Tras muchos anuncios e informes periodísticos, este autor pudo revisar los documentos relativos al contrato para la compra de baterías de obuses autopropulsados para el Ejército Nacional de Colombia. Encontrando en la página oficial de Compra Eficiente SECOP del gobierno colombiano, el proceso de contratación para dicha compra, pudiendo determinar la siguiente información:
- Precio estimado total: 305.388.381,21 COP
- Número del proceso: PROCESO No. 22-2022 MDN-EJC
- Título: RESERVADO
- Fase: Presentación de oferta
- Estado: Publicado
- Descripción: RESERVADO
- Tipo de proceso Contratación directa
De lo anterior se debe destacar, que como no es nada extraño en las contrataciones de defensa de Colombia, se realiza mediante el medio directo, lo que implica una decisión unilateral de unos pocos, que se trata de un proceso reservado lo que impide el escrutinio público que busca evitar los actos de corrupción, esto con la tesis de seguridad nacional, a pesar que es de conocimiento público que serán de 18 a 20 piezas divididas en 3 baterías, que serán ubicadas en la zona norte del país en la frontera con Venezuela, siendo además consultable por cualquier persona las características del armamento a adquirir y sus prestaciones. Así solo deja en secreto quienes son los responsables de la decisión, cual fueron los criterios de la elección, los intermediarios y las comisiones.
Sin embargo la necesidad existe como ya fue analizado por este autor en el artículo de opinión “Una artillería sin cañones: el caso del Ejército Colombiano”, publicado en este mismo portal, aunque como siempre el número de piezas será bajo, este es un gran avance para nuestro ejército, esperando que el proceso no sea frustrado por ambiciones personales o trámites burocráticos.
De otro lado el proceso está en etapa de “presentación de propuestas”, lo que implica que aún no se ha decidido cuál será la elegida dentro de las tres propuestas allegadas, presentándose en este momento aún muchas discrepancias sobre la mejor oferta y dos ganadores cambiados cada día, según los medios de comunicación.
Para el caso particular y al tratarse de tres propuestas muy parecidas en lo técnico, el principal aspecto que debe buscar el comité evaluador es el precio y la disponibilidad de accesorios necesarios para el funcionamiento de las baterías, así como si el sistema incluye puestos de mando o vehículos porta munición, ya que para el correcto trabajo de este tipo de equipos es necesario un paquete que incluya todos los medios para su exitoso despliegue. Las tres propuestas estudiadas son las siguientes:
- El T 155 Yavuz, de Makina ve Kimya Endüstrisi (MKE) empresa Turca
- El ATMOS 2000 (Autonomous Truck Mounted howitzer System) es ofertado por la Israelí Elbit Systems
- El Caesar de 155 mm de la francesa Nexter, de la versión con chasis Sherpa 10
Se trata de cañones autopropulsado de 155 mm montado en un chasis con ruedas de 6×6 de varios tipos dependiendo de oferente, contado todos ellos con un sistema completamente computarizado para la adquisición de objetivos y el control de tiro. En cuanto a sus características son muy parecidas, el alcance es practicante el mismo por basarse en el mismo tipo de munición y calibre de acuerdo a los estándares de la OTAN. Con las propuestas presentadas solo falta conocer la decisión y la firma del contrato, que espero no sea frustrada como en el caso de los aviones Rafale, para beneficio de la artillería del Ejército de Colombia. Deber Antes Que Vida, lema de la Artillería Colombiana, en honor a Antonio Ricaurte.
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Este artículo da mucha claridad y explica con detalle la adquisición; es muy bueno contar con este tipo de reportajes que se apegan a la realidad y no a bulos especulativos; otras fuentes han indicado que ya hubo firma de contratos y equipos seleccionados, cambiando de un modelo a otro solo en cuestión de horas, lo que las revela poco confiables.