La década de 1950 fue muy prolífica en avances tecnológicos para la aviación militar. En esos años, y en un corto periodo de tiempo, los aviones de combate vieron aumentar sustancialmente sus prestaciones. Tan solo 7 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, concretamente el 24 de Mayo de 1952, volaba el prototipo del MiG-19, primer caza soviético capaz de superar la barrera del sonido en vuelo horizontal, poco tiempo después, en 1953, era seguido por el prototipo del North American F-100 Super Sabre de los EE.UU., que tuvo el honor de ser el primer caza capaz de volar a Mach 1 en horizontal que entro en servicio en el mundo. Francia se uniría al club Mach 1 el 2 de Marzo de 1954 con el primer vuelo del Dassault Super Mystère. La tecnología avanzaba muy rápido y mientras estos cazas entraban en servicio, ya comenzaban a volar los prototipos de cazas capaces de volar a Mach 2: el Lockheed F-104 Starfighter (1954), el Mikoyán-Gurévich MiG-21 Fishbed (1955) y el Dassault Mirage III (1956).
La capacidad de volar a Mach 3 estaba a la vuelta de la esquina. En 1955 la USAF comenzaba a pergeñar los requerimientos que darían lugar al malogrado bombardero estratégico trisónico North American XB-70 Valkyrie que voló el 21 de septiembre de 1964. A inicios de la década de los 60 también volarían los prototipos del avión de reconocimiento estratégico Lockheed A-12 de la CIA y el interceptor de altas prestaciones Lockheed YF-12, a partir del cual se desarrollaría el SR-71 Blackbird para la USAF como sustituto del A-12. Todos ellos capaces de alcanzar velocidades superiores a Mach 3 y un techo de servicio cercano a los 30.000 metros, o superior.
El Lockheed YF-12 fue el punto culminante de una serie de proyectos con los que la USAF buscaba equiparse con un interceptor armado solo con misiles y capaz de volar por arriba de Mach 3.
El primero de ellos fue el Republic XF-103 Thunder Warrior, que nace de una solicitud de la USAF del año 1949. Se suponía que el XF-103 debía alcanzar una velocidad de Mach 4 y estar construido enteramente en titanio, este ambicioso proyecto fue cancelado en 1957 a favor de adquirir el mas convencional interceptor Convair F-102 Delta Dart. Al poco tiempo la USAF retomo el tema del interceptor avanzado ante el temor de las hordas de bombarderos supersónicos soviéticos atacando América del Norte, y esta vez el contrato se lo llevo North American, en el año 1957, con su F-108 Rapier. Además de sus misiones de defensa aérea se esperaba que el F-108 también podría ser utilizado como caza de escolta para los bombarderos estratégicos de Mach 3 North American XB-70 Valkyrie, con el que compartía su configuración aerodinámica. La USAF esperaba que el primer vuelo del F-108 se llevara cabo a principios de 1963 y se había previsto una orden por 480 F-108. Sin embargo la aparición de los misiles balísticos intercontinentales torpedearon esos planes y el F-108 fue cancelado tempranamente en 1959.
La cancelación del interceptor trisónico North American F-108 Rapier, el 23 de septiembre de 1959, permitió a Lockheed ofrecer a la USAF el desarrollo de un interceptor trisónico denominado YF-12 y basado en el avión de reconocimiento A-12. En ese momento la USAF pensaba adquirir un lote inicial de 93 aeronaves F-12B, la versión de serie del YF-12.
Sin embargo, el Secretario de Defensa McNamara se oponía a la producción de esta aeronave exorbitantemente cara, y a su vez la misma USAF no estaba realmente muy entusiasmada con este oneroso interceptor, por lo que finalmente el programa se cancelo oficialmente el 5 de enero de 1968. Los tres prototipos YF-12A construidos fueron asignados en diciembre de 1969 a la NASA, que los utilizaría para diversos experimentos a lo largo de los años.
A continuación en los tres enlaces de abajo se puede acceder a la apasionante historia de estos ambiciosos programas aeronáuticos:
El sueño de un caza Mach 3, el Republic XF-103 Thunder Warrior
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El sueño de un caza Mach 3, el North American F-108 Rapier
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El sueño de un caza Mach 3, el Lockheed YF-12
