El anuncio de aumento de los salarios de las Fuerzas Armadas no equipara sus sueldos con los de las Fuerzas de Seguridad ni rescata a buena parte de sus miembros de debajo de la línea de la pobreza. De esta manera, una vez más, el gobierno incumple sus promesas de equiparación salarial entre Fuerzas y mantiene en situación delicada a muchos miembros de las FFAA.
Los salarios de las Fuerzas Federales de Seguridad son aproximadamente un 60% más altos que los de las FFAA, diferencia que desde hace décadas provoca un constante éxodo militar hacia las fuerzas de seguridad federales y provinciales.
Este aumento no alcanza para ser ni un modesto paliativo para la grave situación salarial que viven las Fuerzas Armadas Argentinas, ya que contempla un incremento del 60% en cuatro tramos. Para cuando el mismo se consuma en su última cuota de marzo de 2023, se volverá a la misma situación de pobreza. Además, el mismo Banco Central de la República Argentina, en su Relevamiento de Expectativas de Mercado (R.E.M.) realizado en julio, arrojó una expectativa de inflación del 76%. Esto resultará en una pérdida del poder adquisitivo del salario de los militares del 16%.
La supuesta mejora anunciada será consumida por la inflación proyectada. Mientras tanto, las Fuerzas de Seguridad recibirán aumentos por inflación como el resto de la administración estatal, manteniendo la diferencia de remuneración con los militares.
La Resolución Conjunta 5/2022 del Ministerio de Defensa y Ministerio de Economía publicada el 01/07/2022, hace mención a que la nueva escala de haberes para el personal militar de las Fuerzas Armadas debe “reconocer la adecuada jerarquización con relación a la capacidad, responsabilidad y dedicación que demanda la correcta ejecución de la actividad” castrense. Nos preocupa que, a la vista de las decisiones implementadas, tales palabras sean expresiones vacías de contenido.
De esta manera, el gobierno no cumple con lo prometido, comprometiendo los ingresos militares, el bienestar de sus familias, el desempeño del instrumento militar y, por tanto, la Defensa Nacional.
Nota publicada por el Centro de Estudios en Defensa y Seguridad.
No tenemos un gobierno que simpatice con nuestras FFAA, eso ya es evidente.
Situaciones que sumados a las actitudes asumidas con los fallecimientos de los egresados, confirman la ausencia de confianza para con los superiores., mienten continuamente.