Con la intención de hacer frente a la zona de exclusión impuesta por el Reino Unido durante la Guerra de Malvinas y continuando con el seguimiento de la flota que desarrollaron distintos medios aéreos y navales argentinos, la Armada procuró realizar una acción decisiva sobre el despliegue británico.

Ya luego de la reocupación de las Georgias a partir del 25 de abril de 1982, se trabajó en el alto mando argentino la intención de interceptar a la flota británica que se encontraba en transito desde la isla de Ascensión hacia el archipiélago de Malvinas. A efectos, aglutinó sus medios y los organizó en función de generar un efecto tenaza sobre las fuerzas británicas haciéndose valer de distintos tipos de buques, entre modernos y antiguos, además de medios aeronavales.

Es así que la famosa Fuerza de Tareas 79 busca desde fines de abril de 1982 asestar un golpe a la flota británica que permita dilapidar el esfuerzo de guerra británico y equilibrar una balanza que decantaba para el lado del estado europeo, que proponía en su Operación Corporate el uso de medios y tecnología bastante más adelantada que la que contaba la Argentina por entonces.

El esfuerzo argentino se concentró en una quincena de buques, contando portaaviones, cruceros, destructores y medios de apoyo, para hacer frente a una flota de decenas de embarcaciones y diversos grupos de tarea integrados. Esta enorme flota fue captada para el día 30 de abril hacia el noreste de Puerto Argentino, lo que fomentó la decisión de tomar una acción determinante en el plano aeronaval.

Para el 1 de mayo, en horas de la tarde, la flota argentina ya contaba con la ubicación de al menos 6 buques británicos, captados por el esfuerzo de las tripulaciones de aeronaves S2E Tracker del ARA 25 de Mayo. Esta ventaja decantaba para la Argentina a razón de que los británicos no contaban con la ubicación de las fuerzas de tareas argentinas para la tarde de ese día. Con esa información la Armada dio luz verde para que en las primeras horas del 2 de mayo se atacara con unos 6 aviones A-4Q cargados con 4 bombas MK82 a esos blancos conseguidos horas antes, mientras las distintas fuerzas de tareas enfilaban hacia la agrupación enemiga.

Pese a esto, las condiciones climatológicas no acompañaron la intención argentina. Tengamos en cuenta que para el despegue de las aeronaves A-4Q implicaba no solamente contar con buena velocidad por parte del ARA 25 de Mayo, sino también ser asistidos por buen viento para fomentar su sustentabilidad y la posibilidad de llevar carga útil. Además, a este problema, ya para la tarde de este día sucedería el fatídico hundimiento del ARA General Belgrano, llevando a que el miedo estratégico submarino termine por zanjar la suerte de esta intrépida planificación contra una flota muchas veces mas grande que la argentina.

Hagamos un repaso de la composición de los medios de combate de la Fuerza de Tareas 79.

Fuerza de Tareas 79

Grupo de Tareas 79.1 (GT 79.1)

ARA Veinticinco de Mayo (V-2)

Uno de los buques capitales mas importantes. El ARA 25 de Mayo proveía proyección de fuerzas a la flota con el aporte de sus 8 A-4Q en diferentes configuraciones, entre ataque, reabastecimiento, exploración y diversión. Además contaba con el apoyo de aeronaves para exploración S-2E Tracker, además de helicópteros Sea King y Alouette.

ARA Santísima Trinidad (D-2)

Un factor importante para proveer defensa aérea a la flota. El ARA Santísima Trinidad se apoyaba en sus Sea Dart para armar un paraguas defensivo, además de contar con lanzadores de misiles MM-38 y un cañón automático Vickers de 115mm. Es importante recalcar que tanto el D-2 como el D-1 se encontraban en el estado del arte en materia de equipamiento militar, siendo botado este en AFNE en 1974. Este modelo también fue utilizado por los británicos (Tipo 42).

Grupo de Tareas 79.2 (GT 79.2)

ARA Hércules (D-1)

Histarmar

El ARA Hércules, D-1, gemelo del ARA Santísima Trinidad, constituía el otro pilar de la defensa aérea de la flota. Iniciada su construcción en 1973, fue entregado a la Armada Argentina en 1976.

ARA Comodoro Py (D-27)

El viejo destructor clase Gearing y ex USS Perkins se ofrecía a la flotilla como escolta. Botado en 1945, contaba con 6 cañones de 5 pulgadas, además de tubos Oerlikon de 20 mm para defensa aérea de punto. Además, en 1976 se le instalaron lanzadores MM-38 Exocet.

Grupo de Tareas 79.3 (GT 79.3)

ARA General Belgrano (C-4)

El ARA General Belgrano, ex USS Phoenix y botado en 1938, encabezaba otro de los ejes de la Fuerza de Tareas. Siendo cabeza de una de las pinzas, se apoyaba en sus 15 cañones de 152 mm en torres triples, además de su defensa antiaérea con dos montajes de misiles Sea Cat.

ARA Bouchard (D-26)

El Bouchard fue un destructor clase Allen M. Sumner que fue incorporado en 1972 a la Armada Argentina. Siendo un veterano de la Segunda Guerra Mundial, sufrió distintas modernizaciones a efectos de mantenerlo activo. Contaba con cañones de 127mm, además de tubos lanzatorpedos y 4 lanzaderas de misiles MM-38.

ARA Piedrabuena (D-29)

De la misma clase que el Bouchard, el Piedrabuena se ofrecía como buque escolta del ARA General Belgrano, apoyado por sus cañones y misiles. Es importante recalcar que todo el GT 79.3 era veterano de la Segunda Guerra Mundial bajo pabellón estadounidense. Para el año 82 ya contaban con cuatro décadas de servicio.

