En un reciente anuncio realizado por el alto mando del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas de Rusia, el ministro Serguéi Shoigú y el comandante Serguéi Surovikin confirmaron oficialmente que las tropas rusas iniciarán el repliegue del territorio ocupado sobre el margen occidental del río Dniéper. Esto significa que se abandonarán las posiciones de uno de los frentes más activos desde el inicio de la invasión, incluyendo la liberación de la ciudad de Jersón.
De acuerdo con lo expresado por Surovikin, el retiro de las fuerzas rusas se debe a las conclusiones alcanzadas luego de un profundo análisis de la situación reinante en el frente sur. La decisión adoptada implica que el dispositivo ruso establecerá su sistema defensivo en la costa oriental del río Dniéper, iniciativa que no resulta llamativa ya que desde hace semanas se ha podido apreciar los distintos trabajos para mejorar las posiciones localizadas a lo largo del margen izquierdo del río.
Surovikin justificó la decisión adoptada al expresar que se busca proteger al personal ruso que actualmente está desplegado en la zona y que se encuentra en constante contacto con las fuerzas armadas ucranianas. También aclaró que el repliegue ayudará a mantener la preparación para el combate de las unidades desplegadas, posiblemente en relación a que se acortarán la líneas logísticas y se evitará su exposición a los ataques de precisión y largo alcance que vienen sufriendo en los últimos meses.
Vale recordar que las Fuerzas Armadas ucranianas mantienen una constante presión sobre los puentes que cruzan el río Dniéper, habiendo destruido o dañado varios de ellos. Uno de los casos más ejemplares es el puente Antonovsky, el cual ha sido blanco de la artillería de largo alcance ucraniana, principalmente HIMARS. El hostigamiento a estas líneas críticas de comunicación y abastecimiento también incluyó la destrucción de los distintos pontones emplazados por las fuerzas rusas.
Desde que la contra-ofensiva realizada Járkov se afianzó y llegó a una pausa, el frente de Jersón ha visto considerable acción, lo cual se tradujo en fuertes pérdidas de personal y material para ambos bandos. La situación de las fuerzas rusas también se habría visto afectada luego de que Ucrania atacara y dañara el puente de Kerch, una de las principales vías logísticas entre Crimea y Rusia.
Por su parte, el ministro Serguéi Shoigú confirmó la orden del repliegue, el cual incluye personal, vehículos y material. Se puede especular que esta decisión ya estaba tomada desde hace varias semanas, ya que diversas fuentes confirmaban como las fuerzas rusas habían iniciado un lento pero progresivo repliegue de la zona, haya sido en concordancia con el actual anuncio o porque cada vez estaban más expuestos a los fuegos de artillería ucranianos. Un ejemplo fue el completo abandono de las posiciones en torno al aeropuerto internacional de Jersón, espacio donde se había emplazado una base de apoyo logístico. Sin embargo, la vulnerabilidad de esta posición ya había quedado manifiesta durante los ataques sufridos en el mes de marzo, resultando destruidos varios helicópteros, vehículos y material.
Imagen de portada: Tropas rusas avanzando a Jersón, hace meses.
El osito replegándose con el rabo entre las piernas…
Una imagen con miles de prisioneros rusos daría la vuelta al mundo, y podría acabar con la credibilidad de Putin. Y un ejército motivado que lucha por su territorio y con apoyo constante OTAN puede ser temible.
La credibilidad del ejército de Putin en Ucrania se ve nuevamente amenazada. Ya salieron corriendo de Jarkov, ahora se van de Kherson. No entiendo por qué Rusia no usa toda su panoplia de armas contra Ucrania. Hay puntos fuertes ucranianos que podrían ser fácilmente eliminados con las FOAB. No se por qué los rusos se autolimitan respecto al armamento a usar en Ucrania. Los ucranianos desconfían de los rusos, tal vez si avanzan sobre la costa del Dniper, los rusos terminen reventando la presa aguas arriba y los inunde hasta el cuello. Veremos cómo evoluciona esto.