La empresa estatal Fabricaciones Militares (FM) volvió a exportar dinamita luego de 30 años, recuperando un mercado que había perdido y ampliando de esta manera su potencial productivo.
Se trata de un cargamento de 43,2 toneladas de Gelamon, producido íntegramente en la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, Córdoba, que este lunes fue enviado al cliente EXSA Perú, perteneciente al grupo Orica. Con esta venta la empresa estatal vuelve al mercado internacional como exportadora de dinamitas luego de 30 años, generando el ingreso de divisas al país, e incrementando su capacidad productiva.
La empresa peruana EXSA es la principal compañía peruana de producción y distribución de explosivos industriales. Actualmente realiza trabajos en especializados en fragmentación de roca para las industrias de minería e infraestructura. Cabe mencionar que el convenio fue celebrado en octubre del año pasado, según fuera oportunamente anunciado por el Ministerio de Defensa.
La Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María se creó en 1937. Tiene su origen en una iniciativa del Ministerio de Guerra, que en 1926 realizó estudios sobre la necesidad de tener una planta que permitiera a la Argentina abastecer pólvoras y explosivos a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, de acuerdo a las exigencias del Sistema de Producción para la Defensa Nacional.
Al presente cuenta con cuatro unidades de negocios (Seguridad y Defensa, Metalmecánica, Químicos y Pólvoras y Explosivos), cinco plantas (Fray Luis Beltrán, Militar Río Tercero, Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María, Militar San José de Jáchal y Militar Fanazul) y Sede Central.
Tal vez te interese: Fabricaciones Militares exportará a Perú dinamita para uso civil
Necca pregunta gracias a que gobierno y de que orientación política sucedió esto de no exportar durante 30 años explosivos, promoviendo entre otras cosas un grave perjuicio a la industria nacional?
Cuanta cosa perdimos en los 90’s! No solo Fabricaciones Militares, sino también la industria pesada, Altos Hornos Zapla, Somisa, la fábrica de submarinos, YPF, las líneas de trenes, la fábrica de aviones, los colegios industriales, etc, etc…
Así son los gobiernos liberales, bien vendepatrias, desde Menem hasta Macri, pasando por De La Rúa.
Hubo 12 años de otro gobierno…
Daniel, no se trata de ser liberales o populistas, se trata de hacer un buen gobierno, defendiendo la industria nacional con legislación fiscal y laboral adecuada, que le permita competir legítimamente sin ningún subsidio. Hay industrias o servicios que deben ser sostenidos por tener características estratégicas para el país, siempre claro está, buscando su eficiencia con gerenciamiento técnico idóneo y personal capacitado. Y no que sea una bolsa de trabajo para la colocación de militantes del partido gobernante. La industria para la Defensa es una de las industrias consideradas “estratégicas” y por supuesto, merece el total apoyo y consideración como “inversión”, no gasto.
El gobierno de Menem abrió la economía en forma brutal, pero ya antes lo había intentado Martinez de Hoz en la década de 1970, con un fracaso total (en su largo Ministerio de cinco años la inflación nacional superó el 9.000 %) , pasando, con Cavallo a la cabeza, de un sistema sustitutivo de importaciones a uno completamente liberal, sin ningún tipo de control y sin coordinación en el paso de un sistema a otro. La consecuencia es que se destruyeron muchas industrias nacionales (en realidad, y en honor a la verdad, muchas de ellas caras y obsoletas ) y terminamos siendo un país masivamente productor de materias primas sin ningún valor agregado, salvo algunas honrosas excepciones (Arcor por ejemplo).
Con estos sistemas supuestamente liberales de apertura económica total, las únicas economías que prosperaron en general estaban vinculadas al agro y su industria, y lo que lograron estos gobiernos mal llamados “liberales” es que se fomentó la especulación financiera, la fuga de capitales y el deterioro de las actividades productivas, teniendo en todos los casos como variables de ajuste los salarios del trabajador.
Todo esto sucedió no porque el gobierno de Videla, Menen, Macri o De la Rúa hayan sido liberales sino simplemente porque fueron gobiernos tremendamente mediocres o mal intencionados, dado que la liberación de precios, la eliminación de los tipos de cambio múltiples y el repudio al intervencionismo estatal en la economía lo único que logró ES TODO LO CONTRARIO a lo que diagnosticaban para justificar sus programas de gobierno: “… desaliento a las exportaciones, el incentivo para la importación artificialmente abaratada, la subfacturación en las exportaciones y la sobrefacturación en las importaciones, el mercado negro cambiario, la fuga de capitales, el contrabando y el desaliento a la inversión extranjera…” Esto lo dijo Martinez de Hoz en su discurso inaugurando su Ministerio y ya se sabe el resultado obtenido.
La especulación financiera y la fuga de capitales es un defecto del sistema liberal que debe ser subsanado a través de instrumentos adecuados, pero no por ello defenestrar el sistema liberal.
El liberalismo propugna la libertad y la tolerancia social en lo político, dejando el impulso de la iniciativa privada en lo económico y cultural, limitando la intervención del Estado y de los poderes públicos para que no sean un obstáculo para el libre desarrollo. Pero ello no quiere decir que el Estado no deba cumplir funciones, mas allá de la Justicia, Educación y Seguridad: también debe cubrir el rol fundamental que es la Defensa de la soberanía del país y en este punto, realmente no creo que ningún gobierno (constitucional o no) desde la existencia de nuestra Carta Magna haya sido realmente exitoso.
A través de diferentes gobiernos en Argentina se crearon medios científicos, técnicos, de investigación, industriales y de servicios con objetivos para la Defensa, pero se lo hizo a través de métodos inadecuados, altamente ineficientes y no sustentables, lo que obligó al Estado aportar enormes recursos en un interminable barril sin fondo. USA, que invierte inmensos recursos en armamento, tiene sin embargo un sistema mucho más eficiente que el adoptado por nuestro país, porque el gobierno fija las objetivos pero el desarrollo de los mismos lo hace la actividad privada, salvo claro está en cuestiones de estricta importancia estratégica. En cambio, nuestro país hace una mezcolanza de medios para lograr determinados fines, estatizando en muchos casos unidades de producción que terminan siendo desarrollos no sustentables, cuando los mismos objetivos podrían ser logrados a través de la actividad privada, claro está, con la participación del Estado como un comitente más. En fin, hay mucho para escribir.
Disculpa por la extensión pero me pareció que la opinión del estimado Daniel merecía algún tipo de aclaración, al menos desde mi enfoque de la cuestión.
La excusa de los 12 años, inhabilita decir que el resto fue tan o más pauperrimo? O hay que bajar línea?
Estimado proindustria, gracias por la respuesta pero no coincido mayormente en tus palabras. Hay que diferenciar un liberal de Europa Ocidental de uno de América Latina. Un liberal francés o uno alemán van a defender a la industria nacional, no van a ir en contra como lo hicieron los Martínez de Hoz, los Cavallo o los Prat Gay o Caputo, etc, que casi todos tienen en común que hicieron posgrados en universidades norteamericanas, además de adherir al consenso de Washington. Por eso, sólo estoy de acuerdo en que ser liberal no quiere decir que seas vendepatria, pero si sos de Argentina es bastante probable que lo seas. Si hay algún liberal argentino que no hable mal de la industria nacional y de los desarrollos nacionales, que esté en contra de la evasión y que esté a favor de la industrialización en detrimento del modelo agroexportador, mostramelo, así comienzo a pensar diferente. Saludos.