Actualmente, la U.S. Navy posee al dron MQ-8B Fire Scout en su inventario para volar desde fragatas y buques de combate litorales. Sin embargo, se encuentra en preparación final la nueva versión, el MQ-8C Fire Scout, que se espera que esté lista para mediados de este año.
Durante varios años, el objetivo de la Armada de EE.UU. ha sido incorporar más drones y tecnologías de comando y control. Consecuentemente, en la actualidad se encuentra armando sus buques de ataque anfibio con drones similares a helicópteros, capaces de despegar verticalmente desde la cubierta de un barco, y con la funcionalidad de detección de radares. Luego de finalizar la etapa de “verificación de ajuste” inicial del dron MQ-8C a bordo del USS Anchorage (LPD-23), será puesto en servicio.
Su diferencia principal con el MQ-8A y B (basados en los helicópteros Schweizer 330 y 333) es que la nueva variante es de mayor tamaño y se basa en la configuración de un helicóptero comercial utilitario Bell 407; su función la detección de minas; submarinos enemigo; y la transmisión de los resultados.
Imagen destacada: Dron MQ-8C
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