El Cuerpo de Infantería Marines de los EE. UU. (USMC) nuevamente ordenó detener temporariamente las operaciones acuáticas para su flota de Vehículos de Combate Anfibios (ACV) luego de que uno de ellos volcara en las aguas de Camp Pendleton, California. La directiva estableció que ningún vehículo anfibio puede operar desde playas hasta que se haya completado la investigación del último incidente.
La directiva se debió a que un ACV asignado a la Escuela de Anfibios de Asalto sufrió “un mal funcionamiento mecánico”. “…De los tres miembros de la tripulación que estaban dentro del vehículo, ninguno sufrió lesiones ni requirió atención médica…”, confirmó el comunicado del USMC
La suspensión en las actividades de los vehículos para operaciones anfibias en playas durará hasta que se recojan y analicen más pruebas y datos del reciente incidente. Este pausa obligada se produce apenas tres semanas después de que el Cuerpo de Marines autorizara reanudar las operaciones en aguas abiertas tras una interrupción de dos meses, luego de que un par de ACV quedaran inutilizados en el oleaje durante actividades de entrenamiento el pasado 19 de julio, en Camp Pendleton.
Pese a este nuevo inconveniente con el nuevo vehículo anfibio de combate, los Marines aclararon que las operaciones en tierra no se verán afectadas. Los ACV también seguirán operando en aguas protegidas y en mar abierto,
Los nuevos Vehículos de Combate Anfibio ACV del USMC constituyen el reemplazo de la veterana flota de los blindados anfibios AAV7, los cuales también han sufrido recientes accidentes con consecuencias fatales que obligaron al cese de sus operaciones y prohibición para desplegarlos operacionalmente.
Capaz de transportar 13 infantes (más 3 tripulantes), el ACV 1.1 de BAE Systems (versión modificada del VCBR Iveco SuperAV) alcanza velocidades de hasta 105km/h en tierra y 6 nudos navegando. Con un peso de 30 toneladas, tiene un alcance de 523 kilómetros (camino pavimentado) y mixto (navegación y tierra) de 12 millas naúticas y 480 kilómetros.
En lo referido a protección, el diseño del casco blindado otorga resguardo contra distintas amenazas balísticas así como contra minas y dispositivos explosivos improvisados (IED). En su interior, los infantes cuentan con asientos anti-shock y con un sistema automático de supresión de incendios.
Imagen de portada: U.S. Marine Corps – Cpl. Quince Bisard.
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