Durante el 20 de diciembre en las a cercanías de la Península de Corea, la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) junto a la Fuerza Aérea de de la República de Corea (ROKAF) realizaron ejercitaciones combinadas con el fin de fortalecer las relaciones entre ambas naciones. En las mismas, se contó con la participación de los bombarderos estrátegicos B-52H y cazas de quinta generación F-22 Raptor de EE.UU., junto a cazabombarderos F-35 y F-15K por parte de Corea del Sur.
El ejercicio combinado se llevó a cabo a través de diversas consultas entre autoridades militares surcoreanas y estadounidenses, lo cual mejoró significativamente la interoperabilidad entre los Estados. Particularmente, la ejercitación comenzó con el despliegue del bombardero estratégico B-52H de Estados Unidos, para ser continuada por los cazabombarderos F-22 que ya se encontraban estacionados en la Base Aérea de Kadena en Japón. Estos últimos permanecerán en la Base Aérea de Kunsan (Corea del Sur) durante toda la semana y proporcionarán información acerca de los F-35A de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, además de capacitar acerca de las capacidades de respuesta ante nuevas amenazas.
De acuerdo con lo comunicado por el Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur, los despliegues estadounidenses fueron apoyados por el organismo nacional y los Estados Unidos en la 54° Reunión Consultiva de Seguridad. El objetivo principal es continuar fortaleciendo las capacidades de la alianza y la implementación de la “disuasión extendida” como postura de defensa entre la República de Corea y Estados Unidos frente a las amenazas de Corea del Norte.
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La USAF mantiene en las bases conjuntas de Osan y Kunsan de Corea del Sur unos 90 cazas entre F-16 C,D y A-10 Thunderbolt ll.