Grupo de Tareas 79.4 (GT 79.4)

ARA Drummond (P-1)

ARA Guerrico (P-2)

ARA Granville (P-3)

Las tres corbetas clase A-69 D`Estienne d`Orves fueron construidas por Francia, siendo la Drummond y Guerrico destinadas inicialmente para Sudáfrica. Este país por haber sido embargado, llevo a que el destino final sea la Argentina. Las tres corbetas se encontraban para entonces en el estado del arte, siendo incorporadas en el 78 (2) y en el 81.

Su armamento consistía en misiles MM-38 además de lanzatorpedos Mk32, un cañón de 100 mm y 4 cañones antiaéreos (2 de 40mm y otros 2 de 20mm).

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6 COMENTARIOS

  1. El Gral. Belgrano, si bien era un gran buque, se encontraba técnicamente desactualizado como para operar contra la flota británica, se trata de un barco crucero de la II Guerra, la flota naval Argentina no podía compararse con la Inglesa.

  2. Datos duros en el portaaviones argentino en el critico día del ataque a la flota británica.

    Peso de un A-4Q con seis bombas Snakeye mk-82 de 500 lbs c/u, lanzador MER y dos tanques de combustible llenos baja los alas: 22500 libras
    Velocidad necesaria para el despegue de los A-4Q a peso máximo: 150 nudos con margen de seguridad.
    Presión de vapor de la catapulta para lanzar 22500 libras a la máxima velocidad posible: 290 PSI.
    Velocidad del portaaviones catapultando en 1982: 18 nudos
    Velocidad máxima de la catapulta del portaaviones para un A-4Q a plena carga: 121.5 nudos
    Viento del día: 0 nudos.
    De lo que resulta, 121.5 nudos de la catapulta más los 18 nudos del buque catapultando: 139.5 nudos
    Velocidad faltante para despegar a plena carga: 10.5 nudos.
    Datos consultados:
    Jefe de Catapulta del ARA Veinticinco de Mayo
    Jefe de Escuadrilla de A-4Q en 1982.
    SAC y NATOPS A4-B

  3. Muchas gracias Javier por la información.

    Me gustaría consultarte si contás con la información del radio de acción de los A4 Q. Con la carga de bombas que mencionás.

    Porque se sabe que la flota británica estaba a menos de 200 millas de distancia. Por lo que entiendo que el avión podría haber salido sin sus tanques suplementarios. Y por tanto, despegar a una velocidad menor.

    Además, me parece que el margen de seguridad hay que desafiarlo en caso de guerra.

    Yo se que es fácil escribir sentado en el living de mi casa. Pero me parece que en esa oportunidad faltó audacia. Cosa que si sobró luego en muchos pasajes de la guerra.

    Abrazos y gracias

  4. La Zona de Exclusión la decretan ellos unilateralmente. No fue algo previamente acordado por ellos y nosotros o una medida bajo legislación de la ONU o la Corte de la Haya. Si querían achicarla, la achicaban. Si querían ampliarla, la ampliaban. Pero nosotros como nación beligerante no teníamos por qué atenernos a esas normas. De lo contrario estamos aceptando tácitamente SUS reglas del juego.

  5. Pettigrew, es un tema polémico éste. Hay un video en Youtube donde el CN Spinelli trata esa
    posible batalla y aporta grillas donde figura que el A-4Q puede cargar 7000 Kgs de
    combustible, entre los tanques del avión y los dos suplementarios. El SAC del A-4B (Q)
    no dice exactamente eso sino que la suma de los tanques del avión más los dos
    suplementarios posibles bajo las alas da un total de 1400 galones, unos 5300 litros,
    4240 kilos, 9340 libras.
    El Skyhawk Q consumía 25 litros por minuto sg. su comandante CN Castro Fox. No
    se indica a qué nivel. En el video al que aludo se dice que eran necesarios 41 nudos
    sobre cubierta para salir en una configuración suficiente para llegar y pegar.
    La flota estaba enemiga estaba en el orden de las 250 mn sg. CN Castro Fox o 238 mn
    sg. CN Spinelli.
    Van mis datos:
    El peso máximo de un A-4Q para despegar era del orden de los 10215 kgs, 22500 lbs,
    una vez más, sg. el Sr. Castro Fox.
    El avión en vacío operativo pesaba 4554 kgs, 10032 lbs. (sg. SAC)
    Se pensaba en atacar con 4 bombas de 500 lbs c/u más los tanque eyectores de 300
    galones. Sumado el rack eyector múltiple de bombas y el combustible interno del avión,
    todo andaba en el orden de los 9762 kgs, 21500 lbs.
    La catapulta BS-4 lanzaba el peso máximo del A-4Q (22500 lbs) a 121.5 nudos. Su tasa
    de poder en esos rangos andaba en el nudo y medio adicional cada 1000 lbs sustraídas al avión.
    Con seis bombas y combustible máximo (internos y externos) el cazabombardero llegaba a
    su peso total y era lanzado a los 121.5 nudos citados. En esta configuración se hubieran
    necesitado unos 11.5 nudos de viento natural para alcanzar los 150 nudos requeridos de
    haber elegido ésta configuración.
    Ahora, con cuatro bombas de 500 lbs c/u y full combustible interno y externo el A-4
    levantaba a los 147 nudos. A tal peso (21500 lbs) la catapulta podía lanzarlo a 123 nudos.
    El viento que debía aportar la madre naturaleza estaba en el orden de los 6 nudos.
    Coraje hubo y sobró. Lo que faltó fue viento.

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