www.escenariomundial.com – El litio es un mineral cada vez más apreciado por las principales potencias, debido principalmente a la búsqueda de transicionar a un mundo con energías más limpias y autos eléctricos, potenciando así su demanda. Sin embargo, encontrar depósitos y construir minas para satisfacer estas necesidades ha generado que el litio sea aún más difícil de obtener, principalmente porque sus reservas se encuentran en ciertos puntos estratégicos alrededor del mundo acumuladas en pocos países. Las naciones que más se benefician de esta posesión son Australia y los países que conforman el Triángulo del Litio: Argentina, Chile y Bolivia.
La necesidad de extraer litio es tal que el precio del carbonato de litio, la materia prima principal en las baterías de iones de litio, se disparó este último año a precios irrazonables. Según la consultora Benchmark Mineral Intelligence, se espera que la demanda de carbonato de litio aumente a 2.4 millones de toneladas en 2030, en comparación con alrededor de 600.000 toneladas este año. Actualmente se encuentran en funcionamiento diez minas en todo el mundo, donde países como Argentina pueden potenciar su extracción y beneficiarse ampliamente del mercado en auge. Así también lo afirma un reciente informe de The Economist, que realizando una sutil crítica a la Argentina destaca que se trata de un país que deja el sector minero abierto a los negocios y que podría sacar ventaja de estas oportunidades.
“Bolivia tiene los mayores recursos del mundo, pero no ha logrado poner en marcha la producción. El estado es dueño de todos los depósitos de litio y las empresas pueden explotarlo solo si llegan a un acuerdo con la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos. La volatilidad política y la falta de conocimientos técnicos no han ayudado. Chile solía ser la potencia mundial de litio. En 2017 fue superado por Australia y ahora representa el 26% del suministro total. Allí, también, los depósitos de litio son propiedad del Estado, que otorga contratos a empresas privadas. Por el contrario, el litio no se considera un recurso estratégico en Argentina”, afirma The Economist.
El portal de noticias destaca que la industria del litio en Chile es dominada por las firmas Albemarle y Sqm y que en Bolivia es altamente difícil obtener materia prima siendo un ente privado, mientras que en la Argentina “el Estado juega un papel pequeño” ya que “la constitución otorga a las 23 provincias del país el derecho de administrar minerales en sus tierras y otorgar concesiones a las empresas”. “Si hay que imaginar un país de América del Sur que sea favorable a los negocios, sea atractivo para el capital extranjero y ofrezca estabilidad política para la inversión a largo plazo, la mayoría de la gente pensaría en Chile. Pero cuando se trata de extraer litio, el país en cuestión es su vecino disfuncional, Argentina”, puntualiza.
Para The Economist, las condiciones argentinas son los principales motivos por los que el país atrae cada vez más capitales extranjeros. Asimismo, destaca que unos 40 proyectos de litio se encuentran actualmente en diferentes etapas de exploración, más que en cualquier otro país. Esta postura es respaldada por JPMorgan Chase, que estimó que la Argentina podría superar a Chile como el segundo mayor productor mundial para 2027, y que hacia el 2030 podría suministrar el 16 % del litio del mundo, frente al 6 % del 2021. Los ejemplos más reconocidos de empresas trabajando en la Argentina son Rio Tinto, un gigante minero anglo-australiano, y Posco, una empresa de Corea del Sur que invierte 4 mil millones de dólares en un proyecto de litio.
Otro país altamente interesado en las reservas argentinas es China, algo que Estados Unidos observa de cerca. Ganfeng Lithium, un megaproductor chino, anunció en julio pasado sus planes para comprar una planta por casi mil millones de dólares, algo que para Occidente es imposible ya que critican la “mala gestión macroeconómica de Argentina” y la culpan por desalentar a las empresas occidentales a invertir. Beijing, por el contrario, participa cada vez más del sector minero argentino, ya que de los nueve proyectos más cercanos a la producción en el país, seis involucran empresas chinas. Esto beneficia a las principales provincias argentinas que albergan las mayores reservas de litio en el país, y según el Banco Mundial la producción y el procesamiento del litio podría aumentar el PIB de las mismas y sus ingresos fiscales en un 10%.
Aunque los problemas persisten constantemente, como proyectos que se retrasan, concesiones que no se otorgan, comunidades indígenas que reclaman sus tierras en las áreas donde se extrae el litio, entre otros, el litio se posiciona como uno de los posibles salvavidas para la Argentina.
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La Defensa de Arg, se pueden finaciar y sostener con el litio, como hace Chile con el cobre
No importa cuantos recursos naturales tenga un país. Si no existe un marco institucional que fomente la inversión privada, siempre seremos un país pobre por más litio que tengamos. Nuestro marco institucional fomenta el populismo. Así que el litio no nos va a salvarsi no solo financiar un poco más a los gobiernos populistas.
Listo, entonces los países del primer mundo que protegen sus recursos naturales estratégicos son populistas. Y si encima en esos países, los estados nacionales subsidian sus industrias, entonces son chavistas… La iniciativa privada tiene que estar pero ciertos recursos naturales, como el litio, se deben nacionalizar sino te pasan por arriba los populistas europeos. Lo que hay que leer madre de dios…
Con estos gobiernos solo se benefician ellos