramaestre Casado A-01 y al Ysabel A-06. Este último presenta una salvedad, ya que fue adquirido recientemente por el Ejército de Tierra, siendo operado por personal de la Armada Española. La embarcación, con un desplazamiento de más de 16 mil toneladas, permitirá continuar apoyando las operaciones logísticas con que dar soporte desde la península a Ceuta, Melilla, Baleares y Canarias; y las misiones en Líbano o Turquía.
A su vez, destacan en la misión de cazadores de minas se encuentran las seis unidades de la Clase Segura, construidas entre finales de los año 90´y principios del 2000´.
Por último, la Armada Española posee varias unidades destinadas a labores auxiliares, investigación, cazadores de minas y reconocedores. En total, la fuerza posee tres buques Hidrográficos (dos clase Malaspina y uno clase Cástor), tres buques auxiliares (Marca Caribe A-101, Alerta A-111 y Las Palmas A-52), dos buques Escuela (Juan Sebastián El Cano A-71 e Intermares A-41), dos remolcadores (Mahón A-51 y La Graña A-53).
Aeronaves
La Armada Española dispone de in interesante número de helicópteros destinados a diversos roles. En total, en diversas escuadrillas, posee de 33 unidades. Entre ellas se descanta: siete Agusta Bell 212 de la Tercera Escuadrilla, destinados en el presente a misiones de asalto de Infantería de Marina; cuatro SH-3D Sea King y cuatro SH-60F Sea Hawk agrupados en la Quinta Escuadrilla; cinco Hughes 500 de la Sexta Escuadrilla destinados al entrenamiento y vigilancia; y los 12 SH-60B Sea Hawk de la Decima Escuadrilla, cuya principal misión es guerra antisuperficie y antisubmarina.
Entrando en el terreno de la aeronaves de ala fija, la fuerza dispone de tres Cessna Citation II y un único Citation VII. Las aeronaves son operadas por la Cuarta Escuadrilla en misiones de enlace, transporte y vigilancia.
La Armada Española dispone de 12 cazabombarderos Harrier AV8B II Plus. Sin embargo, en la infografía divulgada no se incluyo al único biplaza TAV-8B. Entre sus misiones, en la Novena Escuadrilla se encuentra la protección de flota, reconcomiendo y ataque por medio de supresión defensas.
Por último, la Undécima Escuadrilla posee en su inventario de diez vehículos aéreos no tripulados Boeing Insitu ScanEagle.
*Créditos de fotografías Armada Española, Navantia.
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En la imagen el buque insignia de la Armada Española, se vendieron dos a Australia y uno a Turquía, Navantia podría suministrar a Argentina el tipo de buque que necesite.
Está pendiente la venta de un segundo buque a Turquía, que podría denominarse Traquia (Tracia en turco). Aún no se sabe si el diseño y apoyo técnico (lo que aporta básicamente la empresa española Navantia) serán similares al del buque insignia vendido ( TCG Anadolu) o si se tratará de un buque mayor, con nuevas capacidades, incluyendo cables de frenado y algún tipo de catapulta, al menos para drones de ataque.
La ambición de la Armada Española sería tener un portaaviones convencional (CATOBAR con catapulta electromagnética, similar al que está construyendo China, denominado 003) con capacidad para aviones de combate como Rafale M o el futuro FCAS/SCAF versión naval. Sería el nuevo buque insignia de la AE, aunque los costes de construcción y mantenimiento aumentarían de forma gigantesca y muchos piensan que serían inasumibles con la actual coyuntura económica.