En el marco de la invasión de Rusia a Ucrania, la cooperación entre los miembros de la OTAN en múltiples aspectos se ha profundizado. Los vuelos realizados en tareas de vigilancia aérea son un ejemplo de ello, como la misión Air Shielding de la OTAN en curso que reúne a los aviones de las fuerzas aéreas de la base en Ämari, Estonia, conjuntamente con los Estados Unidos, Bélgica, Francia y el Reino Unido.
Puntualmente, los vuelos diarios de la OTAN hacia el centro de Europa se realizan desde Ämari, aunque también vuelan más allá de estas fronteras. Según el jefe de personal de la Fuerza Aérea de Estonia, Coronel Jack Lehiste, “la actividad de vuelo ha aumentado significativamente. Todos los aviones realizan una o dos, a veces incluso tres, salidas al día”. Tanto los Boeing CH-47 Chinooks británicos, como los Lockheed Martin F-35 Lightning II de la Fuerza Aérea de los EE.UU. han prestado servicio conjunto en la misión de vigilancia de la OTAN.
Cabe destacar que la base en Ämari fue establecida en el año 2015, siendo la segunda base aérea de referencia de la OTAN en la región de los países bálticos, recibiendo un gran apoyo de Estados Unidos con el envío de múltiples ejemplares de cazabombarderos F-15C para tareas de vigilancia, junto con otros F-16 enviados por Dinamarca a Lituania.
En términos de la OTAN, “Air Shielding ofrece una solución ágil, aunque actualmente centrado en el flanco este de la OTAN, conserva la flexibilidad para orientarse hacia cualquier amenaza emergente”. Alemania se unió a sus otros aliados en la realización de patrullas aéreas sobre el Mar Báltico “mejorando la seguridad del espacio aéreo de la OTAN” y “asegurando un escudo sólido e integrado para el territorio aliado”, junto con los F-35S estadounidenses desplegados recientemente en Estonia.
Imagen de portada: MoD Estonia
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