Este jueves, el Comando Aéreo de las Fuerzas Armadas de Ucrania confirmó el derribo de un avión ruso Sukhoi Su-25 de ataque a tierra. Se trataría de una versión actualizada de un modelo de la era soviética, denominado Su-25SM.
Aunque se cuenta con información limitada, se estima que un piloto ruso falleció en el hecho y se trataría de la quinta pérdida del bando ruso y de este tipo de aviones durante el conflicto con Ucrania.
Cabe destacar que el pasado miércoles, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, afirmó que “el 90% de los aeródromos militares ucranianos, donde se basaba la mayor parte de la aviación de combate, han sido desactivados”. Añadió que una significativa parte del sistema de defensa aérea ucraniano fue destruida, incluyendo los S-300, Buk M-1 y S-125, siendo en su mayoría capacidades de largo y mediano alcance.
Denominado por la OTAN como “Frogfoot“, los Su-25 son fabricados por la compañía basada en Moscú Sukhoi Design Bureau Joint Stock y están diseñados puntualmente para misiones de apoyo aéreo cercano y para derrotar/atacar pequeños objetivos terrestres móviles u estacionarios.
Posee diversas variantes operativas actualmente en la Fuerza Aérea de Rusia, aunque también puede hallarse en países como Afganistán, Bielorrusia, Corea del Norte, Azerbaiyán, entre otros.
En esta ocasión, el avión derribado por Ucrania sería una “versión mejorada” conocida como Su-25SM que entró en servicio ruso en enero del 2007, contando con actualizaciones tecnológicas como un sistema de control de fuego SUO-39 y un radar Phazotron Kopyo-25M. Asimismo, cuenta con dos motores turborreactores Soyuz/Gravilov R-195s y tanques de combustible autosellantes, pudiendo ampliar el alcance de la aeronave gracias a la provisión de cuatro tanques externos.
Tal vez te interese: ¿Cuán real es la amenaza nuclear en la guerra entre Ucrania y Rusia?