31 de mayo de 1982. Las posiciones defensivas se consolidaron en el área de Puerto Argentino, mientras el sistema de defensa aérea continuaba con su lucha. Sin embargo, entre las 04:30 y las 05:40 hs comenzó un bombardeo sobre la BAM Malvinas, donde un avión Vulcan británico lanzó dos misiles antiradar Shrike sobre un radar TPS-43, dañando el equipo. Gracias a los operadores del Escuadrón de Vigilancia y Control Aeroespacial la destrucción total fue evitada por haber apagado los equipos a tiempo y sin dejar heridos, ya que uno de los misiles impactó en casas de soldados y personal militar. El radar quedó fuera de servicio, con las bocinas y el batán de combustible perforados por esquirlas. El equipo fue luego reparado y funcionó hasta el último día de la guerra.
Dos nuevos ataques azotaron Puerto Argentino entre las 12:03 y las 14:30 de la tarde. El primero a cargo de cuatro Harrier GR 3 en vuelo rasante, el cual se estima que la artillería antiaérea (AAe) averió y no logró llegar al buque. El segundo ataque fue en altura, pero dirigido hacia el aeródromo, cuando dos bombas estallaron cerca de Cortley Hill y otras dos al norte de cabecera 26.
En búsqueda de incrementar el abastecimiento a las islas, hacia la noche dos Hércules C-130 aterrizan en Puerto Argentino transportando misiles Exocet MM 38 junto a sus lanzadores y sistemas complementarios. El objetivo era utilizarlos para atacar naves británicas, lo cual sucede hacia la noche.
Frente: Top Malo House
Luego de la batalla en Pradera del Ganso y la captura consolidada de Darwin, los británicos comenzaron a avanzar hacia el este por dos avenidas. Lo hacían a pie, acompañados del helitransporte como sostén logístico. La presión que ejercían sobre las posiciones argentinas era notable, principalmente mediante ataques aéreos y cañoneo naval nocturno, y así fue la noche del aquel 31 de mayo en las cercanías del monte Simón.
Un grupo de efectivos de la Compañía de Comandos 602, compuesta por 16 soldados, descendieron de un helicóptero en el rocoso desierto situado hacia el Este de las Malvinas. El objetivo era el de instalar un puesto de observación para reconocer los movimientos de las tropas inglesas que ya habían desembarcado en San Carlos, apostándose en la cresta del monte. Luego de horas de marcha decidieron buscar refugio, instalándose en una granja abandonada al otro lado del arroyo Malo, denominada Top Malo House. En el lugar divisaron helicópteros CH.47 Chinook de las fuerzas británicas transportando artillería y suministros para las tropas que avanzaban hacia Puerto Argentino, intentando comunicar los movimientos (hecho que se vio interrumpido por las interferencias). Lo que los argentinos desconocían es que a 15 kilómetros de allí se encontraba el puesto de comando del general de brigada inglés Julian Thompson.
La tropa británica que los argentinos divisaron era una unidad de élite que formaba parte del grupo de la Royal Marines, Mountain and Arctic Warfare Cadre. Era un gran número de marines los que desembarcaron de un Sea King a 1,5 kilómetros de Top Malo House. La tarea que debían efectuar consistía en eliminar la posición de los argentinos, ya fuera a través de largos tiroteos o no. Siguiendo las instrucciones en medio de la fría y nevada noche, el grupo se dividió en dos secciones: una de apoyo de fuego (que contaba con seis hombres con fusiles de francotirador L42, dos fusiles de combate semiautomáticos L1A1 y cohetes M72 LAW de 66 mm) y una de asalto (que llevaban LAWs, lanzagranadas M79 y fusiles automáticos). El poder de fuego era claramente superior al de los argentinos.
Uno de los integrantes de la Compañía de Comandos 602, el teniente Ernesto Emilio Espinosa, fue quien descubrió el avance de los británicos hacia la casa abandonada, advirtiendo al resto y abriendo fuego contra el enemigo. Los británicos comenzaron su ataque sobre la débil estructura en manos de cuatro cohetes de 66 cm, incendiando el techo del edificio. A los cohetes lo acompañaron los disparos de armas automáticas que atravesaban la casa de lado a lado. El accionar de Espinosa fue clave en este combate, ya que quedó cubriendo la salida del resto de los soldados y murió minutos después cuando una granada enemiga ingresó por la ventana, acabando con su vida. De manera similar ocurrió con el sargento Mateo Antonio Sbert, quien heroicamente cubrió la retirada de sus camaradas y falleció en el momento.
Según diversos relatos del grupo británico, principalmente del veterano Sargento Derek Wilson, los soldados argentinos compensaron ciertas falencias con su coraje y arrojo. En una ocasión, afirmó que no es cierto que los argentinos huyeron, sino que salieron de la casa y pelearon con sus armas. Tal es así que dos infantes de marina británicos fueron heridos gravemente. Como resultado del pequeño combate, 10 soldados argentinos fueron capturados y cuatro de ellos gravemente heridos. Pese a la derrota que enfrentó la tropa argentina, fue uno de los pequeños combates más significativos dentro de la guerra de Malvinas.
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Hay versiones de que en realidad los británicos sufrieron bajas mortales en este combate. Solo el tiempo develará los secretos y misterios de la guerra de Malvinas, o al menos la mayoría.
Uno de los que participó en dicho combate, creo que fue el por entonces Coronel Aldo Rico. Según una versión argentina, los ingleses tuvieron uno o dos muertos y por lo menos, dos heridos en el combate de Top Maló House.
Buenos días Marcelo, tiene disponible la crónica con mayores detalles sobre el combate de Top Malo House en el siguiente link https://www.zona-militar.com/2022/05/31/malvinas-40-anos-el-combate-de-top-malo-house/. En el mismo se detalla como estaba compuesta la Primera Sección de la Compañía Comandos 602 que participó en el combate al mando del Capitán José Vercesi. El entonces Mayor Rico no formó parte de este hecho puntual en el terreno. Saludos.