La situación que evolucionaba en torno a las Georgias del Sur no solo recibía la atención de las fuerzas argentinas en Grytviken y Puerto Leith, sino que también lo hacían elementos que integran a la Fuerza Aérea Sur, los cuales planificaban desde hace algunos días la posibilidad de batir los buques británicos que navegaban con rumbo al mencionado archipiélago. La evolución del ahora denominado Task Group 317.9 había sido seguida de cerca por los vuelos de exploración y reconocimiento lejano efectuado por los Boeing B-707 de la I Brigada Aérea. Ante este panorama, la Fuerza Aérea Argentina intentaría asestar un golpe de largo alcance a la flota británica.
En la BAM Trelew (Base Aeronaval Almirante Zar) oficiales del Grupo 2 de Bombardeo comenzaron con la planificación a los fines de ejecutar con sus bombarderos Canberra MK.62 una misión anti-superficie contra buques de la Royal Navy. De acuerdo con lo previsto, la misión sería llevada a cabo por dos aviones, mientras que un tercero oficiaría como reserva. Atento la distancia que deberían recorrer, se adoptaron algunas medidas para solucionar este inconveniente: los Canberra serían desplegados a la Base Aeronaval Almirante Hermes Quijada, en Río Grande, alojando en su bodega un tanque auxiliar de 3.300 litros. La capacidad ofensiva de los bimotores quedaba reducida a dos bombas de 500kg, las cuales iban en los pilones
El objetivo eran los buque que integraban la TG 317.9, habiéndose previsto que fueran el buque antártico HMS Endurance, el buque tanque RFA Tidespring y la fragata HMS Plymouth. Sin embargo, desconocido por ese entonces para la FAA, el grupo también contaba con la presencia de la fragata HMS Brillant y del destructor HMS Antrim.
Durante los siguientes días, se avanzaría al detalle con la planificación, ya que así lo demandaba la misión: cualquier error de cálculo tendría graves consecuencias para las tripulaciones, por lo que debieron ser analizadas todas las variables, desde consumo de combustible, presencia de vientos, base de recuperación, entre otras. Las consideraciones para el perfil de vuelo incluían un ascenso hasta los 12000 metros, con el objetivo de lograr ahorrar combustible. Una vez consumido el contenido de los drops de los planos, los mismos serían eyectados, para luego ascender a cota máxima. En su trecho final, los Canberra ingresarían a la zona del objetivo en vuelo rasante. Para la misión se contaría con el Boeing 707 TC-92 como guía mientras que uno de los KC-130 oficiaría de explorador adelantado gracias a su radar AN/APQ-122.
El lunes 26 de abril, los tres Canberra MK.62 indicativo LIBRA despegan desde BAM Trelew. Sus tripulaciones son el Mayor Vivas y el Mayor Escudero (N°1), el Primer Teniente Baeza y Primer Teniente Cardo (N°2) y el Primer Teniente Sproviero y Primer Teniente Moreno (N°3). Sin novedades, arriban a Río Grande donde son recibidos por personal de la FAA y Armada. Luego del briefing, los Canberra son reabastecidos y se aprontan para el inicio de una misión que podría ser histórica.
Con cada tripulación concentrada en el pequeño universo que comprendía la cabina, el vuelo se realizó manteniendo un estricto silencio de radio. Sin embargo, la primera incidencia no tardaría en llegar: habiendo agotado el combustible de los tanques de las punteras, los Canberra proceden a su eyección, fallando la separación de uno de los drops de N°1. Inmediatamente, el avión de reserva pasa a ocupar la función de guía, quedando el TC-92 y los Canberra “Penélope” y “Picaseso”.
Llegado el momento, los bombarderos finalmente se separan del B-707, iniciando el vuelo en rasante que los llevaría hasta su objetivo. Súbitamente, la tensa situación se rompe cuando desde el KC-130 que oficiaba de explorador se informa que los buques británicos habían sido detectados dentro de la bahía Cumberland. Minutos después, se recibe la orden de retorno debido a que las condiciones están lejos de las ideales para proseguir con el ataque. Luego de 4000 kilómetros recorridos y más de 5 horas de vuelo, los Canberra del Grupo 2 de Bombardeo aterrizan en Río Grande a las 1900 horas.
Pese a las cancelación, las tripulaciones y aeronaves estarían en condiciones para repetir la misión al día siguiente, sin embargo la misma es cancelada debido al desenlace en las Georgias del Sur, luego de la rendición de Grytviken y Puerto Leith.
Perdonen ,quizás yo no intérprete bien lo que leí, pero … ¿pensaban atacarlos en aguas internacionales , o ya dentro de las 200 millas de exclusión?
Fabián, el ataque estaba previsto que se realizara en aguas próximas a las Georgias del Sur.
Muchas gracias por recordar esta misión, según cuenta mi padre (navegador del avión guía), estaban tan limitados de autonomía que antes de despegar recargaron combustible en cabecera de pista para recuperar lo consumido en carreteo desde plataforma. A la vuelta no podían llegar al continente por lo que tendrían que repostar en malvinas. Además si llegaba a cambiar el sentido del viento tampoco podían llegar a malvinas, se perderían en el mar. Sabiendo esto salieron igual.
Aldo, muchas gracias por tu comentario.
Soy de Trelew, gracias por contarnos la historia
Aldo….las tripulaciones con unos cojones grandes como dos Fiat 600. HONOR Y GLORIA A LOS HEROES DE MALVINAS.