Uno de los objetivos a mediano plazo en los que China se ha enfocado es en completar, paso a paso, la transformación y modernización de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF). Sus últimos avances han demostrado que el gigante asiático se encuentra en este camino, luego de conocerse que el caza más avanzado del país cuenta ahora con un nuevo motor de producción nacional.
El “caza invisible” J-20 de China, también conocido como Mighty Dragon, es un avión de quinta generación que tuvo su vuelo inaugural en enero del 2011 y que entró en servicio en el año 2017. Podría decirse que está inspirado en los F-22 y F-35 estadounidenses, aunque se asemeja en apariencia a los nuevos Sukhoi Su-57.
En sus inicios, el J-20 utilizaba un motor provisional ruso AL-31F, que en varios ejemplares fue luego sustituido por el motor chino WS-10C. Mucho se ha dicho sobre China y sus grandes problemas para diseñar motores de alto rendimiento, factores que también le ha impedido alcanzar un mayor potencial en sus principales tareas, por lo que estos recientes avances son fundamentales.
El nuevo motor WS-15 con el que contarán los J-20 fue sometido a diversas pruebas, además de que está íntegramente desarrollado en China. Con el pasar del tiempo, irán reemplazando a todos los motores rusos AL-31F que aún están equipados en los J-20 restantes. China espera en un futuro no muy lejano poder equipar a todos sus cazas de quinta generación con motores chinos, factor que permitirá acentuar los principales logros y objetivos de los J-20, como lo son la maniobrabilidad, el sigilo y la capacidad de combate.
El subjefe de diseño del J-20, Gong Feng, fue quien detalló el pasado enero las diferencias sobre este nuevo motor y las expectativas que se esperan alcanzar con los J-20 en general. Las pruebas realizadas hasta ahora demuestran que estos nuevos motores están preparados para operar en regiones de climas muy frías y con mucha humedad, además de que permiten a los cazas volar a gran altitud.
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No hay vuelta que darle, el tema pasa por desarrollar la industria local y tener políticas de estado a largo plazo.